8

339 48 0
                                    

Mina se caracterizaba por ser un poco más paciente que el resto de las bestias. Podía discernir mejores las situaciones, y, por ende, tomar mejores decisiones, pero no así Momo. La profesora de danza comenzó a lanzar todo lo que encontraba alrededor de su departamento, Mina trataba de calmarla y detenerla, pero no podía. Ella era consciente de lo que era capaz su mejor amiga si no lograba controlar todas sus emociones. No sólo ella corría peligro, si no también, el resto de las personas que la rodeaba.

-Tienes que calmarte – Mina la tomó con todas sus fuerzas desde los hombros – los vecinos comenzaran a reclamar y no es bueno para ti.

-¿Por qué estas tan tranquila? – Mina se dio cuenta que no recordaba la última vez que había visto a Momo llorar - ¿Quieres ver a Nayeon con otra persona acaso?, ¿Harás lo que nos pidieron? Porque yo no, no pienso asesinar a Sana – Momo hizo una pausa – ni mucho menos ahora... ahora... ahora que sé la verdad-

-Creo que es necesario que te tomes unos días, Sana no se acordará de nada de lo que pasó acá y lo que le dijiste – Mina hizo una pausa - ¿En qué estabas pensando cuando le contaste?

-En ella – las rodillas de Momo perdieron fuerza y cayó al suelo arrodillada – en lo bonita que se veía con sus mejillas ruborizadas por el alcohol, en que moría de ganas de dormir con ella, en que mi cabeza no podía dejar de imaginarse a su lado durante años. La impotencia de saber que jamás podría estar con ella más adelante me hizo cometer esa locura, pero no me arrepiento.

-Jeongyeon podría haberla matado por ese error...

-Jamás lo hubiese permitido – interrumpió la profesora de danza – si lo hubiese hecho, me hubiera encargado de cortar a Jihyo por pedacitos.

-No digas eso.

-Es la verdad Mina – Momo levantó la cabeza – Sana es importante, siempre lo fue, y ahora entiendo por qué. Nos conocemos sólo hace días, pero esa conexión siempre estuvo. Creí que podría llegar a ser la mejor amiga de Dahyun o algo por el estilo, pero no, resultó ser que es el amor de mi vida.

-Sé que es difícil.

-No sabes, no lo sabes porque no tienes que asesinar al amor de tu vida con tus propias manos.

-No lo harás.

-Sé que no podría hacerlo, es estúpido tan sólo pensarlo.

-¿Qué harás con tus poderes? – Momo se quedó en silencio.

-Creo que necesito tomarme un descanso de la universidad, tengo que dejar de ver a Sana aunque sea una semana. Necesito pensar.

-¿En qué?

-En si quiero seguir esta misión.

-¿Qué?

-Prefiero morirme infeliz eternamente antes que hacer esto Mina.

-Pero Sana... ¿Ni siquiera lucharás por ella? – Momo comenzó a reírse irónicamente - ¿De qué te ríes?

-¿Realmente crees que con todos los ángeles, humanos, niños que hemos asesinados, Dios nos dará esa oportunidad? Prefiero vivir en el infierno antes de hacer esto.

-Es tú última oportunidad Momo.

-Al parecer tu lo tienes más claro que yo.

-Voy a luchar por Nayeon – Momo se quedó en silencio – voy a luchar por ella y haré todo lo posible para poder vivir en la tierra a su lado. No importa que es lo que tenga que hacer o cual sea la promesa que tenga que realizar, pero quiero pasar tiempo con Nayeon, no sólo ser su profesora. Muero de ganas de conocerla, de saber cuales son sus comidas, películas, países, libros, juegos, música favorita, todo eso quiero. Tengo esta oportunidad y la aprovecharé.

Entre dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora