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AL DÍA SIGUIENTE.

Tom salió temprano, demaciado... apenas era hora de desayunar y le preparé comida a Delphi, ya que yo no tenía hambre.

Solo podía pensar en lo que había mencionado Narcisa. Y qué tal vez era cierto. Pero no había forma de saberlo.

Lo gran probabilidad era que si, lo fuese. Pero no sabía si estaba lista, y no sería conveniente en este momento ya que aún nose cuando me iré de aquí.

La puerta se abrió y Tom entró en la casa.

-Buenos días.- dijo con su voz obscura.

-A donde fuiste?- le pregunté.

-Oh, por ahí cariño.- respondió

-tienes hambre?-

-No, estoy bien. Hoy algunos de mis mortifagos cuidarán a Delphi, tengo algo que mostrarte.- me comentó. No estaba de acuerdo ¿mortifagos? Estaba loco si creía que la iba a dejar a cargo de esas personas.

-No. No dejare que tus mortifagos cuiden a mi Delphi- le dije molesta.

-Bueno, sabía que te interpondrías, en ese caso traje esto.- saco de su bolsillo una pequeña botella de vidrio con forma de biberón.

-¿Que es eso?- le pregunte

-Poción para dormir, y no... no te preocupes, es especialmente para niños, la encontré en el callejón diagon-

-¿Fuiste a el callejón diagon?, te pidieron haber visto- lo regañe.

-No lo hicieron, soy astuto, es obvio que jamás permitiría que me vieran- respondió orgulloso de él mismo.

-mmm bien, pero la mantendrá dormida mucho tiempo? -

-No te preocupes, el suficiente. No estaremos tan lejos. Te debo enseñar algunos hechizos afuera. Simplemente ella no puede estar ahí por los peligrosos que serán.-

-Bien. Creo que ya termino de comer.- dije dirigiéndome hacia ella y la tomé en brazos.

Él se acercó y me dio el frasco. -Toma, que lo beba por completo. En cuanto se quede dormida la dejas en su cama y vuelves-

-Esta bien.- lo tome y me dirigí a la habitación junto a ella.

Después de un rato se quedó dormida. No me agradaba la idea de los hechizos que menciono Tom, por lo que me mencionó Narcisa. Si era así, corría peligro pero tampoco podía decírselo a Tom.

Salí y el me esperaba en la sala, salimos frente a casa.

-Bien... tengo esto para ti.- saco de su saco su varita. Y continuó -Es mía, pero esta vez la utilizarás tu.-

-¿tu cual utilizarás?- le pregunte.

De el otro lado de su bolsillo sacó otra varita -La de mi padre. Es muy poderosa, más que la mía. ¿Estás lista?-

-No..., ¿qué hechizos usaremos?-

-Te enseñaré las maldiciones imperdonables- me respondió con una sonrisa enorme en su rostro.

-¿Que? Tom, yo no... no puedo.- respondí nerviosa, no podía permitir que me enseñara a hacerlas.

-Claro que puedes.- se acercó a mi oído -Si vas a ser mi chica, debes aprenderlas. Siempre habrán personas que quieran dañarnos y necesito que aprendas a defenderte incluso sin mi-

Respire profundo y asentí, ya no podía negarme. Debía hacerlo aunque no lo quisiera.

-Bien, !Amycus !- llama a uno de sus mortifagos.

Él se acerca a nosotros -Si mi señor?- le dice.

-Colócate por allá.- le ordena y este camina a unos metros de nosotros.

-aqui señor?-

-Si, ahí está bien.- le dijo Tom.

-bien, este es el movimiento que debes ejecutar. - Me enseñó con su varita. -Al hacerlo dirás "Imperio" y él hará lo que tú le ordenes- me explico.

-Tom. No puedo- le dije una vez más - No. Si puedes, vamos.- sujeto en mi mano la varita y me ayudo a formar el movimiento. -Asi, ahora solo hazlo y dilo tú "Imperio"-

Al verme como no lo hacía, decidió hacerlo el. -Observa.- me ordenó.- imperio- lanzó al mortifago.

-Arrodíllate - le ordenó a este y este obedeció en contra de su voluntad.

Rápidamente le quito el hechizo.

-Ahora tú.- me ordenó.

Lo debía hacer. -Imperio- lance. Me sorprendí al ver que lo logré al primer intento.
Y lo hice acodillarse de nuevo. Rápidamente quite el hechizo de el.

-Me sorprende bastante. El poder que tiene ese collar no es así?- dijo con voz obscura Tom.

-¿De que hablas?- le pregunte.

-Te dije que no era un collar ordinario. Lo lograste al primer intento gracias al collar, es una de sus muchas funciones. -

Me quede sorprendida al ver que era cierto, no me había dado cuenta pero el collar irradiaba de nuevo esa luz verde clara que cuando me lo colocó.

-Tom. No quiero seguir con los hechizos imperdonables, no me obligues por favor.- le rogué.

Rodeó los ojos un poco molesto pero acepto. -Bien, solo tengo una cosa más que mostrarte.-

-Amycus, puedes retirarte de ahí.- dijo y él obedeció.

-Colócate en el mismo lugar donde estaba el- me ordenó -pero...- interrumpió -Hazlo, prometo que estarás bien- dijo

Le obedecí y me coloqué en el mismo sitio que el mortifago.

Sin aviso lanzó contra mi -Crucio-


NOTA: tal vez hoy actualice varios capítulos, y en uno o dos dias sea el final:(

Queria comentarles. Quiero publicar mi primer historia (original) pronto, pero tengo miedo que no tenga apoyo, me apoyarían leyéndola? Tal vez después les dé detalles ya que debo continuar el Fan fic de Draco también

INSACIABLE +18 (#1)  (Matteo Riddle y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora