V E I N T I T R É S

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A Shoto le daba miedo salir, se sentía observado y Denki se mantenía alerta, ambos de igual forma decidieron no caminar mucho por su estado ¿Que iban a hacer dos omegas embarazados si algún loco salía de la nada?

Estuvo bien saliendo un par de días, luego se negaba a salir aún cuando Katsuki le acompañaba y prefería quedarse en el nido viendo a Katsuki trabajar o se distraía con los nuevos libros que le traían, porque ya había terminado todos del estante y su alfa le había preguntado que preferia leer para que no se aburra.

Comía más, sentía más y a veces se enojaba hasta cuando una almohada se movía del lugar de su nido.

Ahora mismo, estaba quitándose la capa de su alfa de los hombros para hacerla a un lado. La sentía pesada y quería descansar.

—¿Qué pasa?

— Nada. Sigue trabajando.

Katsuki levantó su cabeza luego de terminar de firmar el último documento del día, sólo vio al omega frunciendo el ceño mientras se acomodaba de costado.

—¿Todo bien?

—No es nada, continúa.

—¿Que quieres? Dimelo.

Shoto suspiro mientras cerraba los ojos concentrándose en no enojarse.

Porque realmente no era nada, se quería dormir luego de almorzar muy bien y Katsuki simplemente estaba siendo el único obstáculo entre el y su siesta al ser un alfa sobreprotector.

—Nada. Me voy a dormir.

—Espera. Voy a dormir yo contigo.

Durmió bien, obviamente pero había algo que no le gustaba en el alfa desde hace días, porque como ahora se mantenía mirando su barriga con anhelo.

Parecía triste a veces pero sólo bastaba mirarlo para que cambiara su cara y empezaba a mimar lo lo mejor que podía, porque aunque Shoto aún se sonrojada con besos en su espalda con cicatrices viejas Katsuki era alguien que ciertamente no había sido criado para expresar sus emociones libremente más allá de lo que le indicaba su cultura.

Y no es que se quejara, le gustaba Katsuki con todos y cada uno de sus defectos, le encantaba que con todos fuera extricto y hasta pasaba por gruñón, pero con él se soltaba, quitaba su ceño fruncido y decía groserías libremente quejándose de todo lo que podía en su día y Shoto no se cansaba de mirarlo y felicitarlo por sus logros del día. Veía sus hoyuelos en las mejillas a diario, antes, porque ahora lo veía preocupado y esa mirada que le lanzaba a su vientre estaba empezando a ser... intrusiva.

Según Sero ya no había nada de que preocuparse, pero ¿Por qué? Dudaba qué sus reglas tan antiguas cambiaran, por más que Masaru sea bueno con él sabía que no pasaría por encima de las costumbres de su pueblo para protegerlo. De igual forma, aún había la orden de que permaneciera todo el tiempo con Katsuki y mejor si era en su habitación.

Entonces eso hacía que Shoto sólo sospeche más y más de cualquier persona en el castillo.

—Alfa.

Solo hizo ruido con la garganta para indicarle que tenía su atención. Seguía tocando su vientre con concentración.

—¿Por qué miras así mi vientre?

—Nada, Shoto. Solo me emociona.

—Uhm.

Mientes, pensó.

Pero lo dejaría pasar, porque lo veía preocupado, porque podía sentirlo en la madrugada levantarse y quedarse sentado en su lado mientras le miraba y luego se acostaba, cuidadoso, pensativo y en silencio le abrazaba ocultando su cabeza en su cuello.

Savage [Bakutodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora