D&S

4.4K 507 123
                                    

A Denki le gustaba el pueblo, mucho, y le gustó mucho mas cuando inició la edad en la que podía ser cortejado.

Apenas su padre le dio la tobilleras de los 15 años salió corriendo y prometiendole a su mamá que se cuidaría de los Alfas y que no volvería tarde.

— Hola, Sero.

—Hola, que lindo estas, mi amor.

A Denki le ganaba la risita tonta cuando era llamado por apodos cariñosos.

Ambos antes se iban al bosque, a esconderse y darse un piquito lejos de los ojos de los mayores que les decían que tenían que esperar a crecer un poco más. Bakugo les decía lo mismo pero era más fácil a Denki hacerle ojitos a su amigo para que este se vaya luego de decirle a Sero que lo cuidara.

Ahora podía tomar su mano en público, sin embargo había que esperar un poco para ser algo formalmente frente a los demás, porque según ellos iban a permanecer toda su vida juntos y con varios cachorros.

—Oye idiota, tu tatuaje es en 20 minutos. —El heredero del trono venía con tres patos al hombro y cuatro liebres en su mano libre.

Otro gran caseria, sumando puntos para su tatuaje de líder de emboscadas.

—¿Te van a tatuar?

—Así es. Era un sorpresa. —El alfa miró mal a su amigo que empezaba a limpiarse con el agua del río la sangre que había caído por su espalda. —Yo, uhm, no quería ir con tus padres antes de tener algo que ofrecerte.

—¿De qué es el tatuaje? ¿Agricultor, maestro? ¡¿Vas a ser doctor?!

Katsuki se trago una risa. Adoraba las peleas tontas de pareja y como los Alfas terminaban agachando la cabeza por su omega, afortunadamente él no iba a pasar por eso aún.

—Voy a ser guardia.

Se le borro la sonrisa en automático. Entonces, iba a pasar todo el día en el castillo, lejos de él, porque Denki quería ser maestro y la escuela estaba a una considerable distancia.

—Pero-entonces ¿Quieres estar lejos de mí?

—Oh, Denki. —Sero tomó las mejillas de su omega cuando sus ojos habían empezado a lagrimear. —Es todo por ti. Un agricultor gana poco.

—Pero tiene comida siempre.

—Bueno si... un doctor estudia por muchos años.

—Pero gana mucho y trabaja cerca.

—Para un maestro se necesita mucha paciencia.

—Pero tu eres bueno, y estaríamos cerca.

Bakugo se terminó de lavar y se puso de pie, mirando como el omega ya estaba llorando a lagrima viva como si Sero se fuera a morir por cuidar un pasillo.

Si había una guerra tal vez si, pero quién los iba a atacar cuando ahora eran básicamente hermanos con la Tribu de dragones.

—¿Te vas a tatuar o no? Quiero una nueva línea en mi brazo, así tomo tu turno.

Sero le gruñó y el otro alfa solo rodó los ojos mientras se cargaba los animales en las manos. Iba a dejárselos a Uraraka luego de que la anciana cuente cada uno de ellos y vea su buen trabajo, la linda bruja sabría que hacer con carne tan tierna.

—No quiero ¿Y si hay una guerra?

—Si hay una guerra entonces yo les daré el triunfo. —Sero se distrajo cuando Denki dio un pisotón en un berrinche, su brazalete sonó como un recuerdo del porque se había casi matando entrenando día y noche. —Podré darte una casa, comida, joyas y todo lo que quieras en poco tiempo.

Savage [Bakutodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora