Capítulo XXII

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Muchas en serio muchas gracias por los lindos comentarios y por enamorarse de estos chicos como yo. Cap con contenido sabrosongo porque lo merecen. XOXO

Llegamos justo a tiempo cuando pasan nuestros nombres en la lista, el entrenador nos veía sospechoso pero Keled se puso a jugar con Arios y Adrián, mientras Kira nos hacia preguntas a Cerez y a mi

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Llegamos justo a tiempo cuando pasan nuestros nombres en la lista, el entrenador nos veía sospechoso pero Keled se puso a jugar con Arios y Adrián, mientras Kira nos hacia preguntas a Cerez y a mi. Los demás empezaron a bajar las canasta con la comida, nos dieron pequeños refrigerios a cada uno y luego subimos al bus para ir de regreso al internado.

El día no terminaba pero fue largo, así que tomé una buena ducha, come un pedazo de pastel de zanahoria, me puse mi pijama de short con una camisa grande negra de una boca sacando la lengua. Espero a la que la cuidadora pasara por las habitaciones comprobando que todos estábamos en nuestras camas o habitaciones por lo menos y luego con ayuda de Kira me escabulli esta el final del pasillo para tocarle la puerta a mi novio.

Toc, Toc. Escucho ruido y luego se abre dejando ver el interior de la habitación pero no me recibe Cerez como pensé, ahí en frente de la puerta esta Keled.

- Hola - susurro. El sonríe con vergüenza y revuelve más su cabello

- ¿No puedes dormir? - pregunta Cerez desde su cama. Sin camisa, con el cabello echo nido y ahora viendo bien como la camisa de Keled está arrugada me doy cuenta que interrumpí algo. Me siento mal, no debería estar ahora aquí, aunque son mis novios ellos merecen el espacio.

Coño, apenas llevamos un día saliendo y ya ando que no me les separó. Abro mi boca para decir algo pero no sale nada de ella, así que Keled agarra mi muñeca y me jala para entrar y así él pueda cerrar la puerta mientras Cerez se sienta en su cama para verme.

- ¿Valiente? - escucho como me llama el pelo negro y vuelvo a tomar control de mi.

- Si podía dormir pero quería que uno de mis novios me hiciera mimos - confieso mordiendo mi labio inferior.

- Cierto, te encanta los mimos - asiente Cerez y ladea su rostro, odio que me conozca tan bien como para saber que esto se puede colocar incómodo.

- ¿La supervisora nunca te vigila? - suelto de la nada la cabello blanco

- No entra, solo se asegura que esté acá - dice encogiendo sus hombros.

- Bonita pijama por cierto - dice entrando de nuevo en la conversación Keled. Al buscar su mirada, la encuentro en mis piernas y eso me recuerda que está tarde nos quedamos en algo, tal vez por eso esté aquí para terminar lo que habían comenzado, yo no era necesaria y menos si sigo virgen.

- Gracias, me los dio mi madre - chaqueo la lengua - Bueno saben creo que iré de regreso a mi habitación para buscar un libro, me relaja mucho cuando me hacen mimos y - señaló la puerta empezando a divagar

- Se siente insegura - agrega Cerez hacia Keled. Lo miró mal - Se que es así y en una relación eso no es lo indicado.

- No necesitas libros ahora, necesitas decirnos lo que sientes - ahora dice Keled acercándose a mi espalda de forma que pasa sus brazos hasta rodear mi abdomen - Vamos Valiente, se digna de tu nombre

Eres tan Gay como para ser GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora