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Adam la escuchó revolear cosas esa noche. Maldecía. Ahogaba gritos con la almohada. Quiso abrir la puerta pero estaba cerrada con llaves. La vio fumar desde su habitación. La vio fumar en el balcón con su rostro entre las manos y sus codos apoyados en la baranda. Cada vez tenía más miedo de saber qué había pasado en su vida a lo largo de esos dos años.

Laslie no durmió en toda la noche. Salió por la mañana con su pantalón negro y una camiseta de tirantes. Antes de que teminara de poner el sweter, Adam pudo ver sus brazos tatuados. Ella tomó su mochila y salió de la casa, él la siguió y la vio subir a su moto. Sus ojos se abrieron como platos. La siguió con el coche hasta la escuela.

Laslie resolvió sus últimos exámenes y se dirigió al campus.

-Eh, rarita.- dijo Carl seguido de Jonson y Federic.- ¿Ya te ibas?- Laslie siguió caminando en silencio, ignorándolos.- Te estoy hablando. ¿Te sentís muy mala ignorándome?- los otros dos chicos rieron y él la tomó del cabello. La chica lo tomó de la muñeca y se la dobló.-¿Qué haces estúpida?- gritó él adolorido.

Automáticamente, los tres chicos cayeron sobre ella profiriendo golpes e insultos.

-Ustedes tres, a dirección.- gritó él director.

Laslie se puso de pie y siguió su camino, pasó poco tiempo hasta que el director la alcanzó.

-Señorita Smith, debería ir a la enfermería.- dijo el hombre.

-No es necesario.- masculló ella, sin detenerse.

-Laslie, andá a la enfermería.- la voz de su hermano la hizo frenar en seco. Ella se volteó lentamente y él se acercó.- Dios, Laslie. Vení, tienen que curarte.

Ella siguió a su hermano en silencio. La enfermera detuvo el sangrado de su nariz y curó su labio. Laslie permanecía inmóvil con la vista fija en su hermano.

-¿Vas a decirme qué pasó en estos dos años?- preguntó él.

-Sobreviví.- fue todo lo que salió de sus labios. La chica se alejó y subió a su moto. No dejó que Adam la detuviera. No pasó por la casa, fue directo al trabajo.

Pasó allí toda la tarde. Dos horas antes de que cerraran, su jefe le pidió que fuera a casa, que él se encargaba del resto. Cuando abrió la puerta, encontró a su hermano sentado en una silla con su vista fija en la puerta.

-¿Dónde estabas?- preguntó él.

-Trabajando.

-¿Por qué?¿Por qué haces esto?¿Qué pasó?¿Cuándo se volvió todo así?- preguntó él desesperado.

-Quizá sea tiempo de que vuelvas a escapar.- dijo ella.

Él se puso de pie de golpe y se acercó a ella.

-No pienso volver a irme.- dijo él enojado.- No voy a volver a dejarte, sólo quiero saber qué pasó.

-No pasó nada, Adam.- gritó ella con las lágrimas quemándole en los ojos.

-Eso es mentira.- gritó él.

-¿Sabes qué? Si pasó. Pasó que todo se fue a la mierda. Pasó que tuve que escapar de la casa del tío Tom cuando intentó abusar de mi. Pasó que todos decían que era mi culpa. Pasó que te habías ido, Adam. Te fuiste.

La chica se encerró en su habitación, metiéndose debajo de la cama y abrazando sus rodillas.

La puerta se abrió y Adam entró lentamente. Miró debajo de la cama y frunció su ceño.

-¿Qué haces ahí Laslie?

-Espero a que lleguen los monstruos.- dijo ella con sus ojos cerrados.

Adam la sacó de ahí y la rodeó con sus brazos.

-Todo está bien ahora.- dijo él y ella negó ocultando su rostro en su pecho.- Voy a intentar arreglarlo.

-Quedate conmigo.- susurró ella con un hilo de voz.- No me dejes sola.

Él la subió a la cama y se acostó con ella rodeándola con sus brazos. Se durmieron juntos, abrazados, perdidos en sus pensamientos.

Por la mañana ella se levantó para ir al colegio. Adam la abrazó con fuerza antes de que ella lograra cambiarse. Apoyó su mentón en la cabeza de ella y le acarició el pelo.

-Te quiero.- dijo.

-Yo también te quiero, Adam.- susurró ella.

-¿Podes faltar hoy al trabajo?- preguntó él.

-Solo trabajo los lunes, martes y miercoles. Hoy estoy libre.- dijo ella.

-¿Cuándo terminas las clases?

-Mañana.

-¿Vamos a poder recuperar todo lo que perdimos?

-No lo sé.- admitió ella.

-¿Podemos intentarlo?- ella asintió y él le besó la frente.- Está bien.

La chica se puso su pantalón negro y su sweter y salió de la casa. El día en el colegio fue un infierno. Todos los profesores le decían "hablé con tu hermano ayer, está preocupado" y ella solo se limitaba a encogerse de hombros y seguir con sus cosas.

-¿Vas a venir en verano?- le preguntó una chica, algo tímida.

-Solo por la mañana.- respondió ella y siguió caminando.

El colegio tenía actividades obligatorias todo el verano, ella solía ir por la mañana, formando parte del grupo nerd que era bastante reducido e ignorando a todos los demás que asistían por la tarde. Ella salió del lugar y buscó su moto.

-Ya es tiempo de cambiar.- se dijo y arrancó.- Este verano no voy a ser el bicho raro de siempre.

Llegó al departamento y no encontró las cosas de Adam. ¿Se había ido?¿Otra vez la había abandonado?







No es quien dice serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora