Laslie se tomaba las manos con nerviosismo mientras su hermano la guiaba por los pasillos del hospital. Se encontró volviendo a asemejar ese olor como a muerte y un estremecimiento la recorrió por completo. Alec la rodeó con su brazo y abrió la puerta. Issac estaba tendido en la cama, conectado a aquella máquina que contaba sus latidos, otra vez.
Sus ojos se clavaron en ella con rapidez y liberó el aire contenido. Laslie se acercó con timidez y frunció el ceño cuando las lágrimas se le escaparon. Issac extendió su mano hacia ella, tomándola y jalándola hacia él. Era muy extraño que Issac fuera brusco de ese modo, solo ocurría cuando, realmente, tenía miedo. Ella lo rodeó con ambos brazos, pegándose a su pecho y respirando trabajosamente.
-A que es ella quien te dio este susto de muerte.-resonó una voz a sus espaldas. Laslie se incorporó de golpe, acomodando su vestido y pasándose el dorso de la mano bajo los ojos.- Pensé que había sido algo más, pero ahora te veo acá, Laslie, y sé qué causó que mi hijo terminara en este lugar.
-Perdón, Isabelle. Yo no creí que...-musitó.
-Vos nunca creíste que ibas a volver a mandarlo a un hospital. Lo entiendo.-dijo la esbelta mujer de los cabellos plateados.
-Mamá.-se escandalizó Issac y tiró de Laslie, haciendo que ella cayera sentada a su lado.- Dejá a Laslie tranquila. Yo la presioné para que fuera a esa fiesta. ¿Estás bien? Vi a la policía y dijeron que tenían a casi todos pero no estabas con ellos. Te busqué en los hospitales a los que habían llevado a los que ingirieron mucha espuma pero no estabas ahí.
-Emer nos llevó a su casa. Los tres salimos por la ventana. La espuma subía muy rápido. Se llevó las llaves del departamento y no tenía teléfono.-susurró ella, esperando que él no viera las fisuras en las que ella podría haberse marchado por su pie.
De todos modos, Isabelle la miraba con los ojos entrecerrados.
-¿No tenes celular?-preguntó.
-Me lo robaron.-confesó ella con un suspiro, lo que no era mentira.-En la pista de baile, alguien me lo sacó. Issac perdoname, de verdad, yo no creí que...
-Basta.-pidió él, haciendo que ella se acostara a su lado.- No hiciste nada malo.
Mentira.-pensó ella, pero guardó silencio.
-Es mi mamá quien quiere que creas eso.-miró a la mujer.-¿Vas a hacer algo más que molestar a mi novia? Si no vas a hacerlo, podes irte. Fue un placer verte, mamá.
La mujer pareció querer decir algo pero volvió a cerrar su boca y caminó fuera, seguida por Alec, quien cerró la puerta. Issac la tomó con más fuerza y besó su frente. Ella escuchó que la máquina se aceleraba y empezó a desesperarse, apartándose de él, llevándole la mano al pecho.
-Hey, tranquila. Estoy bien.-dijo él, pero ella no pudo evitar mirar la máquina.- Mi amor, vení acá, todo está bien.
-Issac.-lloró ella.
Él tiró de su brazo y volvió a recostarla a su lado. Le apartó el cabello de la cara y secó sus lágrimas.
-No es justo que estés secándome las lágrimas.-dijo ella para luego apretar los labios entre si. Lo miró fijamente y entrelazó sus dedos a los de él.-Yo hice que estés acá. Podría haber salido antes de que Emer nos dejara en el departamento. Y cuando dije que hoy íbamos a visitar un hospital, no lo decía en serio. No quería que pasara. Era solo una forma de decirle a Bastian que no iba a quedarme con él cuando Emer llegara. No quería encontrarte acá.-cerró los ojos con fuerza y respiró profundo.-Nunca quiero encontrarte acá. Y si, es mi culpa. Podría haberme bajado del auto e ir a casa. Pero estaba asustada, tenía frío, estaba empapada en espuma y, ni siquiera sé cómo hacía para dar un paso delante del otro. No...
-Hey.-le cortó él, estrechándola más contra sí.- Laslie, tranquilizate. Mi amor, suponía que debías estar en algún lugar así. Solo que lo supuse tarde. Sabía que estabas con Bastian o Emer. Era obvio. Ninguno de los dos iba a dejar que te quedaras en ese caos. Sé que estabas con él.-ella rebuscó en su tono, pero no encontró reproche, odio, molestia, ni siquiera notó enojo.- Solo me asusté. Me convencí de que estabas con ellos. Necesitaba convencerme de que estabas bien.
-Pero vos no estás bien.-lloró ella.
-Yo estoy perfectamente ahora. Tranquila, Laslie. Esa máquina nunca va a ganarme, lo prometo.
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No es quien dice ser
Teen FictionLaslie Smith es la chica mas odiada del instituto, no hay quiera estar con ella. No solo es rara, sino que nadie sabe nada de ella. Los populares la odian porque ella sabe como cerrarles la boca y los demas, son arrastrados por ese sentimiento que l...