33

2.1K 308 138
                                    

Aquel día había amanecido como siempre, haciendo la misma rutina desde hace muchos años, Jisung se preparó para poder ir a la universidad. Había pasado parte de la noche estudiando para los exámenes que se avecinaban por lo que no había podido mensajear con Minho el día anterior aunque también sabía que el chico necesitaba descanso.

Llegó a la universidad como de costumbre después del diario viaje en autobús que debía hacer, recordando siempre las veces que había ido con Minho en autobús a varios lados sonriendo siempre al recordar todo aquello.

Bajó junto a los demás estudiantes mientras caminaba hacia dónde usualmente estaban sus amigos no viéndolos por ningún lado. Vió su reloj y se dió cuenta que aún era un poco temprano así que tomó asiento en una de las bancas donde solían reunirse esperando.

Para matar el tiempo tomó su teléfono viendo especialmente el chat de Minho, notando como no había respondido sus mensajes y tampoco le había enviado uno por la mañana para avisarle si vendría o no. 

— Quizá está dormido — dijo bajo para el mismo mientras dejaba un pequeño mensaje saludando y esperando una respuesta.

Los minutos pasaron mientras estaba algo preocupado por sus amigos quienes aún no llegaban. No conocía tan a fondo a los amigos de Minho, pero sabía que Felix, Seungmin y el pequeño Jeongin jamás llegaban tarde a una clase, mucho menos en temporadas próximas a los exámenes.

Se levantó con cuidado yendo a su salón. Minho seguía sin responder y todo era realmente extraño. Decidió llamarlo Niño teniendo una respuesta mientras el entorno se volvía cada vez más extraño y pesado para él.
Varias personas ya estaban dentro del salón de clases así que tomó su asiento de todos los días mientras miraba discretamente a la puerta ocultando la preocupación que sentía.

Poco a poco fueron llegando sus amigos con un extraño aire, viéndolo como si estuvieran ocultando algo o sintiendo pena por él, disfrazándolo fácilmente al saludarlo como siempre lo hacían, tomando los lugares que usualmente tenían en aquella clase de la cual Jisung olvidó el nombre en aquel momento debido a las ideas tan revueltas que estaban en su cabeza.

El timbre sonó viendo como algunos estudiantes se apresuraban para entrar antes de que la profesora les impidiera pasar por no llegar temprano, viendo cómo los lugares de Felix, Changbin y Minho estaban vacíos, resultando con más relevancia la ausencia del último.

La clase había comenzado mientras todos prestaban atención a las palabras y conceptos que la profesora daba hasta que el fuerte ruido de la puerta abriéndose sobresalto al salón, en especial a Jisung quien de inmediato hizo cinta con Felix visual entiendo a la perfección aquella mirada, deseando jamás haberlo hecho.

— Profesora — la voz de Changbin sonó seria, profunda, haciendo el interior de Jisung temblar de miedo.

Aquel día había llegado sin siquiera saberlo. Y no estaba preparado para ello.

— Minho está en el hospital.

˚✧

De inmediato Jisung salió del salón al finalizar la clase con sus amigos para ir directo al hospital, sin importarle saltarse todas las clases del día.
Changbin no sabía con exactitud qué había ocurrido, pues la madre de Minho estaba totalmente destrozada y alterada para poder decirle las cosas claras.

Llegaron de diferentes maneras al hospital yendo rápido hasta la sala de espera de la zona de oncología de aquel hospital, viendo cómo la madre Minho estaba sentada en una de la silla totalmente acabada, cosa que asustaba a Jisung.

Parecía haber llorado durante horas, estaba sentada en la última hilera de sillas de aquel lugar el cual lucía totalmente aterrador.

La madre de Minho explicaba a Christopher, el mayor de ellos acerca de la situación de su hijo. Los oídos de Jisung sólo escuchaban latido de su propio corazón el cual parecía podría explotar en cualquier momento, no logrando concertar las ideas que se escuchaban a su alrededor. Solo sabía dos cosas: el cáncer de Minho no había desaparecido y ahora a consecuencia de este su cuerpo era débil y frágil ante cualquier cosa o enfermedad, razón por la cual estaba internado en aquel horrible lugar.

Se sentó en una silla mientras sus manos temblaban. Uno por uno sus amigos iban a verlo, algunos en parejas como Felix y Changbin. Minutos después su madre llegó para auxiliar a su pequeño hijo en un momento tan crítico y doloroso para él, era su turno de pasar a ver al chico que amaba pero tenía mucho miedo

— Puedes pasar Jisung, tranquilo. Minho estará bien ¿no crees que le hará aún mejor?

Su madre lo alentó hasta finalmente ceder e ir acompañado de una enfermera hasta la habitación donde yacía recostado el que posiblemente era el amor de su vida. No llevaba aquella gorrita de lana que usaba últimamente, sus ojos estaban mirando a otro lugar mientras una serie de mangueras y más estaban conectadas a él y a aparatos que no entendía para que servían.

La enfermera le dió una mascarilla para cuidar aún más de Minho y finalmente la puerta se abrió, haciendo que el semblante de Minho cambiara en segundos a uno mejor, fingiendo ser fuerte, aunque ambos sabían que no era así.

— Creo que no eres tan fuerte como decías. No puedes ser el mismo chico que me hizo gritar hace unos días en mi habitación.

Minho rió débilmente ante semejante acusación mientras Jisung se sentaba a lado de él tratando de ocultar las lágrimas y el dolor que querían desbordarse de sus ojos. Esto no podía estar pasando, pero sabía que Minho era fuerte y esto pronto acabaría.

— No me importa estar aquí. Hay demasiadas historias de chicos haciendo el amor en hospitales.

— Jamás pierdes tu sucio per gracioso sentido del humor ¿eh? — dijo Jisung mientras una pequeña lágrima caía por su mejilla — desearía que no estuvieras aquí.

— Jisung, no tienes por qué preocuparte. Estaré bien. Ni este cáncer ni nadie en el mundo podrá acabar con Lee Minho.

Jisung rió dejando caer sus lágrimas con más confianza mientras con cuidado y delicadeza entrelazaba sus dedos con los de Minho mirándolo con dolor.

— Promete que no vas a dejarme — susurró con su voz quebrada mientras colocaba su mejilla en la mano del contrario rosándola levemente.

— Jamás dejaría solo al amor de mi vida — Minho susurró mientras aguantaba las lágrimas mirando a Jisung con ternura — estaré contigo siempre. Molestándote, besándote, abrazándote.

— Más te vale que lo hagas — dijo Jisung entre sollozos que cada vez fueron haciéndose más fuertes — tú me enseñaste a ser yo realmente, sin miedo, me hiciste ver las cosas de una forma diferente y todo este tiempo contigo ha sido increíble. No quiero que te vayas. Tengo... tengo miedo Minho.

— Hey... — con cuidado, el mayor tomó las mejillas del dulce chico a su lado secando como podía sus mejillas — estaré aquí, no te dejaré nunca solo. Por mucho tiempo más estaré aquí, abriremos ese refugio para animales que te mencioné la otra vez. Podremos una cafetería en honor al hermosos trabajo que hizo conocernos aún más y viviremos toda una eternidad juntos, solos tú y yo. No habrá más sufrimiento, ni enfermedad. Solo estaremos tú y yo.

Esto último lo susurró tan bajo que apenas y pudo ser audible para Jisung, quien sin dudar más lo abrazo colocando parte de su cuerpo contra el pecho de Minho, quien no dudó en abrazarlo como si no hubiese un mañana.

— Te amo Minho. Por favor, no me dejes solo.

La pequeña hora de visita para él casi terminaba, debía despedirse de él, aferrándose más a él para no hacerlo.

— Y yo a ti Jisung. Gracias por dejarme adorarte.

﹆ adore you | minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora