Capitulo XXV: La Búsqueda.

139 14 0
                                    

Unos piecitos caminaban tropezándose rápidamente sobre la gradas del Palacio Imperial de Larx, un pequeño se asomó por la ventana con mucho esfuerzo tratando de encontrar a Larx con la mirada sintió como una mano lo tomaba por sus ropas

–Enano malo morir- 

-¡No! No, no, espera, espera, quería limpiar las ventanas pero soy muy pequeño-

-Enano mentir- exclamo el gigante- abanicando un gran mazo

-No miento, vaya ¿que tenemos aquí?- Sacando una gema detrás de  la oreja del gorilón, asombrado este lo dejo caer riéndose torpemente.

-Enano saco cosa brillante de mí- los demás se acercaron para ver el truco, el pequeño froto sus manos soplándolas apareciendo una larga cinta de tela tirándola al aire convirtiéndolas en monedas, los torpes gigantes se codeaban de felicidad al ver tanto brillante junto, la criatura hizo unas señas con las manos dando paso a otros 2 goblins que caminaron detrás del barullo tratando de pasar desapercibidos dirigiéndose rápidamente a una torre blanca que yacía sola en medio de un gran jardín ubicado atrás del castillo imperial. Ambos se vieron las caras suspirando aliviados, entrando con la esperanza ver las velas encendidas, para encontrarse con una gran sorpresa.

-¡VAYA, VAYA! Sarah Williams y Rose Bach ¿Acaso creen que soy un idiota? –

Los goblins aterrorizados no creían lo que sucedía al ver como sacaban a Allan sin su disfraz

-Chicas perdón- recibiendo un golpe en el estómago para callarlo.

-Allan, no es tu culpa- gimoteo preocupada Sarah quitándose la máscara seguida de Rose, deshaciendo el hechizo que las hacía lucir enanas al ver como habían golpeado en tan poco tiempo a su amigo.

-No importa, Sarah mi amor... ahora si serás mía- estiro la mano dirigiéndose a la atormentada mujer.

–Serás mía o no te gustará lo que le haré frente a esos bellos ojos tuyos- casi tocándole el rostro, el príncipe en un movimiento se soltó de sus escoltas lanzando dos esferas a Rose – ¡Están en el ¨Growlery¨!- grito, sucediendo todo de pronto ella tomó a Sarah de un brazo trasladándose velozmente al corredor que llevaba a aquel lugar chocando con una manada de torpes trolls se lanzaron al ataque en contra de las mujeres logrando evadir sus grandes hachas huyeron con trucos de polvos  para encontrarse con una multitud de pequeños goblins quienes sorprendidos no se movían, sus ojos conmocionados las reconocieron,  una la esposa de su ex rey y otra la mejor amiga, a ambas les tenían un gran aprecio y cariño, sin embargo ahora era otro rey quien los gobernaba, el más pequeño se acercó.

-Su majestad- Inclinándose ante Sarah.

-Ger... pequeño- Acariciando su cabeza.

-Tenemos ordenes de atacarlas...- Levanto su rostro - ¡Pero no lo haremos! Honraremos a nuestro Rey Jareth- Acompañado de un grito de guerra dejaron pasarlas atacando a los trolls que las perseguían, Rose se detuvo para ayudarles –Ve Sarah, adelántate- la chica acentuó, en un tono dramático abrió la puerta de aquella sala, un fuerte viento agito sus cabellos y la capa que llevaba encima acompañando el desenlace de esa búsqueda, sus ojos se empañaron al ver que de las dos velas solo una se encontraba alumbrando, se acercó con el corazón hecho pedazos y dejando toda esperanza morir lloro inconsolable de rodillas, Rose se acercó casi con la misma reacción –Debemos... debemos ir por tu familia Sarah- murmuro la pelirroja conteniendo el llanto

–Si, si... vamos-

-Debemos rescatar a Allan al regresar, no podemos permitir acabe con él también-
Listas para trasladarse al Aboveground se tomaron las manos, justo en ese instante Sarah logro distinguir un pequeño fulgor aparecía en la vela que estaba apagada, súbitamente cayeron sobre unos botes de basura del callejón de alguna ciudad en la tierra; adoloridas por el aterrizaje, Sarah vestía un jeans azul marino con una chaqueta café  y botas negras, Rose un pantalón negro con abrigo rojo y zapatillas negras haciendo juego con una bufanda verde y gorrito, ambas con guantes por el frío de la temporada,   la perturbada joven agitaba a Rose.

–¡Se encendió! Se encendió, justo desapareciendo se encendió, debemos, debemos buscarlo a Jareth- la pelirroja estaba confundida no sabía si creerle, tal vez la desesperación la estaba haciendo ver visiones.

-Sarah... no hay manera que esté vivo, las luces no se equivocan y...-

-Rose créeme por favor, por favor- unos gritos las distrajeron de su conversación, asomándose a las afueras de aquel callejón, divisaron  un grupo de jóvenes gritando a la vez que rodeaban una limosina donde descendían unos jóvenes que saludaban a sus fans haciendo que pegaran alaridos ensordecedores.

-Oiga, ¿qué sucede allí?- pregunto Rose a una chica frente a ellas que se disponía a cruzar la calle.  –¡Oh por Dios no puede ser! Ustedes son de otro mundo, ellos son los más calientes, atractivos y sensuales chicos The Sunglasses-

-Nunca había escuchado de ellos- Dijo Sarah, era raro ya que no había pasado tanto tiempo para que una banda tomará apogeo en tan poco tiempo.

-Mmmmffff las tradiciones de esta tierra a veces son tan intolerantes- murmuro la pelirroja

Más Allá De El LaberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora