Una niñera busca superar su miedo a cantar, mientras trata de no enamorarse de su encantador vecino, en una realidad donde una App determina quien tiene el talento para dedicarse a la música.
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Julieta ha soñado con cantar desde que tiene memor...
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Carter
—¿Cuánto tiempo queda? —Dasher luce ansioso, aunque trata de ocultarlo dando órdenes tanto como puede.
—Cuarenta y cinco minutos para que el programa de inicio.
Me desparramo sobre mi asiento. Si bien acompañarlo es satisfactorio, también es tedioso. Hay demasiado ruido para poder leer, y los nervios por verlo sobre el escenario tampoco me dejan concentrarme del todo.
Tampoco el saber que a partir de hoy las cosas podrían volverse un poco más tensas. Jules y mi hermano se han mantenido a raya en las pocas ocasiones en que se han topado por los ensayos, pero sé que en cuanto ambos se suban al escenario, van a hacerme escoger un bando.
No quiero pensar tanto en ello, pero es algo que va a suceder tarde o temprano y tendría que estar preparado para afrontarlo con madurez.
Desbloqueo el celular en cuanto la pantalla se enciende anunciando un mensaje nuevo de Jules. Es una fotografía suya en la que puedo ver con más detalle la parte superior de su vestido. Me quedo sin palabras, al observarla en ese vestido gris lleno de transparencias, como a ella le gustan.
Super estrella: Estoy por salir, deberías ir sintonizando el programa para deleitarte por completo.
Aunque sé que lo ha dicho en broma, me lo tomo en serio. Jules es un espectáculo que no me perdería por nada en el mundo.
Yo: Cómo mandes, hermosa.
Ya no hay una respuesta de su parte, y tengo su excusa en cuanto entro a la página del programa y la observo descender de la limosina con una sonrisa gigantesca en los labios en cuanto el público estalla en vítores y gritos llenos de efusión, como los que hubieron en cuanto Dash llegó.
Mi hermano saludó a los fanáticos de lejos, no solo porque le cuesta caminar con las muletas, también porque Adolfo no quería que se esforzara más de lo debido. Esto no le sentó nada bien. Puede ser un engreído de lo peor, pero también le gusta convivir con las personas que lo apoyan como toda una celebridad.
Julieta en cambio, se acerca a la vaya más cercana para tomarse algunas fotografías, luciendo increíblemente espectacular en ese vestido.
No mintió con lo de deleitarme, aunque es poco con todo lo que siento al verla. Mi corazón no cree resistir con tanto.
—Julieta Esparza se tomó en serio lo de robarse los shows. ¡Mira ese vestido! —La voz de la presentadora se escucha de fondo, mientras un pequeño recuadro la capta a ella y su compañero.
—¡Esas aberturas en las piernas, con esas botas de cuero...! ¡Wow! ¿La vistió Alice Grayson? ¿No?
—Claro, solo ella podría diseñar un vestido así de espectacular, y Julieta sí que sabe cómo lucirlo. Más allá de verse radiante, parece salida de un cuento de hadas con esa capa y el corte del vestido.
