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Un Jisung de 13 años estaba realmente nervioso después de que su madre lo descubriera escribiendo algunas cartitas para la persona que le gustaba, ya que lo que a él le gustaba no era precisamente lo normal, ya que no le gustaba una tierna niña como la mayor parte de las personas querían. El gustaba de un niño un curso más grande que él, gustaba del enigmático Lee MinHo, con esos cabellos tan obscuros, esos labios, esos ojos que podría jurar y brillaban como pequeñas estrellitas.

Para su sorpresa su madre no se molestó con él, después de todo era su pequeño niño y lo apoyaría aún con las decisiones y gustos que tuviese. Eso lo había dejado más tranquilo y con todo aquello estaba decidido a declararle todo a su más grande amor. Cosa que no acabó como el habría imaginado, el amor apestaba y MinHo también lo hacía, después de dejarlo en ridiculo frente a todo el alumnado.

– Hey Han, lamento no haberme presentado a trabajar pero te prometo que hoy iré, gracias por cubrirme estos días.

– ¿Eh? A sí, no es nada.– la voz del chico en el cual pensaba lo sacó de sus recuerdos. Sonrió levemente mostrándole sus grandes dientes quitando esa sonrisa al ver una pequeña mancha en la sudadera del mayor, señalando esta.– tienes algo, ahí.

- Debe ser alguna mancha de salsa o algo por el estilo. - El mayor bajó la vista a su sudadera rápidamente notando una mancha que se estaba tornando cafesosa mientras se encogía de hombros despreocupado; no recordaba haber comido algo con salsa, o quizá era labial que alguna chica había dejado en ella, no había nada de raro en ello y no había por que preocuparse.

Los días pasaron y Minho cada vez se volvía más desobligado en cuanto a sus dietas y medicamentos. Estaba enfermo y él lo sabía, pero debía disfrutar su vida, después de todo era bastante joven y nada malo podría ocurrirle. Por otro lado, Jisung estaba bastante preocupado; quería a Minho quizá más que a el mismo, quería cuidarlo, protegerlo, curarlo, pero pareciera que a su mayor realmente no le importaba en lo más mínimo su salud.

Jisung llegó bastante cansado a su hogar después de su empleo de medio tiempo, Minho se había ofrecido a acompañarlo hasta su hogar pero se negó rotundamente ya que su mayor se veía bastante pálido y cansado aunque lo negase, quizá era su paranoia así que un camino en soledad de regreso a casa le ayudaría a pensar o distraerse de los líos amorosos que él mismo creaba en su mente referente a MinHo, aunque no negaba lo preocupado que estaba por él.

Como si fuese una adivina, su madre tenía preparada una rica cena que sabía vendría bien a su hijo. Si madre sabía de gran corazón que Jisung tenía y lo importante que era para él cuidar del chico del que, aunque lo negara, estaba profundamente enamorado. No le gustaba ver sufrir a su pequeño hijo y ella siempre haría cualquier cosa para ayudarlo.
Jisung sonrió ante que los pequeños detalles que su madre hacía por él, estaba tan agradecido con ella y por cómo lo ayudaba.

El celular de Jisung sonó por la madrugada causando que un sonido de molestia saliera de los labios de menor ¿quien demonios llamaba a las 2 am sabiendo que al siguiente día había escuela? Y para su sorpresa sabía muy bien quién era aquella persona.

– ¿MinHo? Que diablos... – musitó el menor con voz ronca debido a que seguía somnoliento, sorprendiéndose de que el mayor ni si quiera dejó que terminara de hablar.

– Jisung te necesito, necesito que... Necesito hablar contigo ahora mismo. Sal, estoy afuera de tu casa.

La voz de MinHo sonaba extraña, era firme pero extraña y causaba escalofríos al cuerpo de Jisung el cual estaba atónito ante aquello poniéndose de pie como pudo para dirigirse a su ventana y ver que efectivamente Lee MinHo estaba ahí.

– No te muevas, bajo enseguida.

Tomó un abrigo mientras se colocaba sus pantuflas bajando rápidamente sin hacer ruido para no despertar a su madre.
Afuera estaba helando y apenas había asomado su cabeza el aire golpeó su mejillas pero pareciera que a MinHo no le importaba o no sentía el frío.
Caminó hasta el mayor mientras notaba su mirada bastante perdida y el olor a alcohol que emanaba su cuerpo lo hacía querer vomitarse y retractarse de haber salido, era tarde y helaba pero algo lo hizo olvidar aquella idea ya que si cuerpo se paralizó al sentir un abrazo del mismísimo Lee MinHo. Sí, un abrazo; abrazo del chico del que estaba enamorado.

– Necesito... Jisung, yo... Yo no puedo más.– la voz del mayor comenzó a quebrarse mientras el agarre al cuerpo del menor se hacía más fuerte. MinHo estaba asustado, cansado y no tenia a quien más recurrir en todo esto. Su enfermedad avanzaba y el no lo sabía (o no quería hacerlo), verse cada mañana más débil, con más moretones y más hemorragias le aterraba y que su madre no estuviese para cuidarlo lo aterraba aún más. Ese chico débil no era él, no lo era.

Por otro lado Jisung estaba petrificado ya que jamás imaginó ver a MinHo llorando.
Como pudo llevó al mayor hasta el interior de su hogar, ya nada importaba, quería salvar a MinHo, protegerlo, cuidarlo, amarlo.
Ambos subieron las escaleras en dirección a la habitación de Jisung hasta dejar a su mayor sobre su cama, como pudo buscó ropa abrigadora para ponerle y mantitas para que estuviese cómodo.

– Ya MinHo, tranquilízate, todo esto pasará pronto ya lo verás -. Susurraba el menor mientras sentía nuevamente el fuerte abrazo de MinHo.

No necesitaban decirse alguna palabra, ambos entiendan a la perfección la situación, sabían lo malo que se avecinaba y el miedo corría por el cuerpo de ambos.
Ninguno de los dos habló durante la noche porque no lo necesitaban, solo necesitaban el calor y la seguridad que se daban de alguna u otra forma el uno al otro.

MinHo se sentía en paz junto a Jisung aunque le costara admitirlo o darse cuenta de ello. Se adoraban, se necesitaban pero era bastante tarde para ello.




¡hola bellezas! perdón por desaparecer y darles un mal capitulo :( pero las clases en línea me matan y últimamente he tenido bastantes problemas de salud, pero me hace feliz ver lo mucho que ha crecido mi primer historia y ver cuanto les gusta y el apoyo que le dan. 💗

cuídense mucho y espero vernos más seguido por aquí. 💛

﹆ adore you | minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora