Capítulo 11.- Segundo día de clase

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Han pasado dos días desde la noche de la pelea, no he asistido a clase por el hecho de que me van a preguntar y no me podía mover mucho tampoco, así que me quedé en la camita escribiendo y tomando chocolate caliente, mi favorito. Mi padre había estado cuidándome cuando no estaba trabajando y yo escribiendo, que era mi trabajo. Emma había pasado el martes (osea, antes de ayer) a verme, se asustó muchísimo y exageró demasiado, pero al menos luego se tranquilizó por cómo me trató John. Bruce y la banda de simios vinieron ayer de sorpresa cuando se enteraron de lo que había pasado por mi mejor amiga Emma y lloraron en mis brazos, exagerando absolutamente TODO (otra vez) y por último, John. Cada noche se ha pasado por mi cuarte a ver cómo me encontraba, curaba mis heridas y hablábamos de chistes y cosas. Me explicó que se distanció de mí porque esa noche, aparte que tenía miedo de lo que succediera ya que soy distinta (cosa que no entendía porque ha pasado muy poco tiempo para sentir algo, o eso es lo que yo pienso) también su abuelo había muerto, tenía un lío de emociones y sabía que si se relajaba conmigo, lo iba a pagar y pues se fue sin decirme nada por eso (hasta me mostró pruebas por si no le creía, a saber lo que habrá pasado para que hiciera eso). Al final estaba bastante bien con él, me sentía muy cómoda y tranquila, aunque eso sí, odiaba verme tan vulnerable, nunca lo había sido y él ha sido el único que lo ha visto, esa faceta mía que ni yo conocía que existía. Es verdad que me sentía nerviosa cuando estaba él pero, tampoco es que haya sentido gran amor por alguien así que, no sé qué sentía, pero no me iba a parar a pensarlo. Ahora me encuentro yendo a la uni en coche con mi padre, que al llegar me despedí de él y entré a clases, viendo cómo me miraban sorprendidos, el sitio el cual estaba Ares sentado vacío y mis amigos corriendo a abrazarme.

+Chica, cómo estás? –me abrazó Emma mientras fingía llorar- te extrañé.

+Yo también pupu –dije correspondiendo el abrazo y fingiendo también tristeza.

Al terminar el abrazo, noté que me miraban pero no sólo mis amigos, sino alguien desde lejos que conocía.

+John!! –le grité, llamando la atención de mucha gente pero sin importarme- quieres venir?

John habló un momento con sus amigos y ellos también vinieron. No me había fijado antes pero eran bastante guapos, eran parecidos de cara pero no lo suficiente para decir que son hermanos, uno con el pelo castaño oscuro y el otro claro, ojos marrones y musculosos, y los 2 tenían piercing y tatuajes pero dejé de fijarme cuando ya estaban a pocos metros de mí.

+Hola –les saludé con una sonrisa, parecían muy serios pero pronto sonrieron.

+Hola, eres Evelyn, no? –dijo uno de ellos, tenía la voz muy profunda, y asentí la cabeza ante su pregunta- Soy Bryan que, por favor, no me hagas ninguna broma sobre mi nombre, y él –señaló al de pelo claro- es mi primo Alejandro.

+Hola –saludó el pelo claro dándome la mano y yo la respondí formalmente.

+Encantada –sonreí tímida.

+Bueno –dijo John, mirándole todos- vamos a clase?

+Claro –respondimos todos.

Caminamos hacia la clase recibiendo muchas miradas, de parte de las chicas me miraron con asco, supongo que por John y sus amigos que son los más guapos de los chicos (al menos, eso creo y que yo haya visto) mientras que los chicos me miraban las heridas de la cara que, es verdad que estaban curadas, pero alguna marca tenía aún. Al llegar nos sentamos pero para mi sorpresa, se sentó John a mi lado y a mi otro lado Alejandro, pero que.

+Emmm siento la duda pero, John, qué haces en el sitio de Emma y Alejandro en la de Bruce? –le pregunté insegura, no sabía cómo se lo tomaría.

+Pues porque quiero y ellos me lo dijeron que lo hiciera, para tenerte vigilada –esta vez se acercó a mi oído y empezó a susurrar- acaso no quieres estar cerca de mí?

Vale, una debilidad desbloqueada, los susurros. Me dio un escalofrío y noté mi corazón latir a toda velocidad y eso era peligro, iba a debilitarme. Me aparté de él con la silla negando con la cabeza y él con una mano me acercó nuevamente, esta vez quedando aún más juntos que antes.

+Oh vamos pequeña, vamos a pasarla muy bien juntitos –dijo pasando un brazo por mi hombro y apretándome contra él, nuestras caras estaban MUY juntas y me estaba dando vergüenza esto.

No me malinterpretéis, él no me da vergüenza, sino hacerlo en público. Cada quien con su libertad de hacerlo pero en mi caso, no me gusta mostrar mi lado cursi, débil o que alguien me mime delante de alguien.

+John –dije tartamudeando un poco, me aclaré la garganta, le quité el brazo de mi alrededor y me separé un poco para que me mirara- oye, hablo en serio, no me gusta ser mimada o cursilerías delante de gente, por favor.

Me miró buscando una señal de broma pero no la encontró, me sentía apenada con estos tratos y al parecer lo entendió. Bufó y empujó mi silla hasta el lugar inicial, al cual le agradecí en voz baja y él me sonrió. Entró el profesor y empezó la clase, pero no iba a ser la típica clase, nooo. Esto sólo acababa de empezar una guerra entre cursilerías a provocación.

~Aquí tenéis otro capítulo más, sé que llevo 2 días seguidos subiendo 2 capítulos pero no puedo esperar para subirlos, muchas gracias por todo lo que hacéis y espero os siga gustando, recordar darle a la estrella y si queréis que os llegue la notificación, seguirme. Bye.~

Acosador siendo acosado [1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora