Capítulo XXXIII

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Al llegar a mi habitación busco algo cómodo pero lindo para "mi cita" con Keled, aunque le pediré lo mismo a Cerez para ir los tres como la relación que somos. Me decido por una camisa blanca pegada con un corte abajo diferente junto a unos jeans corte altos que enmarca mi cintura a la perfección.

Entró al baño y hago mis necesidades, me lavo las manos para salir de nuevo por la ropa interior, esta no es sensual ni nada por el estilo son unas simples pantis negras con un sostén a juego con pequeñas pepitas blancas. Río al verla y me levanto de hombros

Me asustó un poco cuando mi puerta es tocada de repente, dejó las cosas en mi cama para ir a abrir encontrándome con el rostro hermoso de mi novio peli blanco

- Hey ¿Qué pasa? - pregunto a lo que el sonríe

- Sabes en mi baño hay agua caliente, podría bañarte allá - suena casual pero se que no es así. Alzo una de mis cejas

- Yo también tengo agua caliente genio - le recuerdo pero él ya lo sabe

- No como la mía - asegura agarrándome de la cintura para alzarme de forma que quedó más alta que él.

Mi risa inunda el pasillo mientras Cerez se encarga de llevarme a su habitación, ahí Keled esperaba viendo su teléfono en la cama, al escucharnos levanta la vista y nos sonríe negando

- Fue su idea - asegura este. Cerez me baja cerrando la puerta detrás de él

- Se que no me lo merezco por idiota pero amor, no puedo seguir estando sin ti y tu cariño, no puedo seguir sin ustedes - dice haciendo puchero, sus palabras y cara hermosa me vuelven más fácil que lectora con nuevo personaje Literario.

- Bien, ven acá - alzo mis brazos.

Este envuelve mi cintura y yo lo atraigo del cuello para besarnos. Sus labios ahora saben a fresa y me gusta, me gusta mucho y a él no le molesta el pequeño corte en este. Saborea mi boca haciendo que abra mis labios pero se separa muy rápido, sacando sus brazos de mi cintura me empuja para hacerme chocar con el pecho fuerte de Keled que me atrapa en sus brazos. Sube su mano despacio desde mi estómago, pasando por medio de mis senos que se mueven con fuerza por mi respiración acelerada, llegando a mi cuello que acaricia rodeándolo un poco. Me gusta que sean tiernos pero a solas se pongan posesivos.

La habitación empieza a sentirse más caliente a nuestro alrededor cuando chocó con la mirada oscura en deseo de Cerez que nos ve a K y a mi. Muerdo mi labio cuando el pelinegro empieza a besar detrás de mi oreja. Mi vientre se contrae y ondas eléctricas azotan mi anatomía, trayendo así agua a mi boca y zona mi sur.

- Venimos a bañarnos, así que vamos a la ducha - susurro con voz ronca. Keled se separa para que yo pueda caminar hasta el cuarto de baño.

Allí abro la puerta de vidrio que cubre la ducha, giro para empezar a quitar los botones de mi camisa, dejando ver poco a poco mi piel. Mis chicos hacen lo mismo dándome una hermosa vista de sus pectorales y abdominales esculpidos perfecto entre esa piel cremosa. Miró como un costado de Ce hay zona roja

Me da enojo ver que aquellos idiotas lo lastimaron. Me acerco a él y pasó mis manos por esa zona, mi chico sol  suspira y coloca su cabeza en mi hombro mientras mis manos simplemente acarician su estómago y costados, poco a poco hasta subir a su pecho donde su corazon late como loco dentro de su caja torácica.

Keled se une colocándose atrás del Jack Frost, dejando suaves besos por su nuca y ancho de sus hombros, C me agarra de la cintura y hace que lo abrace, así que eso hacemos.

Le abrazo rodeando su torso mientras Keled pasa sus brazos hasta tocarme ligeramente pero cubriendo al peli blanco, este que se hunde más hasta llegar al hueco de mi cuello. Lo siento estremecer y sus hombros se sacuden, al instante siento como mi cuello se moja afirmando que mi niño está llorando.

Eres tan Gay como para ser GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora