Había pasado una semana desde la primera vez de Jisung. Se sentía completamente extraño, había escuchado a varios de sus amigos contar sus experiencias con chicas y solo a Félix contar su experiencia con Changbin, había sido un tanto doloroso e incluso torpe a como en realidad se lo había imaginado, pero era Minho y con eso bastaba.
El día después de su regreso había visto a Minho en la universidad a la hora de la entrada, como usualmente se veían. Charlaron de manera normal mientras por la mente de Jisung pasaban las imágenes de la noche anterior y miles de preguntas acerca de lo que seguía más adelante ¿podrían ser novios? Quizá sí, era lo que más anhelaba en el mundo pero la forma en la que Minho comenzó a actuar con él destruyó todas sus esperanzas.
Toda aquella semana Minho no lo había llamado para esperarlo en la entrada e ir a sus clases, tampoco lo había acompañado a su casa o lo había llamado. Las pocas veces que lo vió sintió como si lo estuviera evitando, como si no quisiera verlo, incluso Minho dejó de asistir a varias clases aquella semana.
Se veía nervioso y perdido, nada comparado al Minho que había visto por primera vez en su salón el primer día de clases, el Minho rebelde que repetía cursos debido a que era un total distraído. Ahora esa capa de él se había roto por completo y ahora solo veía a un Minho débil a pesar de que unas noches atrás había sido todo lo contrario.
— Desde el miércoles no ha venido a clases, es viernes y no me ha llamado.— susurró Jisung sentado en su banco mientras Felix estaba sentado frente a él.
— Quizá está ocupado o tiene chequeos.
— Ni si quiera me ha dicho sí a ido a sus chequeos ¿será que no quiere verme? — Jisung abrió mucho los ojos sonriendo una punzada en su estómago. Todo cobraba sentido en su mente y sus esperanzas de nuevo se derrumbaban ¿será que todo lo que había pasado hace una semana había sido falso? Tenía tantas dudas sobre aquello, pero había accedido a ese gran paso porque era Minho, lo amaba realmente pero lo que estaba pasando le demostraba que el mayor no lo quería, después de todo jamás estaría a la altura de lo que Minho realmente gustaba.
— ¿Estás bien? Jisung — dijo Felix con su voz ronca u profunda sacando a Jisung de su pensamientos.
— Sí, todo bien, — susurró mientras abría su libro clavando la vista al frente sin expresión alguna — todo bien.
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Minho se había levantado aquel terrible día viendo en el teléfono mensajes que Jisung jamás le había dejado antes.
Desde aquel fin de semana que habían pasado juntos los sentimientos que tenía por Jisung eran más claros, pues anhelaba volver a tenerlo entre sus brazos, sentir aquellos labios besándolos tan torpemente pero también aquel lado tan íntimo e incluso atrevido que Jisung había dado a la luz por él y solo por él. Aún llevaba los pequeños arañazos que el menor había dejado en su espalda, sin embargo no podía dejarlo encariñarse con algo que no podría tener para él toda su vida. No podía y su forma de actuar con él pequeño lo estaba lastimando por dentro.
Entró nuevamente a aquel centro médico que tanto daño le había hecho a su vida en los últimos meses, habría deseado que Jisung estuviese a su lado, sin embargo no podía dejar que viera como poco a poco se iría apagando.
Estaba sentado a lado de su madre mientras jugaba con los puños de su sudadera viendo cómo había varios chicos y chicas de su edad y superando a la misma tortura que él. Muchos llevaban algunos gorritos cubriendo su cabezas tratando de ocultar quizá que su cabello ya no estaba ahí ¿el terminaría así también? Pensar eso provocaba que su estómago se revolviera, debía ser fuerte y no dejarse vencer fácilmente.
Después de unos minutos el doctor Park llamó para que Minho entrase a una sala con sillones y algunas personas sentadas en ellos con medicamentos inyectados en sus venas. Algunos dormían junto a sus acompañantes, otros leían o charlaban, otros la pasaban realmente mal soltando algunos quejidos. Parecía como un corredor de la muerte de aquellos documentales que había visto sobre asesinos alguna vez cuando era menor, todos sabían que irían a una muerte segura.
Se sentó en el sofá que el doctor Park indicó mientras una enfermera venía tras de él con un soporte para colocar la medicina que sería su peor pesadilla de ahora en adelante hasta el día en que pudiera aguantarlo o ya no lo necesitara.
— Solo unos miligramos más y está bien. Tiene 21 años y es su primer quimioterapia, así que eso está bien — dijo el doctor Chanyeol a la joven enfermera que colocaba las medicinas correctamente preparando el brazo de Minho buscando la vena correcta para colocar aquel medicamento.
— ¿M-me va a doler? — dijo Minho con temor al ver la aguja que estaba a punto de ser enterada en su piel.
— No, no va a dolerte. Solo durará un momento.
Lentamente aquella aguja fue entrando en su piel mientras lo único que podía hacer era apretar sus ojos. Él no había decidido parar así o quizá sí, después de todo no se había cuidado, pero aún así no merecía todo esto.
Levantó su vista logrando ver cómo pequeñas gotas de medicamento iban en camino a su vena por medio de una manguera delgada parecida a todos los pacientes de aquella sala.Las horas pasaban mientras su madre estaba a su lado y su cabeza estaba descansando en el hombro de la mujer que jamás lo había cuidado y con quien no había sido un buen hijo, juró jamás necesitar de ella o de alguien pero ahora necesitaba de dos personas, y una era Jisung.
Finalmente aquel líquido había entrado por completo en su cuerpo, agotándolo por completo. Caminaba del brazo de su madre sintiendo como sus piernas no respondían y se sentían como gelatina, además de que su cabeza daba vueltas y vueltas que no lo dejaban pensar con claridad. Tomaron un taxi y lo que Minho más deseaba en ese momento era llegar a casa sin saber que su verdadera pesadilla estaba por comenzar.
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﹆ adore you | minsung
RomanceJisung siempre fue un joven enamoradizo, inteligente y dedicado a lo que amaba, incluso si se traba de Minho. Minho siendo tan desinteresado partió miles de veces el corazón de Jisung en el pasado. ¿Que pasará cuando una terrible noticia junte a dos...