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Yena llevó a Eunbi a tomar un helado a una de las heladerías que quedaban cerca de su departamento que su madre le había regalado cuando supieron la noticia de la universidad. También era un departamento que había compartido con su ex.

Eunbi le dijo que era mucho mejor que pidiéramos el helado en potes y lo tomáramos en su casa. La repostera estaba dispuesta a conversar por primera vez con Yena y no le pareció mala idea, intentar por primera vez, que la chica recordara.

-Tu departamento es muy lindo.

-Gracias, mi madre tiene buen gusto.

-Ya veo – Eunbi se paseo por el living del lugar y vio algunas fotos colgadas de sus amigas. A la pelinegra le parecía increíble que el destino hiciera que estas chicas se hicieran amigas en esta vida después de haber muertos.

-¿Por qué estas tan callada? – preguntó Yena.

-Es primera vez que estamos solas, realmente solas.

-No haré ni diré nada que te ponga nerviosa, no quiero que sea incómodo – Yena colocó el helado sobre la mesa y le pasó una cuchara a Eunbi – me gusta comer el helado directo desde el pote.

-No has cambiado por lo visto – el comentario hizo sonreír a Yena y Eunbi simplemente la miraba - ¿Por qué ríes? Ni siquiera entiendes de lo que hablo.

-Hay muchas cosas que no entiendo de ti la verdad, pero no me molesta la idea de haber coincidido contigo en otra vida.

-No tienes idea de lo que dices.

-¿No? Entonces... ¿Por qué no me lo explicas?

-¿Por qué tienes tantas dudas de un momento a otro?

-Porque me di cuenta de que todas mis amigas están confundidas y nerviosas por culpa de tus amigas ¿O me equivoco?

-No es como si fuera culpa de ellas.

-Cada vez que te he visto siento que no hablas, que tienes tantas cosas acumuladas que tienes miedo de comenzar a hablar porque no sabes como parar.

-Me caes mal Yena.

-La primera vez que te vi sentí que nos conocíamos de algún lugar. Nunca pude olvidar la manera en la que tus ojos se dilataban mientras me tenían en frente. Me pregunté si así debería sentirse cuando te gusta mucho alguien o amas a esa persona, pero entonces, llegué a la conclusión, de que jamás me había sentido así y nunca vi a mi expareja así tampoco. Al principio creí estar loca, me preguntaba constantemente que como era posible que una persona, a la que jamás había visto antes en mi vida, pudiera hacerme explotar en emociones que creí no tener.

-¿Cuáles eran tus respuestas a esas preguntas?

-Nunca las tuve. Claro, eso, hasta cuando escuché a Mina hablar con Jeongyeon de como se sentían con respecto a Nayeon y Jihyo. Ellas son la pareja más estable que he conocido en mi vida, jamás pensé que podrían llegar a separarse, pero bastó una semana y media para que todo se fuera a la mierda y aún así, ninguna de ellas se sentía mal, pero lo entendí todo cuando terminé con Yuri – Yena miró hacia el suelo – estoy segura de que le sigue doliendo más a ella que a mí.

-¿Qué es lo que realmente quieres saber?

-¿Estás dispuesta a responder todo?

-Creo que es momento de hacerlo después de todo, así que sí.

-¿Cómo nos conocimos tu y yo?

-Es... es una pregunta muy general. La primera vez que te vi fue hace 100 años atrás y desde ese momento, por una extraña razón que no entendía, hasta que te perdí en tu vida anterior.

Entre dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora