Entre dos Mundos

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Dahyun estaba encerrada en su casa revisando exámenes finales un sábado por la noche mientras bebía una botella costosa de vino y comía quesos y algunos snacks. Claramente no era el mejor panorama que tenía siendo sábado, pero era lo que tenía que hacer, al menos así, dejaba de pensar en Tzuyu y Chaeyoung. Si seguía preguntándose por ellas claramente se terminaría volviendo loca.

A eso de las once de la noche el timbre de su departamento sonó, miró la hora y no comprendía quien la necesitaría a estas horas. Se levantó, caminó hasta la puerta y la abrió.

-¡Oh!

-Hola – Tzuyu y Chaeyoung estaban de pie frente a su puerta - ¿Muy tarde? – preguntó la taiwanesa.

-Solo revisaba unas pruebas.

-¿Cenaste? – preguntó Chaeyoung.

-No, solo he comido queso y uno que otro snack.

-Eso está mal ¿Qué tal si te preparamos la cena mientras terminas de revisar? – Dahyun estaba en shock – de ahí nos podemos sentar hablar.

-Creí que habíamos hablado la última vez que nos vimos.

-Eso solo fue una conversación preliminar, permiso – Chaeyoung entró con dos bolsas. Una de ellas tenía alcohol y algunos snacks. La otra tenía carne, pollo y cerdo. Detrás de Chaeyoung entraba Tzuyu quien saludó a Dahyun con un beso en la mejilla izquierda rompiendo el hielo entre las dos. La bolsa que traía Tzuyu eran vegetales y mariscos – nosotras cocinaremos, no te preocupes.

-Ok.

-Simplemente termina lo que tienes que hacer – sugirió Tzuyu.

-Gracias.

Dahyun volvió a su mesa y se sentó a terminar las últimas pruebas que le quedaban sin dejar de mirar al dúo que estaba trabajando en la cocina. Le sorprendió verlas juntas llevándose bien, siempre había tenido la experiencia de ambas chicas discutiendo o simplemente ignorándose la una con la otra. Dahyun se sentó algunos segundos a observar a la expareja. Chaeyoung se notaba confiada al lado de Tzuyu y la taiwanesa, bueno, parecía perder toda su personalidad avasalladora que solía tener, al menos con ella.

-¿Qué tanto nos ves? – preguntó Tzuyu.

-Nada.

-No nos mientas, dinos – volvió a sugerir la taiwanesa.

-Son muy diferentes, ni siquiera me puedo imaginar como fue su relación.

-La verdad tener una relación con Tzuyu es fácil. Solo debes decirle lo hermosa que es, disfrutar sus excelentes técnicas en la cama y reírte de todo lo que haga o diga, nunca faltan las risas con ella.

-¿Quieres que me acueste con Tzuyu? – la pregunta de Dahyun tomó por sorpresa a Chaeyoung durante algunos segundos, pero se la esperaba después de todo.

-Tú puedes hacer lo que quiera, deja de pensar en mí si quieres dar ese paso con Tzuyu – la taiwanesa le sonrió y les dio la espalda para volver a cocinar. Después de esa intervención todo el lugar quedó en silencio y Dahyun pudo terminar de revisar sus pruebas.

-Terminé – afirmó en voz alta.

-Eso es bueno, nosotras también – Chae se acercó con una copa de vino para Dahyun – muero de hambre.

-Pues sentémonos.

La disposición en la mesa también fue extraña. La profesora de literatura se sentó esperando que ambas chicas se sentaran frente a ella, pero eso no ocurrió. Tzuyu y Chaeyoung al lado de Dahyun cada una, dejando a la chica entre ambas. Al principio la situación era extraña, pero Tzuyu hizo que todo el ambiente cambiara y la comodidad llegó en cuestión de tiempo.