INSACIABLE +18 (#1) (Matteo Riddle y tú)

Dos

Mientras me perdí en mis pensamientos no me di cuenta de que ya estaba en nuestra mesa presentándose con todos, excepto conmigo, Draco y Blaise, ya que no solíamos prestarle atención a nadie que no fuera de nuestro agrado.

Draco no dijo una sola palabra en la hora de comer y no probó un solo bocado.

Al acabar el tiempo de Desayuno, Draco se acercó y susurró en mi oído —Ve al baño te espero ahí.—

—Bien.— asentí y se fue apresurando, se notaba algo molesto, pero solía ser esa su actitud, no le tome importancia y solamente fui un par de minutos después detrás de él.

—Bien, ¿qué pasa Draco?—pregunte al llegar.

Lo vi parado apoyado en los fregaderos con la mirada hacia el suelo.

—Dime que piensas.— preguntó aún con la mirada hacia el suelo.

—¿sobre qué?— pregunte no tan confundida.
Sabía que se refería a ese chico.

—Riddle, es un peligro en Hogwarts T/N y lo sabes.— respondió ahora mirándome fijamente.

—Lo sé, pero no podemos sacarlo de aquí, solo Dumbledore sabe la verdad de por qué está aquí.—

—No confió en Dumbledore.— menciono con algo de molestia en su tono de voz.

—Draco Malfoy, no confías en nadie realmente.— dije con un tono de burla mientras me acercaba a el.

—¿Crees que es un estupido Juego?—preguntó enojado mirándome fijamente ligeramente inclinado hacia mí, no esperaba esa reacción pero sabía que era por qué le preocupaba mi seguridad.

—Bien, lo sé, Draco pero, ¿qué podemos hacer?— pregunte algo molesta.

—Ya pensaré en algo.—respondió —Estoy Demasiado estresado T/N ¿por qué no me ayudas con eso?—vi una sonrisa Maliciosa formarse en su rostro.

—Draco Tenemos Clase.—

—¿Me importa?— me tomo de la cintura y acercó mi cuerpo al suyo presionándolo deslizando sus manos por todo mi cuerpo.

Se acerca y me comienza a besar, siento que el calor recorrer rápidamente por el cuerpo de ambos, suelto un gemido pequeño, mientras puedo sentir su erección a través de su pantalón rozando mis piernas.

—Te quiero de rodillas ahora, es una puta orden.-dijo con un tono de voz demandante, tanto que era imposible resistirse.

Solo lo mire a los ojos y sin decir nada obedecí inclinándome frente a su pene erecto bajo su pantalón, lo vi desabrocharse el cinturón e inmediatamente baje su cierre y su bóxer cuando su pene erecto estaba frente a mí.

—Hazlo ahora.— Ojalá pudiera decir que su tono era suave pero no, no lo pedía, lo exigía.

Obedecí metiéndolo a mi boca inclinándome hacia el frente y atrás, le di una mirada mientras soltaba un gemido.

—Esa es mi chica.—dijo tomando mi cabello y jalándolo a su propio ritmo.

Sabía lo que le gustaba y como le gustaba.

Cada embestida se volvía más áspera. Más agresiva y más caliente.

Cuando lo sentí acabar en mi boca, vi su cara de satisfacción mientras yo lo tragaba por completo.

Se abrochó el pantalón y me levanto de mis rodillas tomándome del cuello —Bien hecho cariño.— me felicitó. —solo fue una práctica para esta noche en mi habitación.— susurró a mi oído con una voz lujuriosa .