EPÍLOGO

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Anidar hace referencia a manterse en ese lugar seguro por un tiempo. Solo entre familia.

Si no comentan lloro
















Cuando su sensación de hambre se hizo más grande, como si un huevo se hiciera en su vientre, se preocupo y grito de dolor cuando tuvo que sostenerse del escritorio de su alfa para no caer.

Desde el inicio de la tarde había notado retorjijones en vientre pero eran ligeras y desaparecían al cabo de unos minutos. Por lo que se sentó toda la tarde en su nido en silencio.

Quién abrió la puerta no fue Sero, porque no estaba en el castillo, sino Ochako que llegó con Eri tras ella y que la mandó con una de las sirvientes a la cocina cuando lo vio.

—Cielos, este cachorro se burla de mis visiones.

Ni quería preguntar que quería decir con esas cosas, estaba ocupado teniendo un bebé como para jugar a las adivinanzas con ella

Se sentó unos minutos pero el dolor iba y venía cada cierto tiempo, ella controlaba eso anotandolo en una libreta que era de Izuku. Que tampoco estaba.

Todos sabían que se iba a desatar una guerra tarde o temprano, había pueblos puritanos, aún más que en el de Shoto, que no estaban de acuerdo con lo que estaba pasando y la gente que no quería que las cosas cambien conspiraban en los pueblos como informantes delantando algunas debilidades, a eso había que sumarlo los ancianos que competían algo de poder como pasaba en el pueblo de Shoto, que tenían todo tipo de información y poder a mano. Iban ganando, eso decía Ochako casi todos los días, pero la veía algo nerviosa estos últimos días y él estaba muy ocupado rezando para que Katsuki, su familia y todos estén bien mientras estuvieran batallando.

Katsuki era un líder nato, fue criado para eso y tuvo los mejores ejemplos de sus padres para eso. Por eso, todos los Bakugo estaban en batalla al frente junto a sus guerreros más fuertes dándolo todo.

Lloro toda la noche antes de que Katsuki partiera, ya tenía su vientre enorme y se aferro con todas sus fuerzas a uno de los collares de Katsuki esa noche.

Pero él prometió que volvería. Y jamás le había roto una promesa.

Uraraka no dijo nada más luego de lo que se le escapó, porque era cierto, ese bebé escapaba tanto de sus visiones porque se suponía que Shoto diera a luz con Katsuki a su lado vivo.

Izuku ni siquiera había utilizado su lazo para comunicar hace más de 20 horas, algo estaba pasando y no tenía idea por primera vez en su vida.

Recuerda cuando vio a Shoto en sus visiones la primera vez, temeroso y luego saltaba a cuando estaba dirigiendo en el trono.

Pero no recordaba si Katsuki estaba a su lado.

Eran sus nervios, lo sabía bien, había espacios en blanco siempre en sus visiones que eran muy obvias por lo que no se mostraban. Pero la situación sobrepasaba sus propias emociones, ella supo desde niña que no iba a tener la oportunidad de dar a luz nunca y por lo tanto se mantuvo alejada de estas cosas. Pero no había nadie más cercano para ayudar a Shoto.

Denki estaba cansadisimo siempre por cuidar a su cachorro sólo porque Sero no estaba, Mina se había ido al pueblo de Kirishima junto a su cachorro pues se negaba a dejarlos sin protección que el considere buena, a pesar de que Katsuki ofreció que se quedarán en el castillo.

—Oh, Dioses...

Salió de sus pensamientos cuando vio a Shoto apoyado en una pared y con las piernas empapadas.

Si Katsuki iba a llegar tenía que ser ya.

Grito con todo lo que pudo para que se apresure las omegas parteras mientras hacía que Shoto sollozando se acueste en su nido.























Savage [Bakutodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora