Capítulo XXVII: El Poder de un Deseo.

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-No tengo idea... Todo me vino de la nada a mi mente, como puuffff de golpe, no recordaba nada de eso,  pero fue al estar en la casa de tu chica, al momento que te fuiste empecé a tener flashazos de recuerdos cuando niño que ni yo mismo tenía  idea existían, algo me decía que me estabas contando algo real pero... No quería saberlo, tenía miedo...-

-Eras un chiquillo inquieto, a mis goblins les costó llevarte. Dio una palmaditas en la espalda a Michael, se inmóvil pensando.

-Les costó llevarte...- Jareth se puso de pie repentinamente, dando vueltas tratando de resolver algo

-Michael, ¿recuerdas cuando te llevamos al palacio?-

-Pueees...-

-¿Recuerdas como lo hicimos?

- No exactamente detallado

-Allan, mi hermano te ofreció -

-¿Qué estás pensando?- A sabiendas de la idea solo para confirmar sus miedos.

-Oooh sí, eso mismo- el rubio tenía una idea loca igual debía estar más loco sino intentaba, dirigiéndose hacia Toby unas sirenas empezaron a escucharse, se miraron confusos -De seguro fue Larx- asomándose a la amplia ventana, sabían que iban por ellos 

-Vamos Michael recuerdas como era el llamado a Los Goblins?-

-Rayos... ¿Yo? ¿y eso en que nos serviría?-

-Una larga historia, pero si mis cálculos no me fallan y espero no, yo debo tener mis poderes otra vez y ser el Rey Goblin que viene por los niños. Toby y tú, cuya irresponsabilidad como hermano te hace ofrecer al Rey Goblin, o sea yo que los Goblins se lo lleven, será la única manera de regresar al Underground...-

Finalizo agitado sonriendo nervioso
-¿Qué dices?-

-Ajá... No funcionará-

-Vamos Michael hermano, ayúdame- Se estremecieron al escuchar las patrullas más cerca

-¿¡Michael!?- El mulato abría más sus ojos al escuchar las patrullas deteniéndose en su edificio

–Bien hagámoslo- Jareth corrió por Toby tratando de no despertarlo.

-Shshshshsh, tómalo, bien...- el desconfiado hombre cargo al bebé.

-Vamos Michael ¡Apresúrate, di las palabras!-  los pasos de los oficiales se escuchaban por el corredor.

-Quiero que los goblins te lleven lejos, ahora mismo-

-¡Nooo! es ¡”Deseo los goblins te...¨!-  Los golpes violentos azotando en la puerta los distrajeron milésimas de segundo

-¡Abran, es la policía!-

-"Deseo Los Goblins te lleven lejos de aquí ahora mi...-
Sin más espera los oficiales derribaron la puerta a unas palabras de ver si funcionaba la teoría de Jareth. 

–¡Las manos en alto y no se muevan…!-

En el  Underground la joven mujer vestía de blanco de tirantes blancos,  parecía de cuento de hadas era hermoso pero estaba siendo humedecido por lágrimas que brotaban sin cesar no de tristeza más bien de enojo.

-No tienes que hacer esto Sarah- Rose con un ridículo traje floreado de muchos colores.

-Los matará sino lo hago-

-Igual lo hará, lo hagas o no-

-Al menos les daré tiempo para... para encontrar a Jareth-

-Sarah- tomando su mano -Es momento que empieces a aceptar su perdida, él esta muerto-

-Haz un último intento de igual manera ya no tengo nada que perder- interrumpidas por un pequeño ser

–Miladi Sarah su majestad mi señor Larx la llama-

-Por favor Sarah piénsalo no lo hagas, no lo hagas, encontraremos otra manera-

-Entiéndeme, no hay otra manera. Se acercó a susúrrale al oído, ambas comprendían lo que significaba, la dama de blanco salió atrás del goblin con un ramito de rosas blancas bajaron hasta el umbral del jardín principal del Reino Goblin, allí se encontró a todos sus amigos del Underground incluyendo a los dos gobernadores Hasin Bach y Waltz Field, ella se sintió aliviada de que estuvieran bien aunque no en el mejor lugar ellos le correspondieron la mirada de pena, se colocó frente al altar adornado de rosas  blancas todo era dorado en él se encontraba Larx de cabello negro largo, ojos verdes y muy varonil con una camisa abierta queriendo imitar al adorado Jareth. la mujer suspiro profundamente y empezó a caminar como zombie, algo la detuvo buscando de donde venía un sonido.

-Sarah- pronuncio el malvado obligándola con la mirada a que se apresurase, pero ahora escucharon el sonido todos, más y más claro.

-Somos la policía del Departamento de Nueva York, muéstrense con las manos en alto- dijeron en un altavoz.

Más Allá De El LaberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora