Capítulo XII: No imploro. Quédate.

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Aterrizando en un campo de verde hierba mezclada con los fríos copos de nieve los viajantes descendieron del ave

-Pach no puede con el frío. Regresa pequeño y cuida a papá y a mi hermano-

-Es una hermosa ave-

-Es la mejor y más fiel –

-Es una hermosura- la castaña admiraba al ser cuando al lado paso un molesto soberano

-¿Jareth?

El rubio daba instrucciones a unos goblins –Si querida Sarah dime-

-Es sólo que...-

-¿Se te ofrece algo? Al parecer no- se adelantó frente a él -Porque actúas como idiota–

-Tienes razón, soy un idiota. Di órdenes para que un grupo de Goblins nos esperarán en el cruce de Landgard, allí tendremos provisiones en el pueblo- dijo en voz alta sin más que decir, se dirigieron a descansar algo para su viaje

-Jareth debemos hablar- insistió la chica

-Sarah ha sido una noche difícil, descansa y hablaremos-

-Pero...- el rubio ni se inmutó

-Déjalo, ya se le pasará, es sólo temporal – perdiéndose ante la mirada de los demás, le dijo Allan alejándola de él.

Sacó de su mochila que los Goblins le habían llevado su equipo de maquillaje patrocinado por Claire, no necesitaba pero se retocaría los labios y resaltar sus verdes ojos, salió de la tienda de acampar con un vestido de acampar con un vestido color corinto cual princesa disfrazada de campesina, como si flotará frente al pensativo rubio fingiendo ayudar con la leña, Jareth trato de ignorarla pero era imposible al ver que todos los Goblins la seguían con la mirada admirados de su belleza, sin el más mínimo toque de sutileza intento arrebatarle los trozos de madera -Déjame te ayudo- Sarah lo ignoro como él lo estaba haciendo desde un principio -Sarah ¿Me escuchas?-

- Si – respondió cortante

-Ok bien quieres hablar hablemos- alejándose de la vista de los demás

-Nunca pensé que fueras un enfermo celoso-

- No lo soy, es sólo que contigo...yo... esto no me pasaba, es nuevo para mí-

-¿Nunca lo habías sentido? Negó con la cabeza -Jamás-

Recordó que aún debía ganar la discusión -Y lo peor fue escuchar a Rose sin mis explicaciones

-Rose no tiene nada que ver aquí, esto es entre tú y yo muchachita-

-¿Ah sí? Dijo objetándole de frente, tentándolo

-Respóndeme algo-

-¿Qué?

-¿Te gustó besarlo?-

-Ok estás loco- sin querer seguir discutiendo pretendió dejar al soberano hablando sólo pero él la regreso con una mano en su cintura

-Dime, quiero que me digas-cada vez más arrinconándola

- Eso es estúpido. Lo hice para huir ¿Entiendes? De no haberlo hecho eso me hubiera matado- deteniéndolo a duras penas con sus delgadas manos haciendo que retrocediera

- No lo hubiese permitido-

- No estabas allí- ya sin más argumentos y sin camino para seguir retrocediendo

Más Allá De El LaberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora