Senju-Uzumaki | Neji Hyuga|

Capítulo 2 - Reencuentro.

Gracias a nuestra velocidad, logramos acercarnos a nuestro destino en menos de un día.

A pesar de que el camino fue un poco bullicioso y entre bromas, el viaje se nos hizo eterno.
Tal vez sólo lo sentí yo así, realmente quería ver a mi primo. Ansiaba ver cuanto había crecido ese revoltoso.

No nos quedaba nada para llegar cuando un fuerte chakra hizo que me detuviera.

— Naruto... — murmuré al percatarme que ese chakra era del zorro. Miré a mi equipo, y les hablé con seguridad — Ustedes sigan, Sakura y el equipo Gai parecen necesitar ayuda. 

El ceño de Kiyoko se juntó con confusión. — Te podemos ayudar. — respondió.

Negué. — Me ayudarán más si me dejan hacer esto sola. — aseguré — Además... — miré a Kiyoko avergonzada.

La Hyuga me miró con sorpresa y luego asintió. — Estás preocupada por mi hermano... — murmuró.

La miré unos segundos para luego suspirar. — Parece que tiene un oponente difícil, siento su chakra más bajo de lo normal... — informé — De hecho, es todo el equipo Gai y Sakura. — suspiré — Si sé que ustedes irán a apoyarlos, me quedaré más tranquila y me concentraré en Naruto.

Shiro-sensei asintió. — Bien, no tardaremos en volver, así que espero que para ese entonces hayas suprimido al zorro. — ordenó serio.

Asentí decidida. — Claro.

— Entonces, ¡Dispérsence!. — ordenó y nos separamos.

No faltaba mucho para llegar donde se encontraba Naruto, cuando un estruendo cerca de mí me hizo detenerme por la sorpresa.

— ¿Qué demonios?. — murmuré mirando la gran cantidad de polvo que se había elevado.

En cuanto logré salir de mi asombro, volví a correr, esta vez, más rápido.

Al llegar, me percaté que Kakashi-sensei había intentado ponerle el sello que le dio Ero-sennin, pero Naruto de un manotazo le arrebató el papel y lo rompió.

— Genial... — murmuré con sarcasmo.

En cuanto noté que Naruto estaba totalmente concentrado en atacar a su sensei, me acerqué de forma rápida mientras hacía las posiciones de manos.

— ¡Naruto!. — exclamé llamando su atención a la vez que posaba mi mano en su estómago — Fūinjutsu: Chakra yokusei shīru. — murmuré.

En cuanto mi mano hizo contacto con su estómago, el chakra del zorro comenzó a desaparecer, y con ello, la fuerza de mi primo.

Apreté a Naruto contra mi cuerpo en un abrazo, y lo dejé en el césped con cuidado.

— Gracias. — habló el peliplata con cansancio.

Sólo asentí y puse mi mirada en el rubio nuevamente, este miraba el suelo perdido.
De forma delicada, elevé mi mano y la posé en su cabeza. Aquello lo hizo reaccionar y mirarme.

— Nee-san... — murmuró con cansancio y sorpresa.

— Es bueno verte, revoltoso. — le sonreí con cariño.

Dicho eso, Naruto me envolvió en sus brazos con fuerza. — Nee-san... Gaara... — murmuró con dolor.

Mis ojos se abrieron en grande, ¿se supone que Gaara está acá?, no siento su...

Miré hacia donde estaban sus clones, y pude notar el cabello rojo del Kazekage. — Mierda. — murmuré mientras apretaba a Naruto contra mi cuerpo.