Capítulo XXXI

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Todavía no se como llegue pero estoy entrando al hospital junto a Nina y Kira minutos después de que llegarán los chicos con K. Se que estoy acá pero mi mente no y mi alma, esta está en el suelo.

- Trixie por acá - llama Nina. Mi mejor amiga me arrastra hasta el segundo piso donde caminamos a prisa hasta dar con Cerez y Arios esperando en frente de una puerta.

- ¿Lo están atendiendo? - pregunta Nina hacia su novio. Este la ve y asiente para atraerla a su pecho, este al igual que todos esta muy preocupado, después de todo es como su hermano

- Ya avise a mi tia para que viniera, no debe tardar - nos dice directamente a C y a mi.

No espere conocer a mi suegra en una situación así, no es algo lindo. Suspiro quedándome alejada de Cerez que no hace intento de agarrarme, por otro lado Kira no me ha soltado la mano cosa que agradezco porque la necesito. No se cuanto pasa pero parece eterno ver aquella puerta cerrada

La noche se siente helada pero no me importa el frío solo quiero saber que paso y porque esta en ese estado. ¿Acaso el consume? No creo por los juegos no puede, ¿Tal vez fue alguien? Lo más probable. Aprieto mis labios al darme cuenta que por más que yo quiera a Keled no lo conozco, no sé nada de él más que lo básico y aún así me permití decirle que si a una relación y lo peor a una relación poliamorosa donde implica más de un corazón, implica más confianza y más conocimiento de lo que tiene una relación común. Dios soy un asco de novia, le dije parte de mi vida pero no pregunte por la suya y incluso con Cerez con el que vivo desde hace años me fui incapaz de indagar más, no le preste la suficiente atención y me mareo.

- ¿Quieres sentarse? - pregunto Kira notando el tambaleó, eso capta la atención de Cerez que me mira pero yo no conecto con él. Niego hacia mí amiga

- Arios - la voz de una señora llega a nosotros. Esta elegante mujer pasa hasta el chico que abraza a su novia - ¿Qué pasó? ¿Te han dicho algo?

- No sabemos exactamente lo que pasó y todavía los médicos no dicen nada - responde algo ansioso.

- Oh mi bebé - la mujer suelta un sollozo. Más atrás viene un señor de traje elegante, este se coloca a lado de la mujer y le dice algo para calmarla.

Debe ser la mamá de mi chico noche, tiene algunos rasgos iguales a los de él pero el señor no se parece mucho a este. Ella es castaña oscura, alta, piel aun más blanca que K, ojos grandes grises, elegancia por todos lados, pómulos altos y pocas arrugas en las patillas de sus ojos. El señor por otro lado debe medir casi 2 metros, porte elegante, rasgos duros desde su mandíbula hasta sus ojos, piel muy morena y parece tener un asentó más americano.

- No debí meterlo a ese lugar, te lo dije Fabricio, te dije que no debía - dice la mujer hacia su marido. Esta limpia las lágrimas rebeldes que salen de sus ojos y mira nos mira a los demás en el pasillo

- ¿Arios no estabas con él? - pregunta el señor en medio reproche

- Si Fabricio pero dijo que iría al baño así que supuse que estaría bien - responde este un poco reacio al hombre. Parece que no le cae muy bien

- Típico - dice el hombre - Ya vengo, iré hacer unas llamadas. Me avisas si te dicen algo

Habla hacia la madre de K, esta asiente y el hombre se va. La señora mira a Cerez, suspira y camina hasta él

- ¿Eres el novio de mi hijo? - le pregunto sin vacilar. Esto toma por sorpresa a mi novio que mantenía la cabeza abajo, Cerez conecta mirada con ella

- Así es - dice con la voz un poco rota. Ella posa una sonrisa amable

- Me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias - dice colocándose a su lado.

Eres tan Gay como para ser GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora