El mejor despertar del mundo

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A/N Y para no abandonar tampoco esta historia, aqui les paso un capitulo, nuevamente perdon por el atraso, les juro, intentare actualizar mas de seguido.


Christian (pov)

Siento una claridad antes de siquiera abrir los ojos, intento hacerlo rápido, pero los cierro nuevamente ya que la luz me golpea con todo, inconscientemente me friego los ojos pero sin abrirlos, de a poco empiezo a estirarme en la cama, es pequeña y la verdad un poco incomoda para mí, muevo la mano y siento el espacio vacío, abro los ojos y me doy cuenta que estoy solo, me incorporo rápidamente.

-Ana? – trato de sonar calmo pero...

-En la cocina – escucho su grito – espérame ya voy – y me vuelvo a recostar, acomodo las almohadas tras de mi mientras observo la habitación, es muy sencilla pero grita su personalidad, un estante de libros, plantas, flores, una tv, las sabanas son de algodón de colores claros, la verdad todo de muy buen gusto.

La puerta se entreabre y ella entra, tiene puesta una bata color rosa con flores y trae una bandeja en la mano. La verdad el aroma que expide es delicioso, no me di cuenta que tenía hambre.

Deja la bandeja en la mesita que está al lado de la cama y aprovecho para estirarla a la cama, con un grito cae en mis brazos y la observo, con la luz que se cuela por la ventana puedo admirar su belleza.

-Eres tan hermosa – le digo con solemnidad, ella me sonríe y un leve rubor se asoma en sus cachetes.

-tú también – me dice y me acaricia el rostro, no puedo resistirme y la beso, ella me corresponde y empezamos una danza en nuestras bocas, pero luego de unos segundos me paro y la miro.

-Anoche fue la mejor noche de mi vida...

Sonríe – Creí que esa noche ya la habíamos tenido – me dice con picardía y sé que se refiere a nuestra primera vez juntos, sonrío y la miro nuevamente.

-Si, en un momento pensé que esa había sido la mejor de mi vida, pero después de anoche me di cuenta que no – me acaricia el rostro.

-Lo sé, anoche además de pasión había amor

Y si tiene razón, anoche nos amamos...

-me muero de hambre - le digo cuando el ruido de mi estomago interrumpe nuestro momento, Ana se rie y se levanta, pone la bandeja entre nosotros y empezamos a desayunar.

Estoy con una taza en mi mano y ella me está poniendo mantequilla en una tostada, es un momento tan normal y odiaría que termine, pero debo contarle lo de Leila.

-Ana, debo decirte algo

-Sí que pasa – me dice mientras deja la tostada en mi plato.

-Anoche cuando deje a Leila las cosas con ella terminaron muy mal.

Su rostro de repente cambia a sombrío, su sonrisa se borra, pero no levanta la vista, sino que toma otro pan y empieza a untarle mantequilla.

-Que paso?

-Me moleste porque mintió, no se sentía mal, invento todo porque no quería quedarse, y cuando le dije que igual me iba al cumpleaños de Mía con o sin ella, empezamos a discutir, me conto lo que te dijo, que fue a verte y te invento que estábamos comprometidos,

En ese momento le dije que mi hijo siempre contaría conmigo, pero cualquier trato que ella y yo teníamos estaba terminado. Se puso como loca, me dijo que si la dejaba jamás veria a mi hijo.

Ana levanta el rostro, hay pánico en él, me acerco y se lo acaricio.

-Leila y yo hace mucho ya no tenemos que ver, yo no entiendo como ella se embarazo, siempre me cuide, pero como te dije anoche, nada va a faltar a mi hijo.

-Por mi culpa.... – esta punto de llorar.

-No Ana, es mi culpa, yo no amaba a Leila e igual mantuve una relación con ella, tu haz estado en mi corazón desde siempre, ella jamás pudo entrar, nunca tuvo oportunidad, y es mi culpa el haber permitido que esto haya llegado tan lejos.

-pero el Bebe?

-Como te dije, estaré ahí siempre para él, pero , un bebe es fruto del amor, no una cadena a alguien.

Y eso parece calmarla, me sonríe y se acerca, quita la bandeja y se pone frente a mi.

-Te amo Christian.

Y no puedo controlarme y la beso con pasión, la estiro con demasiada fuerza y la coloco sobre mi, le quito la bata y bajo ella no hay nada, mientras la beso con desenfreno, acaricio su cuerpo y la coloco sobre mi.

Ella, sin dejar de besarme empieza un contoneo suave y decadente, yo coloco mis manos en sus caderas y ayudo a encontrar un ritmo constante, nos dejamos de besar y la miro embobado, ella susurra un te amo y eso me eleva al cielo, cierro los ojos y mis manos aprietan con mas fuerza sus caderas, haciendo el ritmo más rápido, de repente siento unos besos suaves en la línea de madibula.

-Te amo Christian – me dice susurrante, lo que hace que un fuego se encienda en mi estomago y baje directo hacia mi miembro haciendo que la mueva con mas fuerza – nunca me sentí como me siento contigo – nuevamente el fuego se enciende y aviva mi movimiento, mientras Ana continua besando mi rostro, el lóbulo de oreja, mis ojos – creo que te ame desde esa primera noche que estuvimos juntos – mi paso se hace más rápido y mis manos aprietan con más fuerza, la escucho jadear – eres el amor de mi vida – y esto me lleva al climax y siento que ella viene conmigo, ella hace unos últimos movimientos de cadera que me elevan al cielo, mientras siento que su cuerpo se arquea recibiendo todo de mí.

Cuando bajamos del cielo, Ana me besa como si su vida dependiera de ello y a decir verdad yo hago lo mismo, me corrijo, este es el mejor momento de mi vida.

Ana

Por Dios, no puedo dejar de besarlo, esta ha sido la sensación más placentera de mi vida, Christian me recorre la espalda mientras no besamos sin separarnos, todavía lo siento dentro mío, húmedo, caliente y latente, ha sido una experiencia religiosa.

El beso va aminorando, pero su agarre se hace más intenso, creo que teme que me mueva porque no me suelta mientras nuestras cabezas descansan recostadas una con otra.

-Tú siempre has sido el amor de mi vida – y luego dice suplicante – por favor que esto no sea un sueño, y si lo es que no se termine.

Le acaricio el rostro y abro los ojos, él ya me esta mirando – no lo es....

Pero un pensamiento me invade, nosotros tenemos cosas que arreglar.

-Christian....

-Lo sé – me dice cerrando los ojos – dejame disfrutar unos momentos más de nuestra burbuja por favor, yo se que debemos hablar con nuestros padres, pero dejame olvidar el mundo exterior por unos instantes mas.

Y no puedo más que complacer su deseo, le beso la comisura de los labios y me estiro para alcanzar una tostada.

-abre la boquita – le digo y me regala una carcajada maravillosa....

No pensé que serías tú *completa*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora