No pensé que serías tú *completa*

Cap. 39 Las verdaderas intenciones

Ana (POV)

Estoy sentada en la sala riendo con mis padres, la  verdad explicarles a ellos fue mucho más sencillo que la conversación que tuve con Rob, siento que mi celular vibra, lo reviso y es Christian.

"Hola, ya no supe nada de tí, como te fue?

"Hola, muy bien, ahora estoy con mis padres, por suerte ellos lo tomaron bien"

"y Rob?"

"Bien también, pero me dijo que quería hablar contigo"

tarda un poco en responder..."ok, mis padres van a llamarte, quieren que las dos familias cenen"

"ok, esta bien, donde estas?, nos veremos hoy?"

"Claro que nos veremos, solo que ahora estoy con Taylor, voy a buscar a Leila, quiero aclarar bien las cosas con ella"

y aunque me molesta de sobremanera le respondo muy tranquila "ok, avísame cualquier novedad"

"claro que lo haré, te amo"

"yo también te amo, cuídate" 

Sonrió e intento alejar los demonios de los celos de mi mente, eso es algo que tiene que solucionar.

Christian (POV)

El mensaje me hace sonreír y un poco después llega otro.

"😘"

un carita lanzando un beso, es tan tonto y me hace tan feliz que no puedo evitar sonreír de oreja a oreja, cuando levanto la vista Taylor me mira a travez del retrovisor, su rostro denota una pequeña sonrisa.

-Ya dilo - le dijo levantando la mano.

-Nunca lo había visto tan feliz Sr. - me dice con un sonrisa

No digo nada y sonrío mirando a la ventana, y cierto, nunca había estado tan feliz en vida, es como si un sueño de niño se me hubiese cumplido, y no lo niego, estoy extasiado, lo único que me haría pleno es poder acabar con esta pesadilla que es Leila.

Ya fuimos a su casa y ahí no esta, sinceramente ya no se donde buscar, nunca supe que tuviera muchos amigos, y sus padres viven en otro estado y ya les consulte si sabían algo de ella y me dijeron que no, ni siquiera sabían del embarazo, y eso es muy extraño.-

Estamos volviendo al escala cuando mi teléfono vibra.

-Dime Welch. - Alex Welch, mi jefe de seguridad

-Sr. he averiguado algo acerca de la Srta. Williams y creo que no le va a gustar.

-Que es?

-La Srta. Willians se esta quedando en la casa de la Sra. Elena Lincoln

-QUE? - respondo medio gritando sorprendido - Elena y Leila se conocen?

-Así parece Sr. Grey, es más, la Srta. Williams cuando vino por primera vez a Seattle, lo hizo porque la Sra. Lincoln la invitó, ella es su sobrina.

-QUE??

-Así es Sr. Grey, la madre de la Srta. Williams es prima de la Sra. Lincoln.

-Taylor a la casa de Elena - le digo a Taylor y luego vuelvo a hablar con Welch

-Porque nunca supimos esto?

-Porque a Ud. se la presentó la Sra. Lincoln Kavanah, entonces no hicimos un chequeo de sus antecedentes porque consideramos que era una persona de su circulo.

-Entiendo - es rutina que cada persona que conozco sea investigada a fin de evitar cualquier tipo de problemas por dinero, estafa o filtración de información acerca de mi vida o mis negocios, pero como Kate me presentó a Leila, supuse que era su amiga.

Llegamos a la casa de Elena, Welch no me dijo más de lo que yo sabía, bajo y voy como un rayo a preguntarle a Elena que sucede, cuando toco el timbre, la puerta la abre Leila.

-Christian!  - me dice sorprendida - que haces aquí?

- Te estaba buscando - y veo su rostro iluminarse, rápidamente continuo - necesitamos hablar, establecer como haremos con el bebe.

Su rostro se llena de lágrimas - no te necesitamos - intenta cerrar la puerta, la atajo con la mano, sinceramente mi paciencia tiene limite

-Leila, no somos unos chiquillos de 20 años, somos dos adultos, por favor comportemos como tal.

-Tu no quieres a tu hijo 

-Si no lo quisiera, no estaría aquí.

-Christian? - Elena se para tras Leila - que bueno que viniste - pone sus manos en los hombros de Leila - esta ha parecido una magdalena, toda la noche llorando.

-Elena - le saludo cortante - si, quiero hablar con ella.

-Que bueno que intentes arreglar las cosas, un hijo necesita a sus padres unidos.

-Un hijo necesita que sus padres estén bien, independientemente si están unidos o no.

Con esto Leila se pone una mano en la boca y sale corriendo hacia dentro de la casa, oh Dios.

-Leila!!! - le grito quiero ir tras ella pero Elena me cierra el paso.

-Que quieres Christian, si no es arreglar las cosas?

-Que pretendes tú Elena? Porque nunca me dijiste que Leila es tu sobrina.

Y su rostro cambia, en un segundo sus facciones adquieren una mirada diferente, hasta casi siniestra.

-Lo único que quiero - y el tono que utiliza para decir esto, es totalmente diferente al de siempre, es un tono frío, demandante y peligroso - es que mi sobrina tenga el cuidado de la protección que debe de tener la. Madre del futuro heredero del imperio Grey, y no voy a permitir que ese niño nazca en una familia rota, así que debes casarte con Leila.

Y así se descubre el telón, ese fue siempre el motivo, el imperio Grey, lanzaría una carcajada si no tuviera tanto asco en este momento.

-Grábate esto Elena y trasmítelo a tu sobrina - digo con desprecio - primero muerto, antes que casarme con ella.

Ella sonríe con suficiencia.

-yo no haría promesas que no puedo cumplir, te recuerdo que yo te conozco muy bien Christian - y se acerca hacia mi, contoneando sus caderas, yo retrocedo instintivamente - y que si quiero, puedo causarte muchos problemas....

-Me amenazas?

-Jamás Solo te advierto lo que puede pasar

Me adelanto hasta quedar frente a ella, Elena tiene una sonrisa de triunfo en su rostro.

-no tengo miedo de lo que puedas hacer...

-Christian - su voz es melosa, su mano va hasta mi hombro y lo acaricia, lo muevo con brusquedad. - no busques problemas, haz las cosas bien y olvida esa ilusión que tienes con Anastasia, ella no mujer para ti.

-Leila no es la mujer para mi.

- yo no hablaba de Leila, nosotros sabemos divertirnos. - y sinceramente siento asco.

-Quien te entiende Elena, primero que luchabas por tu sobrina y ahora te me ofreces?

-Leila no tendrá inconvenientes con la adecuada....

y ya no soporto, salgo de ahí sintiendo asco, rabia e impotencia.

Subo a la camioneta y le digo a Taylor que me saque de ahí, cuando estamos en camino llamo a Welch, algo no me huele bien.