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Cuando Laslie entró en la habitación, Bastian fingía dormir. Escuchó como tomaba asiento sin decir nada. Luego de unos minutos, la mano de ella cayó sobre su cabello y se deslizó con suavidad. Él permanecía quieto, no quería que ella se fuera y ese le parecía el único modo de evitarlo.

-Bastian.-susurró con la voz rota.-¿Por qué hiciste eso?¿Cuál...?¿Cuál era la necesidad? No te entiendo, Bastian. Hiciste que te ame y te fuiste. Ahora que siento que hay alguien a quien realmente le importo, y ¿Me decís que te destruyo estando con él? No sé qué es lo que queres. No puedo entenderte si hablas todo el tiempo como si yo entendiera lo que hay en tu cabeza. Yo no iba a ser tu Jessi y lo sabías, pero te fuiste.

-Porque tenía miedo de que lo fueras.-dijo en un susurro sin voltear hacia ella.

-Bastian.-lloró.-Nunca harías nada para lastimarme, ¿Por qué sería tu Jessi?

-Porque fui a buscarte. Antes de estrellarme, estaba buscándote.-la miró sobre el hombro unos instantes y volvió a mirar al frente.- Podría haberte lastimado, solo porque estabas con él. Y no lo entiendo, un día me decís que es un idiota, al otro lo besas.

-Así es como me siento con vos.-confesó ella.-Un día me defendes, después parece que me odiaras. Me invitas a una cita y me buscás por todos lados. Me queres, me odias. Nos besamos. Estamos juntos y te esfumas en el aire. Y, cuando que todo puede volver a su sitio con alguien más, reapareces. Me decís que te hago mal y que me queres. Te contradecís, Bastian.

-Laslie, por favor.-pidió, volteando y tomando su mano.-Por favor, quedate conmigo. Decile que se vaya a casa y quedate conmigo. Solo hoy.

-Bastian, no creo...

-Me siento muy mal.-mintió.-Estoy en un hospital y me siento terriblemente mal. No quiero estar solo.

-Llamo a Emer.-resolvió ella.

-No lo entendes, sos la única persona que me hace sentir que hay alguien conmigo. Por favor, Laslie. Decile que se vaya a casa.

La chica lo miró unos largos minutos y suspiró. Él vio como la puerta se abría y entraba Issac. Cerró los ojos al instante.

-Issac, voy a quedarme esta noche.-murmuró Laslie.-Solo... voy a cuidarlo.-él la miró, poco convencido.

-Me quedo con vos.-resolvió.

-Amor, tenes la reunión mañana. Andá a casa. Necesitas descansar después de todo lo que hiciste este fin de semana.

-Voy a pasar por vos a primera hora.-terció y ella asintió.

Antes de que él se fuera, ella lo detuvo y lo besó suavemente.

-No estoy enojado.-suspiró él.-No me molesta que quieras quedarte con él toda la noche en este hospital cuando ya teníamos planes.

-Issac...-la voz se ella se rompió y él la abrazó, besando su cabeza.-Te quiero. No te enojes. Solo... A mi tampoco me gustó nunca quedarme sola en un hospital.

-Lo sé.-murmuró él.-Es él el que está ahí, eso me molesta. Creí que nosotros...

-Estamos juntos.-murmuró ella.- Solo voy a quedarme con él una noche. Podemos ir a cenar mañana. Quería que hiciéramos algo, de todos modos. Además de que me lleves a la academia.

-¿Voy a llevarte a la academia?-preguntó él, sorprendido.

-Soy floja y mi moto... Bueno, ya no tengo mi moto. Además, es una buena excusa. 

-Muy buena.-rió él y volvió a besarla.-Te veo mañana. Paso a buscarte para llevarte a casa y busques tus cosas para la academia.

-Suena bien.-dijo ella en un susurro.-Ahora anda a descansar.-lo besó otra vez.-Adiós, te quiero.

Issac se fue y Laslie vio los puños de Bastian, cerrados con fuerza. No había estado para nada feliz escuchando esa pequeña conversación.







No es quien dice serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora