Cuando el auto de Dahyun llegó al estacionamiento del edificio de Mina, Sana dejó escapar todo el aire que había estado conteniendo en sus pulmones porque no tenía idea de le diría a su mejor amiga cuando la vea.
-Dile a Tzuyu que baje, que la estaré esperando.
-Ok.
-Tranquila Sana, las cosas mejoraran, ya verás.
-Ojalá mejoraran ahora ya.
-No valdría la pena si fuera tan fácil.
Sana salió del auto de Dahyun y caminó hasta el ascensor principal del edificio y subió hasta el nivel 10. Cuando las puertas del ascensor se abrieron había una pequeña aglomeración de gente fuera del departamento de Mina. Lo primero que pasó por su cabeza fue que Nayeon había hecho algo muy malo, así que decidió correr y empujar a toda la gente que la estorbaba en su camino.
-¿Qué pasó?
-Nada, que los vecinos se están quejando por ruidos molestos – habló el conserje.
-Lleva con esa música desde las 5 de la mañana, hemos golpeado la puerta, llamamos a la policía, pero nada. Creemos que quizás ocurrió algo.
-¿Me pueden dejar sola con ella? Soy su mejor amiga, puedo hacer que abra la puerta – la gente comenzó a dispersarse y Sane sonrió en forma de agradecimiento - ¿Nayeon? Soy Sana, estoy acá – la música bajó de un momento a otro.
-¿Sana? – la pelirroja podía reconocer la voz borracha de la pelinegra.
-Sí, soy yo – la puerta se terminó por abrir de par en par.
-Entra, rápido.
Nayeon abrió la puerta rápidamente y de la misma forma la cerró. Sana logró echar un vistazo rápidamente al departamento de Mina y se sentía como si hubiese pasado un tornado por este lugar. Habían pedazos de vidrios por todos lados, pétalos de flores, agua, comida, alcohol. El olor a alcohol era insoportable.
-Sabía que no me ibas a fallar – Nayeon abrazó a Sana por detrás – Mina... ella... ella salió, pero va a volver, me dijo que lo haría – la pelirroja sintió como su corazón se rompía por dentro - ¿Por qué volverá verdad? Ella no se iría, no me dejaría. Me dijo que me amaba, hicimos el amor... yo... Mina... - Nayeon comenzó a romperse frente a Sana sin importarle absolutamente nada. Podía sentir como le faltaba la respiración, como sus rodillas comenzaban a perder fuerzas, todo su mundo estaba cayendo frente a ella y no tenía idea de como parar de sentirse así.
-Nayeon... ¿Te puedo abrazar?
-¿Por qué me abrazarías?
-Porque también desperté sin Momo hoy día. Tengo una sensación de mierda en todo el cuerpo que no me deja en paz. Quiero cerrar los ojos y pensar que todo esto es una maldita broma, pero no lo es. Hay una pequeña parte de mi que sabe que no lo es, por mucho que quiera negarlo, por mucho que quiera soñar despierta, sé que no lo es. Sé que Momo no está y que Mina tampoco.
-No, cállate, ella no es así.
-Mina y Momo se fueron de este mundo Nayeon, lo sabíamos, sabíamos que esto pasaría.
Nayeon parecía estar teniendo una lucha interna con sus pensamientos y sus emociones. Al parecer no podía ponerse de acuerdo y su ingesta de alcohol le distorsionaba la realidad.
-¿Me puedes abrazar?
-Si, claro que sí, por algo somos amigas.
Sana abrazó a su mejor amiga mientras que hacía acto de presencia Tzuyu con ropa limpia y una taza de té. La taiwanesa miró la escena con dolor, su amiga estaba mal y no recordaba haberla visto de esta manera anteriormente. Ni siquiera puede imaginarse como estará Jennie que estaba sola.

ESTÁS LEYENDO
Entre dos Mundos
FanfictionUn castigo divinos hace que dos bestias del inframundo, que antes fueron ángeles, paguen con su corazón todas las malas decisiones que tomaron en sus largas vidas. Claro está, que no todas las decisiones que tomaron fueron malas. Ambas bestias creía...