Capítulo 25.- Mi primera vez

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~Aviso, capítulo +18, si no queréis leerlo simplemente pasar al siguiente y listo calisto~

Entré a la habitación (que por cierto,
era en el piso más alto) y era gigantesco, todo lleno de lujos que eran increíbles y maravillosos, estaba con la boca abierta cuando John la cierra con su mano.

+Tranquila, esto no es nada, es del bajo mundo.

+Pues para mí, sí.

Él rió y me enseñó todo el cuarto (que era casi igual de grande que mi casa y es solo un cuarto y un baño) que era increíble, 2 armarios gigantes, un balcón que se veía toda la ciudad y una cama doble gigan… Espera, sólo una cama? UNA?! Vale, alerta roja, amarilla, toda. Si ni siquiera me he traído un pijama por dios!!

+Eve –dijo John sacándome de mis pensamientos.

+S-sí? –dije tartamudeando, al cual me aclaré la garganta- qué pasa?

+Estás roja, pensabas en la cama? –dijo sensualmente, acercándose a mí lentamente- o porque no traes pijama?

Vale pues ahora tengo MUCHO CALOR, fui tirándome para atrás mientras buscaba una excusa.

+Emmm no, claaaro que no, porqué pensarías e…

Y sí, me caí encima de la cama por no verla, quedando aún más en ridículo. Intenté ponerme de pie pero John se puso encima de mí, cogiéndome de las muñecas y poniéndolas a los lados de mi cabeza, intenté soltarme pero no podía, era la presa y él quién me cazaba.

+Bueno, ahora que estamos aquí, creo que nos molesta… Esto –dijo mirándo mi ropa, aún puesta.

Sin que pudiera hacer algo me puso ahorcajadas de él, sintiendo su entrepierna en la mía y quitándome la camisa. Ahora estaba con el sujetador puesto y antes de decir algo, me besó el cuello, gimiendo ante ese roce y acariciando mis nalgas.

+John –dije entre gemidos, intentando aguantarlos- por favor, cómo sigas no querré que pares.

+Eso es malo? –susurró en mi oído, dándome escalofríos por todo mi cuerpo.

No respondí, así él siguiendo besando, lamiendo y mordisqueando mi cuello, bajando lentamente por mis hombros y dando alguna nalgada sorprendiéndome. Bajaba lento, dejando un recorrido de besos a medida que se acercaba hasta llegar a mis pequeñas tetas que las manoseaba primero, sonriendo pícara esperando más.

+No sigues? –dije manteniendo la sonrisa, mirándole provocadora.

+Quieres que siga? No dices que si sigo, no querrás que pare? –contestó también sonriendo pícaro.

+Es que no quiero que pares –dije acercándome a sus labios y besándolos.

Primero nos besamos lentos pero pronto dejé de besarlo para bajar a su cuello, haciendo lo mismo que hizo e incluso marcándolo, escuchando cómo jadeaba en mi oído.

+Me antojas mucho nena –dijo jadeando.

+Y más que antojo.

Y sin que respondiera, moví mis caderas en círculos, notando que se le ponía aún más dura de lo que estaba mientras yo le quitaba la camisa, tirándola por algún lado de la habitación. Ataqué de nuevo su cuello mientras él intentaba quitarme el sujetador sin éxito, gesto que me hizo gracia y me aparté para quitarlo yo misma mientras le miraba.

+Oh vamos, seguro que has estado con muchas mujeres y aún no sabes cómo quitar un sujetador? Que niño pequeño –me reí sin dejar de mover las caderas.

+Pues hazlo tú, lista –dijo apoyándose en la cama para mirarme mejor.

Me quité el sujetador y vi cómo me analizaba, desde el cuello hasta mi abdomen, así repetidas veces.

+Te gusta lo que ves? –dije dominante.

+Y tanto que sí –dijo feliz.

Y sin esperarlo me puso abajo suya, bajando peligrosamente por mi cuello hasta mis pechos dónde mordió un pezón mientras masajeaba el otro.

+John! –le llamé entre gemidos sonrojada y perdiendo el control- n-no hagas emm eso.

+Esto? –preguntó, y volvió a mordisquear sacándome gemidos.

Esta vez empezó a succionar, dándome muchísimo placer y aguante de su cabello cómo gesto que me gustaba, quería más y lo dije entre susurros, él escuchándolos. Empezó a bajar lento por mi abdomen, desabrochando mis vaqueros y quitándolos rápidos, quedando sólo en bragas pero en vez de bajar, volvió a subir a mi cuello, lamiendo y besando.

+Qué haces John? –pregunté nerviosa, no sé qué iba a hacer pero me estaba dando muchísimas ganas de más.

+Relájate y simplemente siente –dijo John, tan tranquilo pero excitado.

Bajó sus manos metiéndolos en mis bragas, al principio pensé que iba a meter sus dedos pero se posó en mi clítoris, haciendo presión y círculos, sacándome muchos más gemidos.

+S-sigue! Por favor, sigue! –dije entre gemidos, me estaba encantando y hasta sujetaba las sábanas con fuerza.

Él no dijo nada, sólo seguía atacando mi cuello mientras me daba placer por mi clítoris, llegué al orgasmo en poco rato, así arqueando la espalda y dejando escapar gritos entre los cuales le llamaba a él. Él sonrió ante que llegué al orgasmo, dejó unos pocos segundos para que yo tomara aire de nuevo, pero esta vez metió sus dedos y haciendo presión en el clítoris con la palma de su mano, me estaba volviendo loca y me sentía en las nubes, quería más y más. Empezó metiendo un dedo, estaba empapada y sentía que estaba ardiendo, se cansó de que tuviera las bragas medio puestas y las quitó sin pensarlo, llegué a mi segundo orgasmo siendo mejor que el anterior, me faltaba de nuevo el aire pero no estaba satisfecha, quería mucho más para esta noche. Esta vez empezó a bajar dando besos y lamidas hasta llegar al lugar deseado, besándolo un poco viendo que hasta con eso gemía de lo sensible que estaba, pasando su lengua haciendo presión y haciendo tantas cosas que me estaban volviendo aún más loca, metiendo dedos mientras succionaba y arqueando tanto la espalda que no sabía cómo no se había roto ya, gimiendo y gritando alto cada vez más, hasta que por fin se quitó sus pantalones dejando a la vista su tremenda polla que hace algún mes o 2 (no me acuerdo ahora mismo, la verdad) la tenía en mis manos dándole mucho placer, siendo tremendamente grande al verla y sintiendo un poco de miedo de lo que iba a hacer. Es mi primera vez y no sabía sobre eso.

+Tranquila –dijo besando mis muslos- si no estás preparada, no lo haremos.

Se notaba lo muy cachondo que estaba y yo también, así que antes que respondiera, me metí su polla en mi boca, no sabía hacerlo primero pero pronto cogí el ritmo y sabía que le gustaba por sus gemidos y porque me sujetaba del pelo, así haciendo que trague un poco más de lo que podía.

+Ya no aguanto joder –dijo, empujándome contra la cama y poniéndola en la entrada.

Joder.

~Hola chicos y chicas, espero que estéis bien, aquí está el siguiente capítulo, ya cerca del final, aviso!! Recordar darle a la estrella y seguirme para recibir notificaciones y, sin más que decir, bye.~

Acosador siendo acosado [1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora