Carter
Dejo el celular de lado luego de enviar el último mensaje, porque no estoy convencido de si aquello vaya a malinterpretarse.
No mentí. Es la verdad, pero también estoy consciente del trasfondo que puede encontrarse en mis palabras. Y conozco las consecuencias. Así que recapacitando aquello, y sabiendo que no puedo ofrecerle a Jules más que mi amistad, vuelvo a tomar el celular para justificarme, sin embargo, en el momento que entro en la conversación su respuesta llega.
¡Maldición!
Jules: No hay que sentir culpa. Soy encantadora por naturaleza 😉
Me río con ganas, y el peso que sentía sobre los hombros se esfuma, mientras tecleo una respuesta. No sé qué tiene Jules, pero me es fácil interactuar con ella, porque se siente tan genuino, como si nos conociéramos de hace mucho y no solo un mes.
Yo: No puedes robarte mis expresiones.
Jules: Perdón, pero a mí también me lo dicen seguido. No eres el único con admiradores.
Yo: ¿Cuándo se volvió una competencia?
Pero de serlo, yo soy mucho más encantador.
El malestar en la boca del estómago delata que detrás de lo que he escrito hay algo más. Cómo el saber si en verdad hay tantos detrás de ella.
No sería una sorpresa, Jules es una chica bastante guapa. Su sonrisa sincera y su actitud risueña conquistan a cualquiera, puede que incluso a mí si no me cuido lo suficiente.
Jules: Sigue soñando, Carter
Lanzo un suspiro y un extraño sentimiento se agolpa en mis manos mientras intento escribir una respuesta. Pasan varios segundos, hasta que esas extrañas cosquillas se pasen.
Yo: Es la verdad, no un sueño, Jules
No sé ni por qué sonrío, ni mucho menos el por qué he entrado a mi galería para volver a ver la foto que ella ha enviado.
Es divertido llevarle la contraria, pero estoy consciente de lo encantadora y guapa que es. ¿Cómo he dicho que voy a ser su amigo si ella sonríe siempre de esa forma?
No hay forma en que esto salga bien, pero tampoco quiero dar marcha atrás. No quiero que Jules se aleje, pero tampoco sé que voy a hacer si luego de un tiempo quiere algo más, algo que yo no puedo ofrecerle.
En el pasado ha sido fácil despedirme de las personas que han buscado algo conmigo, porque la química nunca explotó como lo hace ahora. Hablar con ella es adictivo y fácil. Y eso me asusta.
No sé cuándo comenzó a gustarme el masoquismo.
El estruendo de la puerta de mi habitación siendo abierta, hace que bloquee el celular con rapidez y lo lleve contra mi pecho.
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La Voz de Julieta
JugendliteraturUna niñera busca superar su miedo a cantar, mientras trata de no enamorarse de su encantador vecino, en una realidad donde una App determina quien tiene el talento para dedicarse a la música. **** Julieta ha soñado con cantar desde que tiene memor...