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-La atropelló un camión. -dijo Alec.- De la moto no quedó nada. Cuando la sacaron, nadie creyó que tuviera posibilidades de sobrevivir.
-Alec, pará. -pidió Justin.- No sigas repitiéndolo.
-Necesito verla.-dijo y su voz se quebró.
Emer lo miró y luego a Bastian, quien seguía con actitud ausente. El médico volvió a acercarse, dando un panorama un poco mejor que el anterior. Ella estaba en una habitación, se mantenía estable y podían pasar a verla. Sin embargo, ella aún no despertaba.
Los cuatro chicos se acercaron y entraron pero Bastian se vio obligado a irse. El cuello, y parte del cuerpo de ella estaban vendados. Tenía arañazos y raspones en el rostro. Sus ojos estaban cerrados. Ella lucía frágil.
-¿Estás bien?-preguntó Emer.
-Tenía que alejarme de ella, lo sabía. Tenía que mantenerme apartado para cuidarla pero... no pude. Yo no pude. Y ahora ella está mal. Emer, no se despierta y es mi culpa. Todo es mi culpa. Pero...¿Por qué no me alejé cuando debía hacerlo? La quiero pero no pude evitarlo.
-Bastian, pará. Esto no es tu culpa. Vos no tenes la culpa de lo que pasó con su familia.
-Pero...-empezó y entonces escuchó un quejido que provenía desde el interior de la habitación.
-¿Qué te duele?-preguntó Alec.
Bastian la miró desde la puerta de la habitación, sin encontrar su voz entre tanta angustia.
-¿Todo?-dijo sin diversión alguna.
-Ya vas a estar bien.-dijo, acariciándole el pelo, su hermano.
-No me mientas.-pidió.- No si vas a irte.
-Nadie va a irse.-dijo Bastian desde la puerta.
Ella lo miró y él vio el dolor reflejado en sus ojos.
-Vos te fuiste.
-Fui a una reunión de la empresa, Laslie. Iba a volver a casa a penas terminara. Yo.... perdón si no te avisé, si no dejé una nota. No lo pensé.
Ella apartó la vista y todos salieron de la habitación, menos Bastian.
-Nunca te abandonaría.
-¿Por qué?
-Porque te amo, Laslie. Porque estoy enamorado de vos.¿Entendes eso?
Un sollozo escapó de los labios de ella y él se aproximó. Secó sus lágrimas y acarició los labios de ella con los suyos.
-Pensé que me habías dejado. -lloró ella.
-Estoy acá ahora. -dijo él. -Y no voy a irme.
Ella permaneció en silencio, prendida de sus ojos.
-Tenes ojeras.-susurró al fin.
-Desde que salí de la reunión, estoy buscándote.-dijo él y le besó la mano, el hombro, la mejilla, la frente y los labios.- No podía encontrarte en ningún lado.

Cuando Alec se asomó, ella dormía y Bastian no apartaba su mirada. Se veía mejor, aunque parecía aterrado.
-Le duele todo.-masculló.-¿Va a estar bien?¿Cuándo va a dejar de dolerle?
-Tranquilo, dijeron que todo va a pasar.-dijo el rubio.- Dijeron que va a estar bien y que no va a dolerle más.
-Espero que así sea. La voy hacer anotarse en taller y en matemática.
-Si fuera por vos, -rió Emer.- La pondrías a tejer y a jugar con algodón. No la queres cerca de nada peligroso pero es lo que más le gusta a ella.
-¿La ves tejiendo?-rió Bastian, mirando a Alec.
-¿Y vos jugando con algodón?
Ambos rieron y volvieron a posar su vista en ella. Justin entró en la habitación con Rosse y Dan.
-Si fuera por mi...-rió Bastian. 
-Si no fuera por vos, ella no estaría acá. -masculló Dan.
-¿Lo hubieras hecho mejor?-preguntó Bastian, enojado, subiendo el tono de su voz.
-Seguro que si. Los dos sabemos que merece mucho más de lo que podes darle.
Bastian lo miró con odio y unos dedos su posaron sobre su puño cerrado. Él se volteó y quedó frente a los ojos de ella. Entrelazó sus dedos a los de Laslie y volvió a tomar asiento. Una sonrisa se dibujó en el rostro de la chica, quien volvió a cerrar sus ojos, sintiendo los dedos de él, entrelazados con los suyos.
-Nadie tiene la culpa de nada y nadie podría haberlo hecho mejor que los demás. -susurró.- Las cosas se dan como las dicta el destino y el rumbo es fijo. No peleen por algo que ya está escrito, solo perderían tiempo y palabras.
-Que palabras.-rió Justin.
-Calladito, no arruines mi momento. -dijo y soltó una risita por lo bajo.







No es quien dice serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora