Capítulo XXVI: Algo Para Recordar.

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Justo pocos minutos después, un elegante vehículo se detenía al frente de una casa blanca en los suburbios de Connecticut.

—Bueno Tom acá es— en las gradas una barandita de madera del mismo tono, Tom intranquilo bajo del coche

-¿Te acompaño jefe?

-No, no, quédate acá- Se arreglo el saco y el cabello, se echo el aliento verificando no dar una mala impresión, hundió el anular en el timbre, aclaro la voz; una mujer colocha de entrada edad se asomó a la ventana

-¿Si? ¿Diga?-

-Disculpe ¿con los señores Williams?-

-¿Qué quiere?-

-Perdón señora, mi nombre es Tom Jones, necesito hablar con alguno de ellos-

-No están, váyase – el rubio se sorprendió por la manera tan tosca de echarlo

-Señora ¡Señora!, lo siento no puedo, debo hablar con alguien de la familia- esbozando esa bella sonrisa

-No

-Por favor

-Lárguese o llamo  a la policía-

-Perdón, solo debo hablar con ellos, no les quitaré más de 3 minutos-

-¡Que nooo! lárguese o llamo a la policía-
-Está bien, bien… "Vieja loca" - murmuro bajando las gradas, pensativo empezó a rodear la casa buscando alguna  ventana por donde entrar u algo parecido, sin percatarse empezó a levitar - Qué demonio...- Volvió a poner los pies en el suelo tambaleándose –Okaaaaaay, esto es raro- Se quitó el saco aventándolo al suelo, trepo el árbol  preparándose  para llegar a una de las habitaciones, la mas cercana estaba como a 5 metros de distancia, pero algo le decía que lo lograría -Bien- froto sus manos ansioso -1, 2, si esta largo  el salto y 3- El rubio prácticamente floto como fantasma, abriendo con un toque las ventanas de aquel cuarto, todo era como un Deja Vú, las cortinas,  la casa, el aroma, el bebé... Esperen "Un bebé", se acercó lentamente a un niño que dormía tan apacible " Tom " se inclinó frente al pequeño para observarlo mejor, al verlo una gran tranquilidad y serenidad lo invadió, levanto la mirada, habían dibujos, fotografías, detuvo su vista a un adorno en cuya leyenda se leía -¨Toby¨- sus pupilas se dilataron, tomo  el marco para ojearlo mejor, estaba aquel rostro femenino, Sarah junto al pequeño, ella lucía sonriente con unos globos, el pequeño Toby junto a ella se carcajeaba.

-¿Jareth?

El hombre dejo caer la foto, estrepitosamente girando para acercarse al pequeño.

-¿Qué? ¿ qué dijiste?-

-Jareelth, Jareth, Jareth- dando brinquitos sobre la cama.

Jareth ese es su nombre, aquello había sido una epifanía, como si lo hubiesen regresado a la vida, su estómago era un remolino de emociones, los ojos se le nublaron casi dejando caer una que otra gota salada en su perfecto rostro.

-Si pequeño Toby, ese soy yo- besando las manos del chiquillo mientras le respondía con una risa, lo cargo dándole vueltas, las lágrimas del Rey Goblin rodaban sin parar, lo abrazo fuertemente y el rubiecito se carcajeaba

–Enano, como has crecido, tu hermana estaría feliz de verte- Algo lo detuvo,  un presentimiento extraño, se acercó a la puerta del corredor escucho ruidos que venían de la cocina

–Alto allí- la voz del señor Williams logró distinguir

-Ssssh quédate acá, no digas nada ssshh- dejando al bebé en el mismo lugar
Jareth bajo las gradas sigiloso

–No siga-  un frío ya conocido le recorrió el cuerpo, se dirigió hacia donde provenía la discusión.

-Lo siento suegros por borrarles la mente ups-

-Karen llama a la policía yo lo vigilo- Karen tomo el teléfono sin éxito se mareo y cayó como saco de patatas al suelo igual que el señor Wiliams yacian inertes en el suelo.

-¿Qué demonios hiciste? ¿Larx?-

Escupiendo el jugo de naranja que había tomado mientras discutía con  la pareja ahora desmayada

– ¡Que me parta un rayo! ¡JARETH! Estás vivo-

tomándolo por los hombros, mientras se le dibujaba una sonrisa.

-¿Larx, qué haces acá?-

-Aaaah ya veo, no recuerdas todo, pensé te había dado suficiente… bueno esta vez me asegurare de que no recuerdes nada- carcajeándose mientras echaba unos granos desconocidos al jugo de naranja en su mano, el hombre rubio retrocedió empujando al ruin Larx 

– ¿Qué les hiciste?-

-Les borre la memoria, igual que haré contigo- inició con un pequeño jarrón agarro desprevenido  las manos lanzando unas llamas a la mesa de la cocina, haciendo que Toby empezará a llorar en la habitación dónde estaba.

– Aaaah ¿Un bebé?- 

-Larx, fue suficiente, de esto- el pelinegro seguía carcajeándose vilmente mientras se preparaba para echarles llamas a los señores Williams tendidos en el suelo, cubriéndolos con una especie de cortina hecha de cristal logro protegerlos momentáneamente

– ¡No!- los flashazos de la ola y de Larx estaban regresando, había recordado a aquel despreciable ser y sus fechorías, pero su magia aún no del todo, Larx salvajemente empezó a lanzarle fuego, Jareth desapareció en el aire junto a la pareja dejándolos en la grama sobre la calle  regreso por el mini rubio corrió  como pudo hacía la ventana con la oportuna acción de salir de la casa justo cuando esta estallo,  los pedazos de techo salieron por los aires y los señores Williams seguían inconscientes en el suelo, Michael corrió a auxiliar a Jareth(Tom aún para él)

-¡Woooww! ¿Qué pasó? ¿Oye te encuentras bien?-

-Si- cof cof

-¿Qué pasó? ¿Y esos hermanos en el suelo? santo cielo un bebé blanco. Oye esto me va a meter en verdaderos problemas-

-Tenemos que llevarlo con nosotros-

-¿¡Qué!? ¿Estás loco? Por esa explosión nos van a dar cadena perpetua-

Tocando el hombro de Michael mientras yacía aún tirado, al fondo unas sirenas –No puedo dejarlo, ellos no lo reconocerán y lo perderemos, es hermano de la mujer que amo… debemos llevárselo a su hermana-  Gruñendo el moreno acepto ayudando a levantarse al rubio

–Apresúrate que vienen los bomberos- Se llevaron a Toby y los desmayados quedaron sobre el pasto, aparentemente no del todo sanos pero salvos.

El apartamento se alumbró, el bebé estaba durmiendo en los hombros del rubio y Michael hacía un espacio en el sillón de la sala recostándolo, ambos hombres se permanecieron ilusos viendo al pequeño 

-Necesito fumar-

-No vas a fumar acá-

-Necesito hacerlo Tom-

-No me llamó Tom- el mulato lo vio desconcertado  -Recordé que mi nombre es Jareth-

-¡Pufff! y quieres que no fume, realmente necesito un cigarro- Jareth hizo un gesto irritado cruzando los brazos

–Esa basura te va a matar-  Michael se deslizo contra la pared, parecía agotado

– ¿Sabes cuantos policías vendrán a buscarnos? y ese niño en el sofá Tom… Jareth como te llames…-

-Me iré está noche con el niño, tú toma algo de dinero y veté si tienes que hacerlo… yo trataré de arreglar esto de alguna u otra manera y no te meteré en problemas - el Rey Goblin se dio la vuelta.

-Jareth…-

-¿Si?-

-¿Recuerdas cuando me conociste?- pregunto mientras se sobaba la cabeza, se miraba algo agitado y confundido

-Fue acá ¿No? Cuando empezaste a trabajar conmigo-

-Mjmm no, acá empecé a trabajar contigo pero conocerte, fue hace 28 años en aquel país olvidado de Dios, en Mali, sobre la región montañosa, ibas pasando con tus botas y un traje muy llamativo blanco, ibas acompañado de un hombre alto muy parecido a ti solo que más bajo y joven- Jareth empezó a recordar esa tarde que conoció al pobre Malawi Akwe

–Me pediste monedas. Tenías qué... ¿4 años?-

-Me creía el Robín Hood de aquel lugar, aquel hombre y tú se sorprendieron de cuanto conocía aquella selva a mi corta edad-

-Mi hermano Allan...- con un dejo de melancolía 

-Ayudaron esa vez al pueblo con unas bolas de cristal y me llevaste a un tipo de palacio cuando tu hermano pidió a los Goblins me llevasen, pase los mejores 5 años de mi vida, entre gnomos, tus gritos, las travesuras de los otros niños, los bailes... Pero un dí decidiste que era tiempo y me mandaste acá arriba, con una familia adoptiva, tu hermano me dio un durazno mientras no dejaba de llorar...-

-Michael ¿Cómo recuerdas todo eso? ¿Por qué ahora...?


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