Capítulo XVI: Subido de tono...
GALIA.
Me desperté dolorida por todas partes.
La puerta se abre con un sonido fuerte, una luz cegadora entra en la habitación por un mísero momento. Gruño de molestia por el sonido y la luz.
—La Bella Durmiente despertó por fin —escucho la voz burlona de Nicolás.
—Vete a la mierda —mascullo con voz ronca.
Él ríe suavemente y se sienta en el borde de la asquerosa cama. Tiene una bandeja con comida. Frutas acuáticas y mortales.
—¿Planeas que desayune eso? —murmuro escéptica.
—¿Prefieres esto o nada? —pregunta alzando una ceja.
Le observo, agudizando mi mirada.
—Nada —mascullo de mala gana.
Él vuelve a reír. ¿Porqué el que me esté molestando y yo enfadando a él le divierte tanto?
—Bien. Te lo dejo aquí —lo pone en el suelo, al lado de la cama.
Él se acerca a la puerta, —Disfruta tu estancia aquí, posiblemente estés un buen tiempo, princesa.
—Vete a tomar por culo, pesado —vuelvo a mascullar.
BAHARI.
Estamos desesperados. Buscando y buscando.
Por lo que he escuchado y visto, Cəza escapón del palacio justo ayer. De hecho, está ayudando a encontrar la ubicación exacta de la torre de Delmare.
—Maldita sea —gruñe Cəza nada más salir de la biblioteca.
—¿Qué? —preguntamos a la vez Denis, Zigor y yo.
—Han usado una bruja extremadamente fuerte. Tanto que ni incluso una Diosa como yo no puede detectar nada —masculla.
—Joder —murmuro muy enfadada.
William me mira sin decir absolutamente nada.
—Nuestra madre sabe sobre esoterismo —murmura William de repente.
Todos nos giramos a él al instante.
—¿Osea que puede ayudar? —pregunto.
William asiente.
—Pues no se hable más.
CORAL.
La celda se abre de golpe, una luz cegadora entrando por ella. Gruño con molestia.
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La Última Dulce Canción
FantasiGalia, una sirena a punto de pasar a trono de cristal. Sí, las sirenas existen. Y no todo el rato son bellas y hermosas. Galia se niega a matar a los piratas que se crucen en su camino. Ella no es como su madre. Y no quieres serlo. Le salvó la vida...