Senju-Uzumaki | Neji Hyuga|

Capítulo 23 - Información.

Salí una hora después, todo había salido bien y dos lobos estaban llevando el cuerpo de Shiro-sensei al cuarto que era de Hitoshi-nii-san para que pudiera descansar.

Suspiré cansada, había agotado una gran cantidad de chakra en traerlos y en curar al mayor, pero aún no podía ir a descansar. Debía hablar con Mamoru-sama.

— ¿Cómo se encuentra Shiro-chan?. — preguntó el jefe cuando entré.

— Estable. — le respondí con notorio cansancio — Mamoru-sama, quería disculparme por traer a gente externa al bosque de los lobos. — me disculpe.

Y es que ninguna persona tenía permitido entrar, traer personas acá era una falta grave.

— Yo... no supe donde más llevarlos, este era el lugar más seguro. — seguí hablando.

— Esta bien, Annaisha-chan. — calmó — Tu vida y la de tu equipo estaba en peligro, comprendemos que no tenías muchas opciones.

Solté todo el aire de mis pulmones, sintiendo como la calma me invadía.

— Daiki y Ao ya hablaron con tus compañeras, y ya fui informado de todo. — comunicó — Tuvieron suerte de que salieran con heridas leves, e incluso Shiro-chan tuvo suerte de salir con vida.

Asentí de acuerdo — Creo que realmente me falta mejorar mucho. — suspiré.

Mamoru-sama asintió — Y por eso seguirás con tus entrenamientos. — tranquilizó — Akira-chan mandó un cuervo a la Hokage explicándole lo sucedido. — informó — Ahora esperaremos una respuesta por parte de ella.

Asentí — Bien, si no le molesta iré a descansar. — suspiré.

El jefe sonrió — Claro, no hay problema. Puedes retirarte a descansar.

Asentí y le sonreí antes de dar media vuelta y salir en dirección a mi hogar.

En el camino algunos lobos me saludaban y me preguntaban como estaba, la amabilidad de ellos con los suyos me encantaba.

Llegué y Akira me esperaba apoyada en la pared — Te ves del asco. — comentó al verme.

Sonreí con gracia — Si, bueno, me consuela ver que no soy la única que se ve así. — le respondí causando una leve risa por su parte.

— Te acompaño a tu cuarto, se ve que necesitas descanso. — comentó mientras comenzaba a caminar a mi lado.

— ¿Cómo están Kiyoko y Koichi?. — pregunté preocupada.

— Preocupados por el estado de Shiro-sensei. — respondió tranquila — Pero físicamente bien.

Asentí más calmada — Shiro-sensei estará bien, la cueva de sanación nos ayuda a curar las heridas graves. — le comenté al ver que ella también se encontraba preocupada por el adulto.

Akira asintió de forma casi imperceptible, aquello la había aliviado — ¿Vas a dormir?. — preguntó tensándose.

Ambas entramos al cuarto y volteé a verla — Nada malo va a pasar acá. — le aseguré posando mis manos en sus hombros — Es imposible que sepan donde estamos, este lugar estaba fuera de mi rango, por eso nos traje acá. — informé intentando relajarla.

Akira asintió, relajando sus hombros lentamente — Esta bien. — asintió — Entonces hazme un espacio, también necesito descansar.

Sonreí ladina — Mi cama es tu cama.

Aquello le causó gracia y sonrió.

Había logrado calmarla por completo.

...