Nayeon despertó antes que Mina lo hiciera. Pudo sentir el brazo de su profesora rodear sus caderas y su cuerpo pegado al de ella. La pelinegra se esforzó para que su corazón no comenzara a latir sin su permiso, pero era imposible. En cuestión de segundos, notó como el sudor se apoderaba de ella – tengo que salir de esta cama – salió sigilosamente y caminó hasta el primer piso para ir a la cocina. Después de tomar de la forma en que lo hicieron ella y Sana era obvio que amanecería con hambre y sed.
-No puedo simplemente hacerme desayuno para mí e ignorar a Mina, después de todo, es dueña de la casa.
-¿De verdad creíste que no te sentiría si me abandonabas en la cama? – Nayeon se ruborizó – es muy temprano para ruborizarte.
-Yo... lo siento... sólo tengo hambre.
-Entonces déjame cocinar para ti.
-No, no es necesario, me vestiré y comeré en casa – la pelinegra pasó por el lado derecho de Mina sin hacer contacto visual, pero su profesora de medicina tenía otros planes. La bestia tomó su antebrazo derecho, abrió las piernas y acomodó a Nayeon entremedio de ellas.
-Pensé que querías pasar más tiempo conmigo, al menos eso es lo que me dijiste anoche.
-Anoche dije muchas cosas.
-Así es.
-Fue... fue... yo...
-No te atrevas a echarle la culpa al alcohol Nayeon.
-Lo siento, estoy nerviosa.
-Deja de estarlo, no tienes porqué estar nerviosa cuando estés conmigo, no hay necesidad de estarlo.
-¿Es una broma verdad?
-¿Por qué crees que bromeo?
-Eres mi profesora, llegué a tu departamento borracha, me puse celosa cuando vi a esas dos chicas en tu living, dormimos juntas y ahora me cocinarás.
-Woow, espera ¿Estabas celosa?
-Yo... no... olvídalo, de verdad, olvida todo lo que te dije.
-Eres muy graciosa – Mina bajó sus manos hasta apoyarlas en el trasero de Nayeon sin apretar, simplemente las tenía encima – tienes un trasero muy lindo, puedo admitir eso.
-Basta – Nayeon trató de zafar de sus brazos, pero fue imposible – no hagamos esto más incomodo de lo que ya es.
-Nayeon...
-Sé que no podemos tener nada, estoy muy confundida en estos momentos.
-¿Qué es lo que necesitas?
-Respuestas, respuestas que sé que no tendré, pero que tienes.
-Hace algún tiempo cometí este mismo error, la verdad es que suelo repetirlo una y otra vez a pesar de saber cuales serán sus consecuencias.
-¿De qué estás hablando?
-¿Crees en las distintas vidas?
-¿Reencarnación y ese tipo de cosas?
-Es más que sólo reencarnar, literalmente estás viviendo una vida nueva.
-No puedo decir que si, pero tampoco que no.
-Ok, entonces... ¿Qué pasaría si te dijera que tú y yo nos conocemos de otra vida? – Nayeon no podía creer lo que escuchaba – sabía que no me creerías, pero es verdad.
-No juegues conmigo.
-No lo hago, querías respuestas, bueno, esa es la primera respuesta que te daré.
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Entre dos Mundos
Fiksi PenggemarUn castigo divinos hace que dos bestias del inframundo, que antes fueron ángeles, paguen con su corazón todas las malas decisiones que tomaron en sus largas vidas. Claro está, que no todas las decisiones que tomaron fueron malas. Ambas bestias creía...