Ya había llegado la hora de hacer gimnasia, mis amigos me habían esperado en el lugar que les dije (osea en la entrada de la Uni) así que me vieron llegar en moto, no me había dado tiempo a dejarla en casa así que llamé a mi padre para decirle que no me recogiera ya que voy en moto. Al bajarme de la moto, me miraron mucha gente incluso mis amigos, muy sorprendidos.
+Desde cuando tienes una Ducati R 1199 Panigale R?! –dijeron sorprendidos todos mis amigos, incluyendo Bruce y Emma.
+Desde hace 2 años, a los 16 me lo regalaron ya que pudimos comprarla cómo ganga y pues, digamos que le saco provecho –dije sonriendo orgullosa- esperar a que lo aparqué y llego.
Aceptaron y aparqué en el aparcamiento que había delante de la uni, caminé hasta dónde estaban y los saludé. Me hicieron unas cuantas preguntas más de la moto pero llegamos a la clase de educación Física y fuimos a los vestuarios. Dejamos las bolsas y salimos a hacer deporte, el profesor empezó a hablar.
+Bien chicos, yo seré vuestro profesor, las chicas harán baile y los chicos primero calentamiento y luego boxeo, andando.
Qué? Ah no, de ninguna manera voy a dejar pasar eso.
+Profesor –le llamé mientras cada grupo se dispersaba- cómo que las chicas diferentes? Yo quiero hacer boxeo.
El profesor se rió fuerte y llamó a los chicos para que escucharan.
+Mirar chicos, esta chica quiere hacer boxeo.
Los chicos junto al profesor se rieron, menos pocos chicos que no conocía, Bruce, John y sus amigos, que me miraron serios.
+Profesor, y qué problema hay? –preguntó un chico bajito, no iba a mi clase así que no conocía.
+Eso, y si te demuestro que yo puedo? –dije segura de mí misma.
+Venga, adelante, contra mí –dijo el profesor entre risas.
No tardé más de 15 minutos en el cual él quedó en el suelo, sin haberme rozado y derrotado, bueno y no sólo él, el profesor no se lo creía así que llamó a 4 chicos más para vencerme, los 4 a la vez. Ja, los que me rozaban era porque yo quería para atacarles y ganarles. Les dejé a los 5 en el suelo derrotados y, cómo vencedora, hablé.
+Vale, escucharme bien malditos estúpidos –dije en voz firme, todos mirándome sorprendidos- cómo a alguno se le ocurra joderme, reírse de mí o cualquier gilipollez, acabaréis cómo ellos, me habéis entendido? –ninguno contestó así que di un paso adelante desafiando y alzando más la voz- entendido?!
+Sí señora! –gritaron todos haciendo gestos de militares, no parecían reírse de mí así que lo tomé como cumplido.
Me giré hacia el profesor e intenté ayudarlo, pero rechazó mi ayuda y dijo a todos que corrieran 4 vueltas a la pista, y me añadió que desde ahora iría a hacer deporte con los chicos. Me hice muy feliz y corrí con ellos, mientras lo hacíamos todos me preguntaban cómo lo había hecho y aprendido, simplemente, me admiraban. Mis amigos me felicitaban todo el rato y yo simplemente, me sentía grande conmigo misma, había mostrado mi valentía y ahora estaba dentro.
+Oye chica, sabes jugar al futbol americano? –me preguntó un chico llamado Thomas, era el más popular de toda la Uni desde siempre, en sus escuelas siempre fue popular y el más guapo según todos (a mi parecer era John pero bueno).
+Sí claro, sé jugar, porqué? –respondí y pregunté de vuelta.
+No sé si te han explicado, pero en todos las escuelas, institutos e incluso universidad privados se juega ese deporte contra otros de diferentes sitios –respiró fuerte mientras corría ya que si corremos y hablamos, nos cansamos más- así que quiero preguntarte si quieres unirte, no sabemos cómo juegas pero te admitiremos, físicamente estás preparada.
Sonreí mejor que nunca ilusionada, me parecía maravilloso aquello así que me hice la que pensaba unos segundos y respondí.
+Y tanto que sí, cuando empezamos?
+Esta tarde, cómo conoces a John y a los primos, te mandarán la dirección, pero hay un problema.
+Dime.
+Tenemos jefes del ejército, ellos nos entrenan y son ellos quienes pueden admitirte, yo y John somos los subjefes pero ellos son los que eligen.
+De acuerdo, daré lo mejor de mí –dije confiada, me pregunto si los simios les conocerá.
Los demás chicos iban preguntando cosas de deporte para saber cuánto sé y muchos se sorprendieron de lo mucho que sé. Al menos, me sentía cómoda entre ellos. Cuando terminamos las vueltas y descansamos un poco, nos pusimos en parejas y practicamos algunos golpes y esquivar, yo lo hice con Bryan y la verdad es muy bueno, pero yo le llegué a dar una vez y él a mí ninguna.
+Eres buena –dijo Bryan al recibir el golpe, adolorido.
+Ja, y tanto que sí –dije vencedora.
Noté que alguien me estaba mirando todo el rato pero pasé completamente, me sentía viva y bien alegre de vencer, era competitiva, no puedo evitarlo. Al acabar la clase, nos fuimos a los vestuarios pero antes de que John entrara, le susurré en el oído.
+Nos vemos en la biblioteca, no tardes.
Y le di una nalgada que se sorprendió mucho. Oh chico, si supiera con quién se ha liado.
~Hola crossins, espero que os esté gustando la historia, perdonad por estos 2 días sin subir partes pero he tenido cosas personales urgentes, recordar darle a la estrella si os gusta y seguirme para recibir notificación de cuando suba otra parte y, sin más que decir, bye.~
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Acosador siendo acosado [1] ✓
Romance|TRILOGÍA CONTROL| El mundo puede ser muy absurdo y complicarte algo que fácilmente puede ser resuelto, sin embargo, el destino une los hilos más finos y los rompe si es así decidido. Evelyn y John eran dos chicos distintos, conocidos por medio del...