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Las cosas ya estaban en el auto de Issac. Ella abrazó a Dan con fuerza y él suspiró.

-Perdón, por todo. Yo no lo sabía.-murmuró Laslie.

-Solo prometeme que vas a intentar mantenerte lejos de él. Issac te quiere y se ve que vos también lo queres. No dejes que Bastian lo arruine.

-No soy buena cumpliendo mis promesas, Dan.

-Tranquilo.-dijo Issac.- Esta muñequita va a estar muy lejos de ese chico. Yo voy a encargarme de que él no pueda hacerle nada.

Él descansó su mano en la parte baja de la espalda de ella. Laslie lo miró y se apartó de Dan. Subieron al auto y él la miró.

-¿Qué?-preguntó.

-Te quiero.-sonrió ella.- Me fascina este Issac que me cuida.

Bastian vio como él la besaba y ella le correspondía. Pisó el acelerador a fondo y escuchó el motor. Lo soltó al instante y se tomó el rostro entre las manos, necesitaba un trago. O una pelea. Necesitaba distraerte, borrar a Laslie, pero ella permanecía ahí, con tinta permanente.

Los vio marcharse. Al pasar por su lado, reparó en los ojos enrojecidos de ella y supo que él lo había causado. Entonces, a ella aún le importaba. No se llora por quien no te importa, ¿O si?

...

Issac cubrió los ojos de Laslie y levantó sus pies del suelo mientras subía los escalones. Abrió la puerta y respiró profundo antes de guiarla a una de las habitaciones y cerrar la puerta detrás de ellos.

-Hay dos días en este fin de semana, dos temáticas. La casa está preparada para la primera y no quiero que la veas. Así que, por las horas que quedan de este día, vamos a quedarnos acá.-dijo Issac, destapando sus ojos.-La habitación más chica de toda la casa. Te preguntarás, por qué elegí esta. Bueno. Todo está preparado para mañana, así que quiero que contengas tus ansias.

-Esto es cruel.-murmuró ella, queriendo saber.-Sabes que no puedo contenerme.

-Vas a contenerte porque va a ser poco. A las diez, tengo una reservación y después vamos a las peleas un rato. No vamos a estar más de dos horas en las que puedas mantenerte despierta.

-Es decir, tenemos una hora antes de que empiece a arreglarme para vos.-resumió ella.

-Exacto. No planeé nada para esta hora. 

-Me suena a mentira.-murmuró ella, tirándose en la cama.

-Te gusta que sea sutil.-dijo él, encogiéndose de hombros.

Laslie soltó una carcajada antes de que los labios de él atraparan los suyos. Sabía que Issac estaba nervioso. Algo le decía que esas dos temáticas eran grandes y arriesgadas, y él temía que salieran mal. Así que hizo que, por lo menos en ese momento, él no temiera, se moviera por terreno conocido, haciendo las maniobras que le plazcan.




No es quien dice serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora