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Mientras Sana trabajaba leyendo algunos informes que le habían llegado a su buffet, el sol entraba por las ventanas de su oficina y podía sentir el calor que emanaba desde el exterior. Había llegado el verano y la pelirroja amaba el verano, especialmente, cuando tenía a alguien que no salía de su cabeza.

Taeyeon había estado las últimas dos semanas de viaje. La pelirroja no quería aceptarlo, pero creyó que Tae no volvería a contactarse con ella después de la última vez que se vieron. Claramente era una persona ocupada, viajaba por el mundo y tenía mucho dinero, bastante, a decir verdad.

-¿Qué haces llamándome? – contestó Sana su celular.

-¿No puedo llamar a mi mejor amiga?

-¿Qué es lo que necesitas?

-¿Sabes qué día es?

-Es viernes.

-Es un viernes de verano ¿Sabes lo que significa?

-No, no tengo idea.

-¡Oh vamos! Debemos salir a bailar.

-Olvídalo, tengo mucho trabajo Nayeon.

-Tengo que revisar pruebas de 7 cursos diferentes, define trabajo – Sana sonrió – sólo será un rato, lo juro. Irán todas las chicas.

-¿Eso incluye a Wendy?

-No es mi culpa que tu chica esté haciendo dinero por el mundo.

-No es mi chica.

-Sí, claro, lo que digas.

-¿Irá Wendy?

-Sí, consiguió entradas para el pub, así que te necesito ahí junto con todo el resto de las chicas.

-¿Ya hablaste con ellas?

-Lo haré.

-Me pasas a buscar.

-Lo haré.

-Nos vemos en la noche.

-Te quiero lista a las 10, nos vemos hermosa.

Sana cortó el teléfono mientras sonreía a la pantalla. Inconscientemente, su cerebro comenzó a extrañar a Momo. Odiaba que le pasaran estas cosas, odiaba lo mucho que su cuerpo aún recordaba y anhelaba que estuviese viva y disfrutando la vida ahí con ella, pero claramente eso no era posible.

-¿Sana? – su secretaria golpeó la puerta.

-Sí, dime.

-Eunbi está afuera, dice que necesita verte – la abogada frunció el ceño, Eunbi no es venir al buffet.

-Hazla pasar y no me pases ninguna llamada.

-Claro – luego de algunos segundos Eunbi entró con su rostro lloroso y todo el cuerpo le temblaba.

-¿Estás bien?

-¿Me ves bien? – Sana se levantó y caminó para abrazar a su amiga.

-¿Qué es lo que ocurre?

-No se lo que me pasa, creo que me he vuelto loca.

-Eunbi... no te estoy entendiendo.

-Estaba en mi tienda preparando todo para abrir y comenzar a vender mis tortas y pasteles. Estaba feliz Sana, estaba feliz porque por fin, después de mucho tiempo, siento que las cosas están funcionando para mí.

Entre dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora