S E I S

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Mitsuki, como siempre, entro sin llamar a la habitación de su hijo. Se le había hecho tarde para un compromiso con los dragones y no daba señas de querer despertar, estaba acostumbrada a oir sus gritos en la mañana por cualquier cosa, a verle devorar su desayuno para irse corriendo a volar con su dragón.

Sabía de sobra cómo era su hijo, un carácter horrible que se guardaba para sí mismo y no dejaba que salga mucho a luz, porqué podría ser temperamental pero antes que nada era el futuro líder. Por eso dejaba que saliera cuando quisiera a volar, porque de otra forma Katsuki habría terminado gritándole a quien se le cruce por enfrente.

Nadie debería gobernar a base de miedo.

Apenas puso un pie dentro sintió como todo su enojo subía hasta su cabeza.

-¡Alejate de Shoto! -Gruñó protectoramente mientras se acercaba al nido. Al nido. -¡Lo primero que te digo que no hagas y...!

-¡No lo toque!

Ambos se sorprendieron ante la voz de Shoto, que para empezar era lo más fuerte que le habían oído gritar, también porque había reaccionado justo después de que ella tiro de la capa del alfa y a unos centímetros de darle un golpe en la cabeza a su hijo que había empezado a gruñirle igual. Con el grito de Shoto cualquier indicio de que el rubio iba a gruñir desapareció.

-No le hice nada. -Renego el alfa apretando sus puños, quería rodear a Shoto por la cintura hasta atraerlo a él.

-¡Cómo quieres que no piense mal cuando el niño apenas...! -Mitsuki se paso una mano por el rostro. -Shoto, lo lamento, pero ayer me pedías permiso para ir al baño, ahora te veo con mi bruto hijo así, y yo... creí que él...

-No. Él no me hizo nada. Como dijeron que debía dormir aquí...

Mitsuki suspiro una vez más. Miró como Shoto acomodaba la capa de su hijo en su nido, como una nueva manta, estiraba la tela con sus manos y parecía buscar la forma de dejarla como más le guste.

-No vuelvas a tocar su nido.

-Vas tarde. Kirishima debe estar esperándote. -Frunció el ceño al mismo tiempo que Katsuki abría levemente los ojos. Hasta se le había olvidado. -Shoto baja a desayunar. Hoy tenemos crema con fresas.

Con esa la mujer salió, dejaria que esos dos se arreglen. O más bien, que Katsuki tenga que explicarle a Shoto que no había hecho mal con solo respirar cerca de él.

El alfa se levantó y corrió al baño, dejando a un Shoto despeinado y con las mejillas rojas al darse cuenta que había dormido en su pecho desnudo, en algún momento debio moverse hasta terminar así.

No parecía ofendido, mucho menos molesto. El aroma que dejaba salir era como tranquilidad.

Espero a que el alfa saliera y le dijera que hacer hoy.

Katsuki salió a los pocos minutos. El omega le miraba con intensidad, esperando órdenes.

-Voy a ir con Kirishima.

Le vio asentir ligeramente.

-Necesito mi capa. Puedes venir conmigo.

Kirishima resultó ser un descendiente directo de los dragones, agradable, efusivo y había descubierto que tenía un cachorro con una beta, igual amable y de piel oscura que cargaba un niño en sus brazos en cuánto llegaron.

-Esos dragones deberían estar listos.

-Lo siento, pero están siendo algo difíciles.

Katsuki entrecerro sus ojos.

Savage [Bakutodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora