C U A T R O

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—Katsuki te reclamo como suyo en tu tierra, pero aquí los omegas deciden quien será su alfa.

Shoto estaba sentado en su cama, aún con el cabello húmedo por el clima no había visto necesidad de secarse por lo que iba esperar a que lo hiciera solo.

Tenía al alfa en su cuarto, a una muy considerable distancia, aún no le había pedido su capa y estaba buscando un momento para dársela.

—Si estas de acuerdo Katsuki empezará a cortejarte. Al final del mes tu decidirás si lo aceptas o no como tu alfa.

—Eso no resuelve que vayamos a dormir separados.

—Cierra la boca. —Le regaño la mujer con una amenaza de gruñido vibrando en su pecho.

—Si dormimos separados ¿Cuál es el problema?

Ambos dejaron de pelear con la mirada cuando la aterciopelada-pero aterrada- voz de Shoto se pronunció. La reina iba a hablar con tranquilidad este tema, pero Katsuki se le adelantó.

—No sabemos si tenemos espías aquí, un traidor como quieras decirle. Si van a contarlo a tu pueblo, o cualquier otro, dirían que esto es una farsa, ademas-

-Pero es decisión tuya. -Interrumpió la Reina. -No importa lo que decidas, puedes irte o quedarte a ayudar a que tu pueblo sea libre. De todas formas, voy a protegerte.

Shoto lo pensó unos segundos, no estaba acostumbrado a tomar decisiones, en su casa solo podía pensar en un quizá pero nunca podía emplearlas.

—¿Y si... Solo duermo ahí? Y por el día estar aquí. O como decidan ustedes, yo aceptaré.

Madre e hijo compartieron una mirada. Eso no sería suficiente.

Tener que explicarle todo al omega sería largo, hacerle entender que aquí era un lugar en donde estaría cómodo como mínimo sería difícil. Mitsuki estaba cansada, el viaje, hablar con el Rey y su horrible consejo que no hacíanas que verle el pecho le trajeron dolor de cabeza más de una vez. Quería dormir en su nido, su Rey ya estaría ahí y estaba tan cerca.

—Yo me quedo con él. Vete a descansar. —Ofreció Katsuki después de notar que acariciaba su espalda baja cansada.

Al menos podría jactarse de que crió un buen alfa, amargado, griton y testarudo, pero era bueno y atento. Sonrió mientras le acariciaba una mejilla con cariño.

Le apretó una de las mejillas en un pellizco algo brusco.

—Tenle paciencia, es casi un niño en este mundo. —Su hijo arrugó el ceño ante su toque. —Una sola queja Katsuki y te mano a talar árboles con Midoriya.

Shoto apartó la mirada cuando el alfa empezó a gruñir molesto.

—Shoto la cena se sirve a las 7, pero como vamos a descansar la pediré una horas mas tarde. —Se acercó y pasó una mano por sus cabellos aún húmedos. —Hay fruta en la mesa de allá, puedes comerla y no tienes que pedir permiso.

El omega asintió débilmente mientras su mirada se giraba a la mesa de fondo que parecía más un escritorio.

La mujer se retiro dejándolos solos. Se acercó hasta uno de los guardias del castillo que vigiliba la zona del príncipe para indicarle que nadie podía pasar, a excepción de Kaminari, y que este atento al omega de la habitación.

—Voy a ser claro y tal vez lo repita dos veces ¿Bien? —Katsuki seguía de pie, conservando su distancia con el omega.

Shoto asintió mientras bajaba la cabeza, no estaba Mitsuki y no sabía que podía hacerle el alfa.

Savage [Bakutodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora