Capítulo VII

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Gruñó tocando mi estómago, este se retuerce con hambre. Mi humor no es el mejor debido a mi falta de comida, a mi lado Kira también se queja por la falta de energía y comida

Por suerte después de Deporte tenemos media hora para ir por un refrigerio antes de la última clase de los sábados, hay por fin tendremos todo el fin de semana para estudiar y hacer lo que queramos, eso sí sin salir de las instalaciones a menos que sea con un permiso.

- Vagabunda - llamó la atención de mi amiga - me comería una vaca entera ahora misma

- Perra - responde a mi llamado tirándose drásticamente a una pared hasta deslizarse al suelo - también me comería una, la resaca con estómago vacío es horrible

- Ni que lo digas - murmuró - Ahora levante ese culo y vamos por comida

- Mis borrachas favoritas - la voz cantarina de Cerez nos envuelve una vez llega a nuestro lado

- ¡Cállate! - le decimos las dos. Mi mejor amigo se ve muy enérgico esta mañana

- Que mal humor mis amores - hace un puchero

- ¿No estabas en detención? - pregunta Kira desde el suelo

- Es sábado, Hommer me dejo salir antes porque le irritaba mas de lo normal - menciona con burla

- Haz el favor y lleva a esta pila de papa al comedor - pido señalando a la castaña. Ella sonrie y le extiende los brazos al pelo blanco, que pone los ojos en blanco y se acerca para echarla sobre su hombro

- Gracias - dice mi amiga dejándose cargar. Aja ahora mismo esta como un saco sobre un hombro granjero y que hombro.

Los tres entramos al comedor y yo me encargo de ir por el refrigerio o en mi caso mi desayuno, mientras mis amigos eligen una mesa. Elijo dos rodajas de pizza con un jugo de manzana para mi y elijo dos tortas de cereza más un panini para Kira, ella sin su dosis de azúcar no agarra energía

- Aquí tienes - le doy su bandeja. Los ojos de mi amiga brilla con alegría y no tarda en dar bocado, yo hago lo mismo con mi pedazo de pizza

- Oh gracias Trixie, sabia que mi mejor amiga no se olvidaría de mi - dice irónico Cerez cruzando sus brazos por su fuerte pecho cubierto solo con la camisa blanca de deporte

Porque si, no nos habíamos cambiado después de correr, ya que el hambre hacía mucho estrago o bueno eso en el caso de Kira y yo. Nosotras no le prestamos atención y nos concentramos en llenar nuestra baterías, no sé cómo no nos desmayamos corriendo, tal vez si somos súper chicas

- Oigan, ya me dirán lo que ocultan - pregunto una vez termine mi primera rebanada

- ¿Que ocultamos? - se hace el desentendido mi mejor amigo

- Pues sabrán ustedes. Esta mañana vi que no me decías todo de anoche y en la cancha Kira me dijo que descubriría su dicho de "todavía no creo que puedas caminar" - hago comillas en la última frase. Kira se ahoga con su pedazo de pastel, le golpeó la espalda para ayudarla a pasar mientra Cerez la mira extrañado

- Yo mejor no digo nada - menciona la castaña después de volver a respirar

Cerez se endereza en su silla entendiendo lo que nuestra amiga quiso decirme y carraspea mirándome directamente a mis ojos, esos grises que casi me hacen desviar mi mirada pero no soy de esas así que la mantengo retando a que hable. La gran puerta del comedor se abre como si fuera algo del destino y mi amigo aparta la mirada para ver sobre su hombro, yo corro mi vista justo en el momento exacto para ver entrar aquel chico de detención, Keled junto con el grupo de Arios, todos ríen menos él pero como si fuera un hábito su mirada cae en nuestra mesa.

Eres tan Gay como para ser GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora