Una flor recta

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Jareth:

El Magnánimo Consejo de Ancianos ha tomado la decisión unánime con respecto a su corona, debido a la renuncia del actual rey... balbuceo unas palabras más mientras sus ojos recorrían a toda prisa el papel. 

Atentamente,

Consejo de Ancianos del Underground

- ¿Qué dice? Jareth estaba serio y bastante confundido, tratando de juntar sus ideas, volvió a leer la carta

- ¿Qué Dice? Me estás asustando

-Nos están citando para explicarnos lo que el maldito consejo decidió, o es muy bueno o muy malo.

-Cariño no te preocupes, dijo la castaña tratando de calmarlo.

-Tengo un mal presentimiento de esto- Suspiro llevándose las manos a la cabeza -Casarte conmigo debe ser lo peor que te ha pasado, conocerme, lo de tus padres, traerte acá, poner en riesgo tu vid... el indice interrumpió sus palabras repletas de miedo.

- Te amo y es lo único que cuenta, sea lo que sea, no creo sea peor de lo que nos ha sucedido

-No entiendo por qué les cuesta tanto explicarnos en esta maldita carta- Aventó un puñetazo al aire mientras tiraba la carta Sarah puso sus manos abiertas mientras el papel caía suavemente en sus tersas manos-Jareth... -Gimoteo la joven...

En un parpadeo el reloj apuntaba las 12 en punto, un rubio enajenado en su furia bajaba de su carruaje gris, en su mente acudían flashazos de sus recuerdos aquella vez que leyeron la mencionada misiva, no se había percatado que Sarah se estaba desvaneciendo. - ¡Jareth! Gritó logro decir apenas, saliendo del trance al Goblin viendo que delante de sus narices su amada desaparecía - ¡Sarah! ¡No, no! Al caer la hoja se remarcaron unas letras en rojo -"La joven Sarah Williams permanecerá como garantía de que contaremos con su presencia, hasta entonces" Jareth estaba a punto de ir a matar a todos no podía contener su furia, recordaba en su caminar ese momento que casi sale con un cuchillo en mano pero por suerte su hermano llego justo a tiempo antes que ocurriera una tragedia, cualquier cosa que intentará ante el consejo sabía que no daría resultados puesto que ellos juntos eran mucho más fuerte que él.

El tan ansiado día llegó como en aquella carta le indicaba:

Presentarse en el Palacio de los Sabios a las 12:00 en punto.

Jareth lucia su cabello más salvaje que nunca, esta visiblemente molesto, se vistió todo de negro y una capa de franela, el latón jalado por caballos lo llevó hasta el lugar donde se llevaría la reunión, descendió ante el Palacio del Consejo -Recuerda que debes pensar bien las cosas antes de lanzar alguna maldición- le aconsejó Allan.

-Como sea- dio pasos agigantados y firmes, con un ademán abrió las puertas, estaba dispuesto a que corriera sangre, tres ancianos, incluidos su abuelo se encontraban sentados en un trono, en trío de sillas blancas, tan blancas que ofendía y hacía competencia con el sol.

-Mi esposa ¿Dónde está? poniéndose de frente y sin titubear. 

-Vaya que encantador Rey eres Jareth

-MI ESPOSA... ¿DÓNDE ESTÁ? Pregunto subiendo el tono de su voz. 

-Antes o después deberías intentar controlar ese carácter, sabes perfectamente bien que no tienes nada que ganar, al contrario, tienes tanto por perder, mejor te sientas, le dijo Velmont en tono desafiante, giro su mano trayendo hacia Jareth una silla la cual prácticamente lo obligo sin remedio a sentarse.

-Bien... dijo el rubio en tono tranquilizador, respirando profundo, como una especie de mantra para no dejarse perder los estribos.

-Tú y tu esposa rompieron varias reglas del Reino Goblin, quiero que sepas que, aunque yo te perdoné, las reglas son reglas y no hay modo que se pueda romper con esto ya que han sido las tradiciones y las tradiciones han hecho este reino lo que es hasta hoy. Terminando con un tono lúgubre mientras los otros dos ancianos afirmaban con la cabeza, en modo tenebroso - ¿Dónde está el niño?-

- ¿Qué?

-El chiquillo, el pequeño rubio que se parece mucho a tu padre.

- ¿Tobby?

-Si. Tobby

- ¿Qué tiene que ver él en esto?

-Haremos un trueque, un cambio, verás me das al niño para que sea el futuro rey, alguien sin mancha, sin un pasado turbio y nosotros te devolvemos a Sarah, tu amada y hermosa esposa ¿Qué dices?

- ¡Noo! Por favor Tobby no, Sarah había logrado zafarse de su centinela quien la tenía oculta, para lograr interceder por su pequeño hermano, las esmeraldas de Sarah se llenaron de lágrimas -No... es lo único que queda de mi familia-

El corazón de Jareth se apretujo –Absolutamente no- dio unos pasos flotando dirigiéndose hacia donde estaba su esposa, obviamente ningún guardia se opuso.

- ¿Estás bien? No te lastimaron, sino se las verán...

-Estoy bien, estoy bien, pero ellos quieren a Tobby, el trío de ancianos, de pie no decía nada, pero su pose decía más que mil palabras con  la misma prepotencia que poseía Jareth, no había duda que corría por las venas la misma sangre de aquellos viejos.

- ¿Qué quieren a cambio de mi esposa y Tobby? Les dejaré el reino y todo libre si eso es lo que quieren.

-Queremos un rey, pero no a cualquiera, queremos a Tobby.

-Por favor Velmont, no, no me hagas hacer algo que no quiero y no puedo darte, es el hermano de mi esposa. 

-24 horas para decidir Jareth- los tres viejos lanzaron una especie de hechizo, el cielo se cubrió como una especie de domo, era obvio, jamás saldrían del Underground con Tobby y solamente tenían 1 día para decidir que hacer, salieron del palacio lo más pronto, con el alma en un hilo - ¿Dónde está Tobby?- la gran interrogante de Sarah, en una hábil maniobra Jareth lo había enviado a esconderse a un lugar donde nadie sospecharía, el carruaje dio una vuelta regresando al palacio de los viejos, se acercaron a un muro cubierto de rosas, Jareth  las contó, tomó una en especifico en sus manos, estaba completamente enraizada, la estiro y logro ponerla recta, haciendo que una reja se divisara en el jardín del palacio, un goblin venia acompañando a Tobby  -Esta a salvo, Jareth... no sé como agradecerte- mientras abrazaba a Tobby

-No tienes porque agradecerme, soy yo quien tengo que agradecerte por tolerar todo esto... Sarah, te diré algo y necesito de tu apoyo.

-Claro que si...

-No será fácil... tendremos que dejar a Tobby.

-¿Qué? pero

-No, no, no con ellos, acá pero, no sé como serán estos días, si Larx era malo, mis familiares, mi sangre, mi abuelo principalmente es peor. Afirmo con la cabeza, tratando de no llorar mientras Tobby regresaba con el goblin al castillo

-¿Y ahora qué haremos?

-Debemos actuar rápido y ser más astutos que ellos, se creen muy sabios pero no saben lo que les tengo preparado... 

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2022 ⏰

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