Era Lamber la fiel mascota de Jareth yacía en el suelo inmóvil, el rubio fue el primero en salir corriendo hacia él.
-Señor, perdóneme... No quise... -
-Lamber no pidas perdón ¿qué pasó?-
-Es Larx...-
Un escalofrío recorrió sobre el Rey
-Él...- entre unas pequeñas lágrimas -destruyo el reino del fuego, no sé sabe nada del emperador…. Rose...
La pelirroja se hinco preparándose para escuchar malas noticias
-Tu hogar, mi niña-
-Lambert ¿mi papá y hermano?-
-Ellos lograron escapar, tu padre fue valiente y salvo a la mayoría -
Respiro aliviada tocando su pecho
-Su majestad... Se dirigía hacia acá cuando se enteró que la señorita Sarah y usted se casarían-
-¿Dirigía?-
Las pepitas negras de Lambert no podían ocultarlo
-Perdóneme por venir demasiado tarde-
-Lambert eres el más noble y fiel amigo-
-Señ...-
Las heridas del ave eran demasiadas, al parecer había sido atacado por flechas, el enojo de Jareth era evidente, Sarah trataba de reconfortarlo tocándole el cabello
-Debo ir a la ciudadela--¿Jareth, pero...-
- Con o sin magia debo ir-
Sin dudar más un gesto con la cabeza a su hermano y este acentuando.
-Waltz, padrino dale un lugar digno a Lambert- mientras desabotonaba su capa.
-Sí, si hijo, ¿qué harás?-
-Ir a la ciudad Goblin y salvar mi reino-
-Es tu boda, Jareth no puedes dejar así a tu recién esposa- dijo Gisellle, la mano de Sarah lo interrumpió buscando una explicación.
-Cariño regreso pronto- besándola rápidamente-Por favor discúlpenme, todo estará bien, regresaré y festejaremos hasta el alba- se retiró, bajo las gradas, mágicamente vestía otras ropas olvidando su etiqueta acompañado de Allan y su atuendo negro que lo complementaba, tomaron sus caballos para ponerles las alforjas.
-Iremos 7 en total su majestad-
-8- dijo Rose en tono desafiante
-Gracias Rose en serio pero debes quedarte y ayudar a Waltz por si llegará a pasar lo peor- la pelirroja no convencida accedió a regañadientes
-Seremos 7 entonces, nos dividiremos Ger con Bosn y Phil, Marc junto a Jeremy, Allan irás conmigo-
-Y conmigo- la voz de la chica haciendo fuerza mientras colocaba la funda sobre su caballo quién también ya contaba con otra ropa, un jeans vaquero azul y una muy clásica blusa color blanco.
-Muy graciosa Sarah-
-Bromeas, tu magia funciona bien cuando estás conmigo, no sobrevivirás ni 3 minutos sin mí-
-Muy buena observación, pero créeme... Jamás, JAMÁS te voy a exponer a esta clase de peligro, no discutiré más- bajando la maletita del caballo
-Bien, iré por mi cuenta-
-Dije que no- dándole la espalda y montando su caballo
-¡Jareth!-
Sarah con las manos sobre la cabeza estaba furiosa -Iré contigo-
-¡JÁ!, no- Dirigiéndose hacia la salida del castillo
-Jareth si es mi culpa debo ayudar en algo-
-Dije que no y no insistas-
-Entonces iré sola-
-Eres tan terca y necia, quítate o el caballo te lastimará- la temeraria mujer se puso enfrente decidida a no dejarlo ir sin ella.
-Hace menos de 2 horas hice un juramento y me harás faltar a el- él sabía que la necesitaba no sólo por amarla sino por la magia que aún no regresaba del todo y en parte tenía mucha razón por otro lado tenía miedo de poder perderla
-Está bien, pero te quedarás en el pueblo, no entrarás al palacio, si te digo huyes, huyes sin discutir ¿Entendiste?-
-Sí, si entendí, entendí, ¿nos vamos ya?- el rubio hizo un resoplido trabando los ojos
-Jareth, hijo, aún queda algo de magia los puedo acercar, para el amanecer debes haber evacuado a todos, vayan y rescaten a los que puedan, dándole una plumita-
-Waltz, pero ¿Y si?-
-Ve- Jareth entendió y su rostro se tornó en uno muy serio, desapareciendo al sólo agitar el artefacto instantáneamente aparecieron en aquel lugar Ciudad Goblin, sabían que no había tiempo y empezaron a toda prisa a ir al lugar, como podían sacaban a sus habitantes, un retumbo de la tierra los alerto más, agitado Jeremy
-Señor… el mar, se salió de sus límites, la magia de Larx lo hizo y un gran tsunami viene hacia acá.
Todos se vieron asustados ya habían logrado evacuar una gran parte de la ciudad pero faltaban muchos aldeanos
-Su majestad debe irse- Jareth subió al caballo para ver cómo iba el resto de los que quedaban atrás, —Jeremy, tú sabrás el momento correcto de usarlo— Jareth le dio una esfera al goblin—¡Eehhaaa!— cabalgo hacía el palacio Allan y Sarah fueron tras él ayudándolo a revisar no hubiera nadie escondido en sus casas aún.
Sarah levantó su mirada al cielo estaba nublado, una tormenta se avecindaba un escalofríos recorrió su espalda.
- La ciudad está evacuada vámonos ¿Y Jareth?
-No lo sé, debe estar en el palacio- respondió Allan, ambos entendieron que debían ir por él.
El rey se encontraba acariciando un reloj por encima y su trono con mirada melancólica –“No tendrá nada”- pensó para él
-Jareth la ciudad está evacuada, es hora de que nos larguemos— algo agitada por la carrera.
-Sarah ¿recuerdas la primera vez que me viste en el parque?
-Sí, pero vámonos, principalmente tú que eres el rey-
-No soy un rey, soy un idiota- mientras se sentaba en el trono —Un idiota enamorado—
-Está bien eres un idiota, pero serás más idiota si permites que esa pobre gente muera, levántate Rey Goblin- Sujeto su mano cuando la hizo regresar frente a él- Si me pasa algo malo...-
- No te pasará nada malo, apresúrate-
-Sarah, prométeme que…-
-No voy a prometer nada, no te sucederá nada malo, vámonos- Jareth no pudo terminar de decir lo que su corazón le obligaba dijera -Espera- Tomo una pequeña caja con una ventanita, tenía 2 velas -Guarda esto por favor-
-¿Qué es?
-Es mi vida, después te explicó-
Ambos salieron y escucharon un estruendo
-¡Ya ésta cerca!
-¡¡Jareth vámonos!!- Dijo Allan montado sobre su caballo
-Llévate a Sarah- Ayudándola a subir sobre el corcel -Voy tras ustedes-
Chillidos empezómpezaría a correr, Sarah al percatarse que su esposo iba a tomar una dirección contraria.
-¡Espera! No Jareth, no puedes irte así- el rubio se acercó dándole un desesperado beso
-Les ganaré tiempo, váyanse- dirigiéndose hacía donde venía el agua, hizo un ademán y desapareció.
-Allan no podemos dejarlo sólo- dijo con gran preocupación la castaña
-Tienes razón, no podemos- Allan ya no tenía mucha magia por lo que tuvo que cabalgar hacia dónde estaba su hermano a unos 2 kms aproximadamente sobre las colinasEl viento soplaba violento y el cielo parecía iba a derrumbarse.
-Así que acá estamos Rey Goblin, o debería decir inepto ex Rey Goblin- Con mirada retadora nuevamente su apariencia había cambiado a un hombre rubio de cabellos largos y traje negro muy lúgubre y tenebroso aspecto.
-Larx detente-
-Ja, ja, ja es gracioso creas que tienes poder sobre mí- Jareth cerró los ojos con un gesto furioso al recordar esas palabras, las palabras que lo llevaron a la ruina o a su cordura
-Esa chica te desgracio la vida por no saberla dominar, por ser un romántico, no te preocupes yo sabré dominarla— termino la frase con risa burlona -No necesitas hacer esto Jareth solo entrégamela-
-Nunca- con gesto de obviedad
-Hace unos días estabas dispuesto ¿Qué te pasó?, oooh no digas que ella… oooh ¿Se te entrego? jajajaja o nuevamente te rechazó. No vale la pena Jari dame a la chica y nadie muere. Burlándose casi topando la nariz del rubio.
-Eso no te incumbe-
-¿Se te entregó?-
El soberano calló sin tambalear
-Uuuy Jareth eso me duele, ella será mi reina y tenía que ser pura, de igual manera la mataré-
-Toma mi vida Larx y déjala volver con los suyos-
-¡JAMÁS! Ella me pertenece, su magia debe ser mía ¿Oyes eso? Es el mar a una velocidad inmedible, una gran ola aplastara este mugroso lugar – La brisa y aroma a mar se empezaron a percibir en el ambiente, además diferentes clases de aves volaban a toda prisa huyendo del mar.
-¿Ves? es tu reino a punto de ser destruido-
Mientras los jinetes cabalgaban -Sa.. Sar… Sarah, mira eso- se empezó a divisar la gran ola que se acercaba a ellos a una increíble velocidad.
- No puede ser- justo al terminar la frase encontraron a la pareja de feys sobre la colina.
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Más Allá De El Laberinto
ФанфикEl Underground está en peligro por las acciones del Rey de Los Goblins, pese a su gran orgullo herido y el tiempo transcurrido después de aquellas nefastas palabras debe pedir la ayuda de ¨Ella¨ ¿Cederá Sarah a la petición del Rey? ¿Podrá resistir...