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Sana había pasado la noche en la habitación de Nayeon viendo videos antiguos que solían grabar cuando estaban solas en alguna habitación de alguna de las casas de las chicas. Fue lindo y emocional verlo, era increíble como cambiaban tanto las cosas en 4 años. Sana sabía perfectamente que hace 4 años, el mismo mes que conoció a Nayeon, comenzó a trabajar de prostituta, recordaba haberse sentido aliviada de tener a la pelinegra en su vida, pero se les había olvidado un detalle a ambas, las niñas crecen emocional y corporalmente, la chica de cabello rubio recordó la primera vez que se sintió incomoda al dormir con su mejor amiga, había algo que no la dejaba tranquila. Se había dado cuenta de que Nayeon estaba un poco pegajosa con ella. La llamaba todos los días más de tres veces al día, solía mandarle regalos a la casa, le compraba el almuerzo en la universidad y Sana no aguantó más, tuvo que preguntarle si era verdad lo que ella sentía y pensaba, Nayeon ya no podía seguir ocultándolo más, creyó que Sana le correspondería, después de todo, ella fue la primera en tocar el tema de las dos, pero no fue así. Nayeon recordó la forma en que sintió como su corazón se rompía en dos pedazos cuando Sana le dijo que no sentía lo mismo por ella y que dejara de comportarse de la forma en la que lo estaba haciendo, porque la ponía nerviosa e incómoda. La pelinegra sintió vergüenza y fue ese sentimiento, el que hizo que se terminara alejando de su mejor amiga todo este tiempo.

Nayeon salió con Sana de su casa después de tomar desayuno con su madre mientras recordaban viejas anécdotas. Ambas chicas se sentían extrañamente nerviosas, aunque nada se comparaba con lo de anoche, tuvieron que dormir juntas en el cuarto de la pelinegra y en la misma cama, Sana no estaba segura de sí era una buena idea, pero con el tiempo logró relajarse y dormir. Dentro de ella había tranquilidad por como estaba recuperando a Nayeon, no iba a mentir, estaba feliz de volver a tener a su mejor amiga a su lado.

Al llegar al campus universitario, Jihyo y Chaeyoung estaban esperando a Sana en la esquina de siempre y Jennie y Tzuyu a Nayeon en la puerta de la universidad.

-No pensé en esto – susurró Sana.

-¿En qué?

-En que nuestras amigas se llevan mal.

-No me importa, eso no tiene porque ser problema nuestro – Sana miró a Nayeon – ya perdimos mucho tiempo tratando de odiarnos, si ellas tienen un problema, pues que lo resuelvan.

-Im Nayeon siendo madura, quien lo diría – Nayeon sonrió ante ese comentario y luego sintió que alguien la estaba mirando. Miró hacia su izquierda y vio a Mina y a Momo sentadas en la entrada de la universidad mientras la profesora de baile prendía un cigarro - ¿Qué ves? – preguntó la chica de cabello rosado.

-Ellas son raras – Sana siguió la mirada de Nayeon - ¿Crees que sean pareja?

-No lo sé, no lo había pensado.

Las amigas llegaron a la entrada de la universidad junto con Chaeyoung y Jihyo que no decían nada, simplemente existían en el lugar. La estudiante de literatura se dio cuenta de que Tzuyu estaba a pequeños metros de ella y que sí o sí tendría que saludarla, estaba odiando a Sana en estos momentos ¿Por qué no le había mandado un mensaje avisándole? Así hubiese sido menos cómodo.

-Hola – Jennie saludo sonriente a Jihyo, Sana y Chaeyoung - ¿Por qué llegan juntas?

-Sana y yo hablamos – Nayeon quería aclarar la situación de inmediato – estamos en proceso de volver a llevarnos bien – Chaeyoung no pudo evitar mirar a Tzuyu y la taiwanesa le devolvió la mirada – sé que hay situaciones entre Chae y Tzuyu, pero espero que puedan comprender la situación.

-No hay problema por mí – Chaeyoung fue la primera en hablar – sé que le harás bien a Sana, te ha echado de menos.

-¿Cuándo dije que la extrañaba?

Entre dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora