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Eran las 6:00 am en el reloj cuando la alarma resonó en la organizada habitación de Jisung y, como era costumbre él se había despertado primero ganándole tiempo al tiempo.

Se duchó rápidamente poniéndose realmente lindo para la ocasión. No sabía realmente a dónde iba con Minho pero empacó en su mochila ropa para posibles lugares a los que podrían ir. Se vistió rápidamente con unos jeans, unas converse y un suéter ligero mientras empacaba ropa para acampar, para salir de paseo, ir a algún lugar especial, pijama y ropa interior además de todos los productos que usaba para su rostro y cuerpo.

Se colocó bálsamo en sus labios sonriendo bajando rápidamente a tomar el desayuno junto a su madre quien miraba feliz a su hijo sentándose a su lado.

— ¿Por qué me miras así? — dijo el chico con sus mejillas regordetas llenas de hotcakes.

— Por nada ¿que no puedo mirar a mi pequeño niño así? Que digo pequeño, eres todo un adulto.

— Mamá, no me avergüences así — las mejillas de Jisung se tornaron de color rojo mientras miraba a su madre quien tenía una sonrisa en el rostro.

— Es sólo que... Es la primera vez que te tendré lejos de mi por más de un día. Lo más lejos que has ido es a aquella fiesta con Minho y ahora saldrás todo el fin de semana. Realmente ese chico vino a hacerte un bien y estoy feliz por ti.

La madre de Han sabía el pequeño secreto de su hijo desde hace tanto tiempo, cuando suspiraba al ver algunos chicos pasar por la calle o la primera vez que vino aterrado cuando una chica posó sus labios contra los suyos.
Verlo así por Minho la hacía realmente feliz, su hijo merecía ser feliz.

Después de un rato Jisung ya estaba en la puerta con una mochila en sus hombros y Minho esperándolo en la acera saludando con su mano. Se sorprendió al ver que se acercaron a un auto, mirándolo con incredulidad.

— Te lo explicaré luego, es una larga historia. Ahora sube — dijo Minho avergonzado.

Jisung se despidió nuevamente de su madre mientras cerraba la puerta del copiloto viendo aquel auto que parecía demasiado limpio y cuidado para ser de Minho.

— ¿Y bien? — dijo Jisung levantando su ceja — ¿me dirás de quien es este auto?

— Bien, no es mío porque no tengo el dinero suficiente. Es HyunJin ¿lo recuerdas? El chico que hizo aquella fiesta donde bebiste más de lo debido. Le agradas, así que accedió rápidamente cuando le dije que iríamos unos días fuera de la ciudad.

Jisung asintió mientras volvía su vista al frente viendo las hileras de autos que iban en la misma dirección a ellos sonriendo. Estaba realmente nervioso puesto que jamás había ido tan lejos sólo. Estaba siempre tan concentrado en la universidad y en su gran sueño de convertirse en contador que descuidó su vida social.

— ¿Puedo poner una canción? – preguntó el menor luego de unos minutos de silencio. El camino sería largo y la música hace los viajes aún más divertidos. Vió como su mayor asintió con una sonrisa sin despegar su vista del frente, conectando su teléfono para que las canciones pudieran sonar subiendo un poco el volumen. Los ojos de Minho se abrieron no pudiendo evitar reír levemente, con aquella risa tan contagiosa que era como música para Jisung.

— ¿Carly Rae Jepsen? Por Dios Jisung, esa canción pasó de moda hace tanto tiempo.

— ¿Acaso bromeas? Todo el mundo se sabe call me maybe, además no lo niegues, sé que te gusta — dijo el menor riendo mientras Minho comenzaba a tararear.

— Hey, I just met you and this is craz, but here's my number... So call me, maybe?

Poco a poco el auto se fue llenando de los gritos y risas de ambos, cantando canciones que todo el mundo conocía y también nuevos géneros musicales que descubrían el uno del otro. La carretera estaba despejada y poco a poco podían notar como la ciudad y todas las preocupaciones que cada uno tenían se quedaban atrás.

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Aquel fin de semana había sido totalmente divertido. Fueron a un parque de diversiones al que Jisung y Minho jamás habían ido, compraron algodones de azúcar y Jisung disfrutó ver cómo el mayor evitaba las atracciones más veloces poniendo una y mil excusas hasta que poco a poco venció el miedo gracias a Jisung logrando al final del día subirme a la montaña rusa más alta que alguna vez imaginó. Fueron a muchos restaurantes de comida rápida, comiendo ramen, hamburguesas, gaseosas y todo lo demás que encontraban, siempre y cuando pudieran comprarlo siendo un problema para Minho ya que era totalmente irresponsable en ese sentido haciendo que el menor riera ante la idea de no poder pagar la pequeña habitación de hotel que habían encontrado cerca de todos aquellos lugares.

Jisung estaba sentado sobre el cofre del auto de aquel tal HyunJin viendo en su teléfono las fotos del día al que fueron al parque de diversiones recordando cómo subieron a la rueda de la fortuna y lo extraño que Minho se había comportado ahí, quizá por su miedo a las alturas. Aquel temor hizo que dijera cosas que Jisung no podría comprender y que a la vez lo hicieron sentir extraño, puesto que Minho jamás llegaría a pensar en cosas así con él.

En realidad, Minho había estado actuando extraño en aquel viaje en todo momento y no pudo evitar ver cómo daba vueltas en círculos sobre el césped del lugar a donde lo había llevado, que solo estaba a algunos metros de su hotel.

Durante las últimas semanas Minho había pensado en todo lo que le pasaba: su leucemia, aquellas radiaciones que le darían y lo aterraban, en cómo el mismo se había metido en todo eso pero también en lo diferente que se había sentido al estar con Jisung todos estos meses. Había conocido al menor de una forma tan intima que no podía evitar sentirse culpable por todo lo que alguna vez le había hecho. Pero estaba enamorado, no sabía cómo o cuando sucedió, pero de lo que estaba seguro era que no podía seguir ocultándolo.

— ¿Que pasa? Me has tenido parado aquí por mucho tiempo — dijo Jisung riendo sintiendo el aire fresco de la noche.

— Yo... Jisung. Alguna vez ¿te has enamorado?

El menor  se quedó helado mientras lo miraba algo extrañado. Claro que se había enamorado alguna vez, estaba enamorado justo del chico que tenía al frente.

— ¿Y eso a que viene? Claro que lo he hecho. Podré ser un nerd pero no un amargado.

— Debo confesarte algo. Me siento como un tonto y un extraño, desde que está enfermedad apareció no he hecho nada más que lamentarme de todo lo malo que he hecho. Siento que, que esto es una clase de castigo por el mal que he causado a las personas, en especial a alguien, teniendo que pagar las consecuencias — dijo Minho hablando más rápido de lo normal caminando en círculos u jugando con sus manos — ese alguien... Yo...

Su mirada se conectó con la del menor quien lo veía con los ojos muy abiertos sin entender del todo al mayor pero con su pecho latiendo con fuerza. Minho no era del todo romántico, había visto como a pesar de haber tenido novias y algunas aventuras jamás había sido amoroso, siempre había sido un cretino.

Una pizca de esperanza había en él luego de conectar todo: aquellas miradas, toques, roces accidentales que habían sucedido entre ellos, aquel cambio tan repentino en la personalidad de Minho dejando aquel lado cretino y arrogante, pareciera que de alguna u otra forma hubiera influido en aquel cambio, aunque tenía miedo de equivocarse pero esta vez tenía la razón.

— Jisung yo... Estoy... M-me enamoré de ti.

﹆ adore you | minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora