Bailarín

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-¿Ya se enteraron de ese nuevo club que abrió en la ciudad?- comentó una chica castaña.

-¿El que está al límite con el norte?- preguntó su compañero mientras guardaba sus cosas en su taquilla.

Los alumnos que se encontraban allí comenzaron charlar sobre ese lugar que estaba causando mucha intriga por doquier.

No conocían quién era el dueño pero había ganado mucha fama en apenas unas semanas, cualquiera que iba al lugar lo elogiaba de gran manera pero no daban demasiados detalles, al parecer era una de las reglas del club para así llamar mucho más la atención y lograr tener muchos clientes.

Al ser hora del cambio de turno, la mayoría de los policías se encontraban en los vestuarios y se unían a la conversación ya que muchos estaban interesados en visitar el club.

Conway y Volkov que se encontraban pasando cerca de los vestuarios, al escuchar murmuros y risas, decidieron entrar.

-¿Qué sucede aquí, mariconettis?- se escuchó la grave voz del Superintendente por todo el lugar -¿Acaso es hora de la paja grupal?.

De un segundo a otro, todo quedó en completo silencio. Muchos pensaban que sus superiores se habían retirado ya, y verlos allí con sus rostros serios los intimidó demasiado.

-¿Y bien?- preguntó el comisario ruso al notar que nadie tenía la intención de responder.

Pasaron su mirada por todos y cada uno, quienes desviaban rápidamente la mirada, algunos hasta silbaban con tal de deshacer el silencio incómodo.

-Perfecto, ya que tienen tiempo para estar cuchicheando seguramente tendrán tiempo para hacer horas extras hoy- sentenció. -Que tengan buena noche supernenas.

-¡Espere!- gritó un joven antes de que su superior se retirara. -Estábamos hablando sobre el Desire.

-¿Qué coño es eso?- arqueó una ceja.

-Es un club nocturno que llegó a la ciudad- explicó otro compañero - Muchos dicen que es de lo mejor y teníamos ganas de ir. Si quiere, usted y el comisario Volkov podrían acompañarnos.

Ambos mayores se miraron tratando de decidir.

-Yo de cualquier forma no tengo nada importante que hacer esta noche- se encogió de hombros el platinado.

-Más les vale que valga la pena, anormales- gruñó -De lo contrario la lluvia de porrazos que se llevarán será descomunal.

Todos se sobresaltaron con el portazo que dió su jefe al salir, rogaban por el bienestar de su integridad física que todo saliera bien.

{...}

El lugar era bastante oscuro a excepción de todas las luces neones que había alrededor lo que les permitía poder caminar sin tropezarse con nada.

Habían diferentes barras, una pista de baile, mesas y escenarios de diferentes tamaños con algunos tubos en medio. La música era bastante alta pero no lo suficiente como para molestar.

Alumnos, comisarios y el superintendente se encontraban en el interior del club, cada quien se fue por su lado. Jack y Viktor se decidieron por ir a la barra, nada mejor que empezar la noche con unos buenos tragos.

Ambos conversaban de forma animada, de vez en cuando veían a sus compañeros acercarse a la barra también por unos tragos para luego perderse nuevamente. En una de esas veces escucharon a un alumno decir que pronto comenzaría el show principal de esa noche, cosa que confirmaron al cabo de unos minutos.

El interior del club se llenó de gritos y silbidos, halagos y comentarios obsenos se escuchaban por todos lados, cosa que llamó la atención de ambos amigos. Curiosos, voltearon hacia la tarima más grande donde grandes reflectores alumbraban.

•Intenabo• One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora