Última parte.
Esa noche, Louis se hartó de todo lo que le rodeaba.
Había escuchado hablar de unos camellos que habían llegado nuevos a Doncaster, no estarían mucho tiempo. Por lo que tenía entendido, su precio era barato y las drogas eran de buena calidad. Ideales para una sobredosis. Además, la última vez ni siquiera le dolió, fue como chupar un limón: ácido, pero le gustaba la sensación. Cualquiera que le escuchase le tomaría por loco, aunque ya no le importaba, realmente había sido esa gente la que le había metido esa característica de él en su cabeza hasta el punto de creerselo y actuar como tal.
Y es que, como escuchó una vez hacía bastante tiempo, la gente cambia a la gente; a veces para bien, otras para mal.
Últimamente lo pasaba mucho peor, pues había conocido a otro «él» que habitaba en su mente gran parte del tiempo. Él no controlaba nada, era como si se hubiesen adueñado de su cuerpo y alma, cuando volvía le costaba aún más seguir con su vida. Se veía en los espejos, por lo cual sabía que seguía vivo, mas no se encontraba. Ni las pastillas le arrancaban la pena que le estaba inundando recientemente. Incluso, de vez en cuando, rezaba para que eso parase pese a que no siguiese a ningún Dios desde hacía tiempo.
Quería, más bien pedía a gritos, tregua, quizá una eterna.
Llegó hasta la supuesta calle dónde encontraría a los narcos, no era su primera vez comprando drogas. Allí estaban, su horario acababa de empezar, tenían pocos clientes a su alrededor. Estaban esparcidos por todo el barrio, cada uno en una rúa distinta para encontrar a más personas, una inteligente idea. El más cercano a él era un moreno. Parecía aparentar más o menos su edad por lo cual sería más fácil convencerle de que se lo vendiese más barato, aunque realmente no le importaba el dinero pues los muertos no lo necesitan.
—¿Qué es lo mejor que tienes?—sonrió acercándose al vendedor.
—Todo.—contestó con una orgullosa sonrisa.—Este es el paraíso de las drogas, chaval, tenemos todo lo que pidas en su mejor estado.
—¿Heroína?—ese era su principal objetivo, nunca antes la había tomado y, por lo que tenía entendido, eso hacía más probable una sobredosis.
—Claro, no somos principiantes.—soltó una pequeña risa mientras abría su riñonera para sacarla, Louis intentó cogerla mas este se alejó.—Primero el dinero.
—Entonces, ¿Cómo sabré que no me estás estafando? Tal vez no es lo que dices, no me creo tu palabra.—no era gilipollas, había aprendido varías veces la lección, no caería otra vez.—Mira, eh...
—Zayn.
—Vale, Zayn, yo soy Louis, aunque mi nombre no importa. Te voy a contar una cosa: estoy hasta los huevos de mi vida, no soporto este mundo, así que como soy un cobarde lo voy a dejar. Quiero morirme. Tomaré mucha heroína, quizá algunas cosas más si con eso no consigo sobredosis y me iré. Tú puedes quedarte con todas mis pertenencias, total, los muertos son...muertos.
El de ojos marrones le miró atónito, jamás había vivido algo parecido, no sabía si debía dársela, no quería ser el causante de aquello. Sin embargo, le comprendía perfectamente, él también estaba cansado del mundo en el que le había tocado vivir. El narco miró discretamente por si encontraba alguno de sus compañeros observándole, pero no fue así por lo que decidió darle la droga al ojiazul. Un par de sobres pequeños.
—Tómatelo lejos, no quiero ver como te da un parraque o lo que sea que te vaya a pasar.—comentó cerrando su bolsa.
—Así no sabrás cuando la palmo para tomar mis cosas, además, necesito que me ayudes. Ya sabes, por si mi cuerpo pelea inconscientemente por seguir en este mundo o cosas así.—explicó tranquilamente, no le dejó replicar puesto que comenzó a esnifar el interior del sobre.
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lune décroissante {LS}
Fanfiction☾ luna menguante Fanfic Larry. Porfa no t copies ni nada<3