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Sana le indicó a Momo donde era la clase de danza y que ahí podría a encontrar a Jennie, su amiga. La castaña no quiso ir sola así que espero que Sana terminará de hacer el papeleo como profesora de esta universidad. Mientras esperaba que la abogada saliera de las oficinas del recinto comenzó a recorrer la universidad. Se sentía rara al estar en este lugar. Las decoraciones e infraestructura se le hacían muy familiar.

-¿Qué pasa? – Sana apareció de un momento a otro.

-Nada, no te escuché.

-¿Qué mirabas?

-No mucho.

-Ven, te tan esperando – inconscientemente Sana tomó la mano de Momo y caminó con ella de esa forma por los pasillos largos de la universidad. La menor no podía dejar de mirar lo bien que calzaban las manos de ambas juntas, pero así cómo esa idea apareció en su cabeza, también se esfumó – llegamos – Sana volteó para ver a Momo y notó la mirada fija en su mano - ¡Oh! Lo siento, no quería incomodarte, yo...

-Está bien, no pasa nada. ¿Entro?

-Sí, entremos.

Ambas chicas entraron al salón de baile en donde Jennie estaba terminando de realizar una de sus clases. Sana llevó a Momo a un rincón del salón y se sentaron a observar como la clase terminaba. La abogada de vez en cuando observaba el rostro de la castaña y era increíble como todo su ser se iluminaba. Realmente amaba bailar, seguía amándolo sin importar cual fuese esta su número de vidas.

-Creo que terminó – Exclamó Momo.

-Sí, ya terminó.

Jennie se despidió de cada una de sus alumnas y dirigió su vista hacia su amiga y Momo, no podía creer que tuviera que hacer esto. Momo había sido su profesora hace 5 años atrás y ahora, el mundo se había volteado.

-Hola – saludo enérgicamente la castaña, Jennie pensaba que ese color de pelo realmente le quedaba bien, pero nada superaba el rubio.

-Creo que te quedaría mejor pintarte el cabello – Momo quedó sorprendida antes sus palabras – tu piel es clara, tienes un rostro hermoso.

-Yo... no... no lo había pensado.

-Hola Sana.

-Hola amiga mía.

-¿Qué me traes?

-Bueno, Momo quiere hacer una audición y pensé que tu podrías ayudar un poco.

-¿Bailas?

-Amo bailar.

-Bueno, la universidad está recibiendo postulaciones. Se supone que debes hacer todo el papeleo para poder llegar a esta instancia, pero supongo que tienes suerte de que Sana sea una de mis mejores amigas.

-Gracias, muchas gracias – Momo tomó las manos de Jennie y cuando lo hizo no pudo evitar sentir la misma sensación que sentía cada vez que besaba o se acostaba con Rose.

-¿Pasa algo?

-No... sólo... - Momo miró a Jennie directamente a los ojos.

-¿Por qué me miras así?

-¿Puedo comenzar a bailar?

-Sí, claro que puedes. Pondré un tipo de música y simplemente siéntelo – Jennie comenzó a caminar junto con Sana hacia el equipo de música – creo que sintió algo al darme la mano.

-También creo lo mismo, su reacción fue...

-Fue rara – Jennie buscó una canción específica – la colocaré ahora.

Entre dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora