Capítulo XXX: El Roce de la Piel.

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-Estamos casados ¿Recuerdas?-  Susurro Sarah mirándolo tenazmente con un sonrojo en las mejillas. Esas palabras fueron el banderazo para que él se sintiera estupefacto por completo

-Señorita Williams ¿Qué insinúa?- la carcajada de Sarah al querer escaparse fue interrumpida por el veloz movimiento del Rey, tomándola en sus brazos, sin contemplar, la lengua de ambos empezó a hacer sus primeros efectos, las manos de él no se daban abasto con el tímido roce en las caderas de su esposa haciendo que se riera provocadora, la respiración entre cortada y movimientos de cabeza empezaban a ser uno sólo, los brazos de ella rodeaban el cuello de su amado que estaba en pleno goce de sus caricias.

Sutilmente la arrincono sobre un muro lleno de enredaderas, no sabia por donde empezar toda ella era un territorio sin explorar, los labios se deslizaron yendo delicadamente a los pómulos para caer sobre su blanco y perfumado cuello, como Drácula propinaba mordiscos llenos de pasión y deseo, ella se aferraba excitada al cabello del rubio, un dedillo cayó  sobre un pequeño tirante del vestido  color  crema, la chica se estremeció, la lengua de Jareth se sintió más deliciosa que nunca, poco a poco deslizo su mano izquierda sobre  el brazo de ella, con su otra mano la acercaba más a su cuerpo, Sarah tocaba el rostro del apuesto Fey, lo empujo un poco para despegarse de él, recorriendo su mirada en el bello, agitado y asombrado Rey Goblin –Oooh no, no ésta vez- dijo el hombre haciendo a un lado las manos de la joven para  besarla desesperadamente, deslizo impulsivamente sus manos a lo largo de sus caderas cargándola y  apretándolos con fiereza ella  no se opuso al contrario lo rodeo con sus piernas, llevando sus brazos al cuello del atractivo ser, en movimientos de excitación se aproximaba más y más a él, buscando la manera de que esas ropas tan estorbosas le permitieran tocar entre las pantorrillas de su chica , haciendo se encorvara hacía atrás. Sus pechos empezaban a desbordar sobre su escote  ¡Oh! Qué maravillada estaba la mujer al ver la fuerza del Fey, no le costó cargarla como pluma en sus brazos mientras se dirigía a la habitación de la pareja por las gradas, ¨Demonios Jareth, ¿qué te pasa?¨ pensó para sus adentros el joven, trasladándose mágicamente a los aposentos de la pareja, al llegar ambos aparecieron  separados, Sarah trago saliva estaba notablemente nerviosa, el hombre dio unos pocos pasos hacia ella con la cabeza inclinada a un lado y una sonrisa tierna picara, tratando de no lucir atemorizante sin perder la sensualidad que lo caracterizaba, ella retrocedió un poco, volviendo en sí se detuvo y una duda se leía en la mirada, sus manos desnudas buscaron nuevamente el rostro de la chica

–No me temas Sarah, ¿acaso no le has puesto demasiadas pruebas a este idiota corazón para que tu amor me corresponda?

-Sí, lo sé- Trago saliva otra vez  pasando la mirada a sus manos entrelazadas con las del chico –Es solo que…- Miró esos ojos azules profundos que la observaban con deseo y ternura –Es la… la  primera vez que… ya sabes, que estoy con alguien- Jareth sonrió complacido, él sabía que su dama había tenido muchas oportunidades de acostarse con otros chicos que la cortejaban y no eran nada despreciables, sin embargo ¨Su Sarah¨ se negó, le regalo un tierno beso en la frente  –Mi amada esposa, yo… lo sé- Ella no se sorprendió de absolutamente nada, ya sabía que cierto Rey Goblin la ¨Cuidaba celosamente¨

- Necesito me abraces muy fuerte, necesito de ti, regálame tus noches, tus sueños y tus deseos Sarah mía, te  necesito,  necesito  me des tu amor... y si es tu deseo esperare el tiempo necesario- dando un besito a su nariz de la manera más melosa nunca antes vista por el Rey, la chica lo abrazo temerosa y sonrojada poniéndose seria

–Te amo Jareth, yo te amo- Viéndose a los ojos, frente a frente sin que nadie ni nada se los impusiera u obligara enlazados por largo rato a la vez que empezó a tararear una conocida canción
-...A kind of pale jewel...- la dirigió para empezar a bailar tomándola por la cintura -"I'll place the sky... Within your eyes- Ambos cerraron la boca uno del otro, Jareth poco a poco con cierto temor de hacer algo estúpido -Beating so fast...- jugo con sus manos entrelazadas con las de ella y besaba sus dedos. Como si se leyeran la mente con un poco de timidez en el atrevimiento empezó a deslizar su mano hacia los detallados broches del vestido desatándolos lentamente -but i'll be there for you...- con la mirada  busco la aprobación de ella siendo correspondido con un mordisco suave en los labios -As the world falls down...- temblorosa tomo las  manos del rey hacia su rostro haciendo que se deslizaran por su cuello hasta bajar a sus bien altivos pechos acariciándolos suavemente Jareth estaba a punto de explotar, los ojos  sobre los de ella sin más que pensar ella murmuró

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