Una niñera busca superar su miedo a cantar, mientras trata de no enamorarse de su encantador vecino, en una realidad donde una App determina quien tiene el talento para dedicarse a la música.
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Julieta ha soñado con cantar desde que tiene memor...
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Julieta
—¡Por acá, señorita Esparza!
Me giro hacía la fotógrafa detrás de los cordones de seguridad en la entrada del hotel donde es la fiesta, con una sonrisa que demuestra la añoranza que me genera estar aquí y que disimula lo mucho que me duelen los dedos de los pies, a pesar de que a penas y he caminado con estos zapatos.
Los flashes me ciegan como en la alfombra roja, pero puedo soportarlo por otros cuantos segundos antes de que una de las chicas que organiza el evento, me guíen dentro del lugar. Me despido con la mano de quienes aún gritan mi nombre y el pecho se me infla de emoción. No creo que en algún momento esto pueda dejar de hacerme ilusión.
Cuando lo imaginaba antes de irme a dormir, nunca creí que se sentiría tan bien y al mismo tiempo que fuera tan abrumador, pero eso sí, no deja de ser alucinante.
—¿No te has quedado ciega? Yo aun veo luces de colores frente a mis ojos —juega Aisha en cuanto llega a mi costado. La sonrisa en su rostro opaca el cansancio que dijo tenía dentro de la limosina. Sonrío ante ese recuerdo, porque incluso rememorar la clase de vehículo en el que me he movilizado esta noche, causa que quiera volver a pellizcarme para saber si es verdad.
—Te acostumbrarás —expresa Brandon mientras caminamos hasta el salón indicado. Todo en este lugar grita costoso y clase alta—. Recuerda, el mentón en alto. No estamos entre los diez mejores de la noche, pero casi. El número doce, está bien para solo haber ensayado tres semanas —me da un apretón en la mano que consigue que me sienta mejor conmigo misma—. Pero la próxima semana sí que debes estar allí. Tu participación esta noche suma puntos, que no se te olvide.
Las calificaciones no se basan solamente en la voz, para eso ya está la VoireApp. Todos estamos al tanto de nuestro talento, por eso las notas de los jueces se enfocan en cosas que no lo involucran, como soltura sobre el escenario, carisma en las interviews, presencia en los eventos sociales, desenvolvimiento detrás de las cámaras, imagen en los medios y las redes sociales, aspecto, esencia e interacción con el público.
Ahora que lo pienso, el subtítulo perfecto del concurso debería ser: "El ganador será quien mejor venda durante estos meses", pero eso seguramente rompería con la ilusión.
—Bienvenida, Señorita Esparza. Su mesa está por aquí.
Espero que mi voz se haya escuchado con fuerza en cuanto le he agradecido, pero es que mis ojos están maravillados con el salón y la decoración. Luce como si alguien lo hubiera sacado de una fotografía de Pinterest.
Las comisuras me tiemblan mientras camino por el lugar, y trato de no perderme un solo detalle. Varios de los participantes y su equipo ya están en sus lugares, también los jueces, organizadores y algunas celebridades e influencers importantes del momento.
Mientras esperamos, aprovecho para tomar algunas fotografías. Le tomo algunas a Aisha y ella me toma unas a mí, mientras Brandon se encarga de mover sus cartas para presentarme a las personas pertinentes. Intento causar la mejor de las impresiones, sonriendo y memorizando todos los nombres y caras que puedo. Hacerlo calma mis nervios, que aún revolotean alrededor de mis entrañas.
