Eres tan Gay como para ser Gay

Capítulo I

Trixie Mirrez

Con mi cara enrojecida y las manos echa puños abro enojada la puerta de mi salón para barrer con mi mirada hasta encontrar al cabron y dueño de mi enojo. Sonrió con locura al verle tan confiado y sin sentimientos sentado en un asiento de las filas del medio mientras cuenta algo a su amigo

Camino hasta él con la mirada de los presente encima de mi, estos que no hacen nada y nunca lo harán. Me paro al lado de él y el otro chico, los dos voltean al sentir mi presencia y juro que mi sonrisa crece más al ver destello de desconfianza en los ojos mieles de aquel hijo de puta

- ¿Qué qui...? - no termina de formular la oración, gracias a mi valiosa rapidez de agarrar una libreta del asiento de su amigo para impactarla de un fuerte impulso en su perfecta nariz. Éste Suelta un chillido al sentir el impacto y algunos se asombra por mí fuerza, puedo parecer débil pero soy realmente fuerte cuando me molesto

- Patético - digo tirándole al pecho la libreta. Este saca pecho y se acerca queriendo intimidar pero mi pie le quita lo agrandado dándole en sus partes bajas - E hijo de puta

Él con el rostro distorsionado alza su mano para agarrar mi cabello pero se la detengo en un movimiento de defensa personal y la dobló con fuerza, su amigo intenta acercarse pero un cuerpo se posiciona detrás de él y coloca su mano en su hombro para detenerlo en su lugar. Sonrió y sigo con el imbécil de primera, empujó con mi otra mano en el centro de su pecho en un golpe seco para que se de contra el asiento detrás de él

Todos exclama cosas y algunos graban la escena de lejos mientras ríen, ¿Quién diría que una flaca chica sin mucho tamaño le daría una lección a un alto y atlético chico con hombría débil? Aja ese es uno de los tantos comentarios.

- Si escucho o veo que vuelves a burlarte o difundir algo más de Cat te haré cosas peores. No es culpa de ella que seas tan poco hombre y mucho menos merece que divulgarás falsas fotos de ella o que digas asquerosidades de su persona - Hablo lo más calmada que puedo - No diré más. Depende de ti, si tomas consejos.

Me volteo justo cuando el profesor entra para ver el revuelo, no me extraño al escuchar como todos empiezan a alzar la voz y el idiota cuadra sus hombros con una expresión adolorida, el amigo del imbécil me acusa y el profesor me da una mirada cansada para encogerse de hombros

- Sal de mi clase y nos veremos en detención a las 4 - deja la puerta abierta para mi y sigue para poner sus cosas en su escritorio, al pasar por el lado del cuerpo que me ayudó este da media vuelta en su eje y me sigue

- ¿A donde crees que vas D'Angelo? - dice con fastidio el profesor

- Usted ya sabe la respuesta - contesta mi mejor amigo para pegarse literal detrás de mi, siento una sonrisa oscura salir de él antes de empujarme hacia afuera del aula. El profesor lo deja ser y así perdemos nuestra primera clase, ¡Que buen día!

Más calmada camino hasta el comedor con mi amigo detrás, porque la hambre que me cargo no juega carrito.

- Mi pequeña Dolly - canturrea Cerez D'Angelo, todavía detrás de mí. Este como siempre sabia que iba a romper jetas por lo que me dio su apoyo

- Mi papacito - respondo ahora de buen humor

- Sabes ya no es raro ver a mi amiga golpear a imbéciles para que la echen de clase - dice como si nada pasando su brazo por mis hombros

- Cat no merecía que le rompieran el corazón - me excuso

- Ni siquiera eres tan amiga de Cat - dice el riendo

- Lo sé pero entre chicas debemos apoyarnos. ¿No aprendiste nada con la película Moxie que te hice ver? Debo hacerte sufrir más con esas películas a ver si entra en tu cerebro - digo alejándome de su costado para ponerme frente a él