<Narra Rengoku>
-pasa, te traeré algunas toallas- camine hasta llegar al baño- ahora un poco de ropa- susurre entrando al cuarto de mi hermano.
Busque un conjunto de los que le quedaban grandes a Senjuro y los deje en el baño, al regresar les di las toallas y ella me dio mi saco, le dije que la ropa estaba en el baño y ella se fue.
Me senté en el sofá y busque en la mesita de al lado un botiquín, lo deje en la mesa de enfrente y prendí la televisión, esta es la segunda vez que se queda, afuera empezó a llover por lo que no se podrá ir.
-qué bueno que mañana es sábado- susurre con una sonrisa- ahora que me acuerdo ¿Senjuro no se fue a la casa de un amigo?- me pregunte mirado a la cocina.
<Narra Gira>
Entre al baño y vi la ropa en la tasa del baño, me saque la ropa mojada y me seque antes de ponérmela, salí y fui a la sala para ver a Rengoku en la cocina haciendo algo, me acerque a él y vi que una llama enorme estaba en la sartén.
-¡¡¡Rengoku!!!- grite agarrando un trapo y poniéndolo encima de la sartén- ¡¿Qué tratabas de hacer?! Casi incendias toda la cocina- lo mire un poco asustada pero enojada.
-lo siento, trataba de cocinar pero siempre me pasa algo al hacerlo- me dijo con una sonrisa nerviosa.
-si no sabes cocinar dímelo, yo no me reiré- lo mire con una sonrisa y después mire las cosas sucias en la mesada- bueno, déjame a mí la cocina y tu lava los platos ¿sí?- el asintió y le di la sartén- primero que todo, lava esto, o si no se pegara- me di vuelta y agarre un cuchillo.
-las verduras están en el cajón de al lado de la heladera- me dijo apuntando en lugar con espuma en las manos.
-gracias- me acerqué y busque las cosas que necesitaba.
Empecé a cortar las cosas para un estofado, Rengoku me ayudaba con los vegetales, él puso la mesa mientras la comida terminaba de cocinarse.
-¡esta delicioso!- grito al probar el primer bocado.
-gracias, es la primera vez que le cocino a alguien que no sea yo- susurre sentándome al frente de él.
-¿y tus padres?- pregunto con la boca llena.
-no hables con la boca llena- lo rete y mire mi plato- mis padres murieron cuando tenía 7 años, ahora vivo con mis tíos, que son mi familia adoptiva, pero ellos trabajan tiempo completo y nunca están en casa- le conté mientras comía.
-siempre has estado sola- lo oí susurrar.
-si- sonreí un poco triste- aunque gracias a ti ahora tengo amigos y a alguien que me gusta- dije sin pesar dándome cuenta y viendo a Rengoku- lo siento, lo dije sin pensar, olvídalo- le mire u poco sonrojada.
-¿y quién es el afortunado?- me miro un poco serio.
El ambiente se sentía pesado, acaso hice enojar a Rengoku, que pasa si le digo que me gusta el, no no no no, mala idea, y si le miento diciendo que es Akaza, no, también es una mala idea.
-no lo conoces- que estoy diciendo.
-qué bueno, creí que estabas enamorada de ese pelirrojo- rio echándose asía atrás.
-¿he? ¿De quién?- lo mire sin entender.
-de nadie, de nadie- me hizo seña de que le restara importancia.
Después de cenar nos pusimos a ver películas, a él no le gustan las películas de terror pero a mi si, así que vimos una serie de un chico que casaba demonios, terminamos de ver la película por petición de el pero termino llorando.
-¿Por qué tubo que morir? Era tan buena gente, hasta al chico puerco lloro por su muerte- lloro abrazando un cojín gris.
-lo sé, lo sé, además, él se parecía mucho a ti y los otros a Zenitsu, Inosuke y Tanjiro- dije sobando su espalda aguantando la risa.
-deberíamos de irnos a dormir, se está siendo tarde- se levantó del sillón y me miro- dormirás en la habitación de Senjuro- me sonrió.
-está bien- lo seguí hasta el pasillo.
-esta es, espero que no te incomode- dijo dándose vuelta.
-no es nada, gracias- sonreí entrando.
Me saque la sudadera y apegue la luz antes de meterme en la cama, cerré mis ojos y trate de dormirme pero el sonido de los truenos era agobiador, pasaron unos minutos y me levante, abrí la puerta y fui al cuarto de Rengoku.
Toque la puerta y en unos segundos se abrió dejándome ver a Rengoku con su piyama y unos papeles en su mano, baje la cabeza avergonzada y respire hondo para hablarle.
-¿puedo dormir contigo? Odio las tormentas y no puedo dormir- lo mire un poco sonrojada.
-sí, pasa- se hizo a un lado para dejarme entrar- estaba ordenando unos papeles, solo acuéstate, en un minuto termino- dijo separando unos papeles en su escritorio.
-está bien- susurre escondiéndome entre las mantas.
Después de unos minutos él se acostó a mi lado, tenía mi cara oculta entre las mantas, pero sabía que Rengoku me estaba viendo, sentí como sus brazos me rodeaban y me abrazaba a él, saque mi cabeza de entre las mantas y lo mire.
-¿Por qué te dan miedo las tormentas?- dijo con voz cansada.
-me recuerda al día en el que perdí a mis padres, era una noche lluviosa y con muchos truenos, ellos nunca volvieron, por eso tengo miedo, miedo que desaparezcan la personas que quiero- dije ocultando mi rostro en su pecho.
-no tienes que preocuparte, yo nunca desapareceré- las lágrimas que mis ojos estaban escondiendo empezaron a salir- ¿Por qué lloras? ¿Acaso dije algo malo?- me miro con culpa.
-no, no dijiste nada malo solo… que siempre quise escuchar eso- seque mis lágrimas y lo abrase- gracias- susurre ocultando mi cara en su pecho.
-duerme, ya es demasiado tarde- susurro acariciando mi cabeza.
No sé en qué momento me dormí, tal vez estaba demasiado cansada, abrí mis ojos por culpa del sol, me senté en la cama y mire a mi lado encontrándome a Rengoku durmiendo, su cara parecía tan tranquila por lo que me acerque un poco más a él.
-te ves demasiado lindo al dormir, como quisiera tener mi celular para tomar una foto- susurre apoyando mis manos en el colchón.
-¿de verdad te parezco lindo?- susurro abriendo los ojos.
-¡haaaaaaaaa!- salte hacia atrás callándome de la cama.
-¿estás bien?- se asomó por la cama mirándome.
-solo me golpee la cabeza- susurre sobando mi cabeza- no asustes así Rengoku, casi me das un infarto- lo mire enojada y el solo me sonrió.
-lo siento- me miro con su sonrisa habitual- bueno, son las 10 de la mañana ¿Qué tal si vamos a comer?- salió de la cama dándome una mano para ayudarme a levantarme del suelo.
-está bien- sonreí tomando su mano.
Podría acostumbrarme a esto, pero, no quiero herir a Rengoku “le causas problemas a todas las personas que tienes a tu lado, por eso tus padres están muertos”, no quiero que termine herido por mi culpa.
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Hola hermosas personitas, lo siento por él retardo, la escuela es muy cansadora con las tareas(҂⌣̀_⌣́)
Espero que les haya gustadoಥ⌣ಥ
Tal vez él viernes publique él siguiente cap.Como ya saben(#^.^#)
Dejen su hermosa estrellitaSi tengo algún herror por favor diganmelo(⌒_⌒;)
Y gracias por tu corrección @nezuko-chan-uwu
Espero que todos la pasen bien y adiosಥ_ಥ
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•°𝘴ꪖꪶꪜꪖꪑꫀ°• ℜ𝔢𝔫𝔤𝔬𝔨𝔲 𝔜 𝔗𝔲 (FINALIZADA)
Hayran Kurgu𝙐𝙣𝙖 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙚𝙨𝙚𝙘𝙞𝙩𝙖 𝙖𝙮𝙪𝙙𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙨𝙪𝙨 𝙥𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙖𝙪𝙩𝙤𝙚𝙨𝙩𝙞𝙢𝙖 𝙮 𝙚𝙡 ú𝙣𝙞𝙘𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙖𝙗𝙚 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙙𝙤𝙡𝙤𝙧𝙤𝙨𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙚𝙨 𝙨𝙪 𝙥𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖, 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙩𝙧...